San Juan Bautista

San Juan Bautista

viernes, 16 de agosto de 2013

MASTERPLAN PARA DESTRUIR LA IGLESIA (1973) - Por el Dr. Jerónimo Dominguez

  Nota de NCSJB: Al igual que los protocolos de los Sabios de Sion, estos escritos podrán se cuestionados en su origen pero de ninguna manera se puede desconocer cómo estos planes se fueron  cumpliendo minuciosamente, de manera que resulta más razonable creer en su veracidad que rechazarlos. Importantísimo en los tiempos que vivimos, recomendamos no dejar de leer este artículo.
 
  El Doctor Jerónimo Domínguez es un prestigioso médico español radicado en Nueva
York . Aparte de su muy prolífero ejercicio profesional, es un laico sumamente consagrado a actividades en la Iglesia católica, a través de los medios de comunicación. Maneja un programa de televisión divulgado en 485 estaciones en el mundo, y un programa de radio. Ha escrito 102 libros sobre temas religiosos. Hace casi 40 años, escribió este artículo, el que mantiene una vigencia muy especial para estos tiempos, y hemos creído que es pertinente para entender la crisis actual en la Iglesia Católica.
Veamos sus palabras:

   Alguien dejó olvidado en mi oficina médica un sobre grande, cerrado. Después de dos meses nadie lo reclamó. Lo abrí para averiguar la identidad de su dueño. ¡Lo que encontré fue una gran sorpresa! El Masterplan para destruir la Iglesia. Nadie firmaba, no se daba ninguna dirección, nada más que un plan riguroso para destruir la Iglesia de Cristo. Se dice que hay más de 1300 comunistas que se han hecho sacerdotes católicos para destruir la Iglesia de Cristo por dentro, para horadarla desde sus entrañas. Yo no sé si es cierto, pero lo que sí es cierto es que el “Masterplan” es una obra maestra de increíble audacia que, si llega a funcionar, puede resquebrajar desde sus cimientos a la Iglesia Católica.

  Según el Masterplan, la Iglesia debe estar “arruinada” para el año 1980. Me he animado a publicarlo porque estoy seguro que ayudará a abrir los ojos a muchos sacerdotes y buenos cristianos antes de que sea demasiado tarde. Por su gravedad y trascendencia merece la atención de todos, en particular de la Jerarquía Eclesiástica ¡Alerta amigo! Resumamos en grandes rasgos la estrategia del Masterplan para conseguir sus fines

FOMENTO DE UNA IGLESIA ECUMÉNICA UNIVERSAL
  El Masterplan señala como principio que : de todas las Iglesias que se llaman cristianas, el bloque más firme, el que mantiene a todas, es la Santa Iglesia Católica, una vez que ésta se tambalee, toda la cristiandad caerá por su propio peso. Hay que quitarle el nombre de Santa, porque esto está llamando constantemente la atención sobre Dios, es algo sagrado, y esto sobra. Y para quitarlo es fácil, basta insistir en que una Iglesia Santa ofende a los hermanos protestantes, y por lo tanto, los católicos no deben insistir en eso.

  Y así de fácil, para el año 1980 nadie dirá: Una, Santa, etc. Otra palabra que sobra es “Católica,” porque está muy arraigada con la adoración a Dios, a Cristo, y a la  -veneración de la- Virgen, y eso hay que derrumbarlo. Para hacerlo bastaría sustituir “Católico” por “Universal,” al fin y al cabo es lo mismo, parece que dice lo mismo, pero se quita el sabor sagrado de adoración a Dios y a Cristo que lleva el nombre católico, En el año 1980 quedaría en todo el mundo así la “Iglesia Universal” con todas las iglesias unidas, donde quedarían incluidos también los judíos, los musulmanes, hindús, etc. El primer mandamiento de esta “Iglesia Universal,” y el único, sería: “amar al prójimo como a ti mismo. “¡Porque este seguiría existiendo un Dios toda bondad!

AMOR Y ADORACIÓN AL PRÓJIMO… SIN AMOR NI ADORACIÓN A DIOS
…Siempre hay que hacer todo en el nombre del "amor", de la "caridad". Aunque esta palabra "caridad" también sobra, porque habla del prójimo, pero está ligada también con el amor a Dios... Así es que nada de "caridad", sólo "amor". Será muy fácil sustituir una palabra por otra, porque dicen lo mismo, y además, amor es más moderna, más inteligible al pueblo y puede unir más a todos.

  Pero antes de pasar de ahí quiero que no se me olvide lo de la palabra "piedad". El Masterplan dice también que sobra, que hay que sustituirla por la palabra "comprensión", ya que dice lo mismo con relación a los hombres, con los hermanos, pero conlleva el significado de unión con Dios, con Cristo, con la Virgen, etc. Será fácil: hay que insistir en que eso de "piedad" suena a gente hipócrita, a gente sin carácter. Hay que decir que "piedad" suena a vieja beata que no tiene nada que hacer y que va a pasar el tiempo en la Iglesia.

  El plan es muy atrayente porque se hace todo en nombre de una gran causa: "del amor al prójimo". Y con este lema, nada menos que en nombre del "amor" se consigue fácilmente la colaboración sincera de buenos católicos, de Sacerdotes y de Obispos, para tratar de terminar con el amor a Dios, con el amor a la fuente de todo amor.

  Todo el propósito del Masterplan es quitar en los hombres el amor a Dios, porque, razona, el amor al prójimo no puede existir sin una razón; el amor al prójimo no puede subsistir, es un imposible sin la base esencial del amor a Dios. Como muy bien reconoce el Masterplan, al final si no ama a Dios nadie va a amar al prójimo. 

  ¡Y puede seguir existiendo un Dios lejano, solo bondad, incapaz de castigar! De este Dios tan bueno que no castiga; que no puede castigar, todo el mundo se olvidará muy pronto. 
Porque del Dios que no infunde respeto, al que no se le teme, la gente lo olvida. Esto último, repito, es el fin del plan.

  El plan debe ser una cosa sencilla, ir quitando cosas "poco importantes", con el fin de acercarse a los no católicos, abrir las puertas de la iglesia para atraer a los que no lo son, quitar las cosas "sin importancia" que los pueda herir.

  Insistir en todo lo que los pueda hacer olvidar un poco de Dios, de adorar a Dios... ¡Que adoren al hombre!

  Como ven, el Masterplan es exquisitamente diabólico, porque se basa en cosas buenas, pero su objetivo es quitar la adoración a Dios, que se olvide el Sacrificio de Cristo... y al derrumbar los cimientos... también el mástil de la "hermandad" se derrumbará.

  El Masterplan razona así: una vez que haya desaparecido el amor a Dios, los hombres no se pueden amar, sino se odiarán en nombre del amor se trata de conseguir el odio a la esencia del amor: a Dios.

ATAQUE A LA SANTA MISA Y A LA EUCARISTÍA
  La Eucaristía es lo central en el catolicismo, dice el Masterplan, porque es, ¡nada menos! que el mismo Cristo Dios hecho Pan, para hacer a los hombres amor. La Misa es ¡nada menos! que la exacta renovación incruenta del Sacrificio de la Cruz.

  No se pueden quitar de una vez, porque ningún católico lo aceptaría. Pero propone un plan de ataque que es sutilmente diabólico.

  Dejar la misa reducida nada más que a un banquete de confraternidad.

  Todo el plan consiste en quitarle el sentido "sagrado" de ser la renovación incruenta del
Sacrificio de la Cruz, y dejarla reducida nada más que a un banquete de confraternidad.
El Masterplan dice: los cristianos afirman que la Misa es banquete, pues, insistamos en eso, en sólo eso, en que es un banquete de hermanos.

  Para ello propone muchos detalles. Cada uno de ellos parece que no le quita nada a la Misa, dice el Masterplan, pero todos en conjunto la convertirán en banquete de "hermanos", y cuando el Sacrificio del Calvario desaparezca de la Santa Misa, la hermandad desaparecerá, como se derrumbaría un mástil al que se le quita el cimiento… insistir en el elemento de hermandad, de comunión, de reunión de hermanos... y continúa con ironía diciendo: ¡Dejad que los "hermanos" se reúnan y se "amen"; en cuanto les falte lo sagrado, esos "hermanos" van a terminar discutiendo, y van a terminar por pelearse "¡hermanalmente!".

  Insistir poco a poco en lo del banquete. Sugerir que se pongan mesas en las Iglesias, para que los cristianos se junten como en mesas de comer, lo mismo que Cristo y los Apóstoles se sentaron en una mesa. Esto será el punto final, dice el Masterplan, y así Cristo estará fuera, serán sólo los "hermanos" sentados en confraternidad. El sacerdote se sentará en una mesa, como otro hermano. Será en definitiva reunión de hermanos, pero no adoración a Dios, no acción de gracias a Dios. Se conseguirá un banquete de "hermanos", pero se olvidarán
del Sacrificio de Cristo. Se usará pan corriente, el que sobre se tirará a la basura como otro pan cualquiera, ¡o que se dé a los perros!

  Que Dios no sea el Centro de la Misa, sino el hombre. Entonces, para conseguir que Cristo-Dios no sea el centro de la Eucaristía, se debe resaltar en que la Eucaristía es una cena de confraternidad, un banquete de comunión de los cristianos, donde se reúnen para amarse.
Que el sacerdote mire a la gente. Esto se aceptará fácil, dice el Masterplan, ¡no puede ser que el sacerdote dé la espalda a los feligreses! Con esto tan sencillo el Masterplan pretende conseguir cosas importantes: La primera es que Dios no sea el Centro de la Misa, sino los hombres. Que el sacerdote no mire a Dios, sino a los hombres.

  El sacerdote no daba la espalda a los cristianos, sino la cara a Dios, como hacemos todos los cristianos: el que está sentado en la segunda fila no da la espalda al que está en la tercera fila, sino que da la cara a Dios.

  Que no se recuerde que la Santa Misa es la renovación incruenta del Santo Sacrificio de la Cruz. El caso es que el Sacrificio del Calvario quede reducido a lo menos posible, que esto no sea lo central. Que se digan muchos sermones, que se cante mucho, que se saluden los hermanos, que se pida perdón...

  Quitar de la Sta. Misa todo lo que suene a "sagrado". El Masterplan ofrece mil detalles que parecen "sin importancia", pero, razona el Masterplan, ayudarán en conjunto a quitarle el sentido "sagrado" de la Eucaristía. Lo primero, cosas sencillas, y que son razonables: que se diga en el idioma de cada uno, para se entiendan mejor en el banquete. Con ello dice el Masterplan, se consigue quitar un poco el misterio misterioso, lo sagrado de la Santa Misa.

  Un pre-requisito esencial para decir la Santa Misa es que el sacerdote tenga un Crucifijo. Pero ahora resulta que al mirar el sacerdote al público, el Crucifijo mira al sacerdote, pero da la espalda a los cristianos. Así que se terminará por quitar el Crucifijo del Altar.

  En el Altar siempre había reliquias de un Santo. Ahora no se necesita; sólo una simple mesa de madera, ¡o de lo que sea! Porque es un banquete… Que en la Eucaristía no se acepte la presencia real y adorable del cuerpo y la sangre de Cristo.

  Esto se consigue poco a poco, imperceptiblemente, con cosas como las siguientes: La Comunión de pie y en la mano Que la gente no se arrodille para recibir la Comunión, por ejemplo, insistiendo en que es una comida y hay que hacerla de forma natural.

  Tomar la Comunión con la mano ayudaría a quitarle también ese sentido misterioso, divino, sagrado... es una comida... sólo a los niños les ponen la comida en la boca... y que se use pan corriente, sin misterios, que nada suene a sagrado, sino natural, que se coma, que se mastique... que se haga como en la Ultima Cena de Cristo…  pero el fin es tratar de quitarle importancia a la Eucaristía.

  ¡El Sagrario... fuera del Centro! El Sagrario es un problema ahora. Porque al mirar el sacerdote al público le está dando la espalda al Sagrario. Por lo tanto será mejor quitar el Sagrario del Centro de la Iglesia, ponerlo a un lado, y así el sacerdote no le dará la espalda durante la Misa. Con eso, dice el Masterplan, quitaremos los Sagrarios del Centro de la Iglesia. ¡Esto será un gran paso...!

  Eliminar Exposiciones del Santísimo y hacer misas en las casas. Propone que se eliminen las exposiciones del Santísimo porque ahí no hay "banquete" de "hermanos"…

  Manipulación de las Hostias. Así propone que no se use Patena para distribuir la Comunión porque, explica hay que decir que si se caen partículas de la Hostia, no importa, Dios está en todas partes, al fin y al cabo…


  Que la Misa se parezca lo más posible a los servicios de los protestantes. Insistir en el amor a los "hermanos" protestantes, dice el Masterplan. Que la Misa se parezca lo más posible a sus servicios, para así atraer mejor a los "hermanos" protestantes a la Iglesia Católica…

ATAQUE AL SACERDOCIO Y A LOS CLAUSTROS
¡Fuera hábitos y sotanas!


  La estrategia del Masterplan es quitar primero de la gente las cosas externas como el que los sacerdotes y monjas usen hábitos.

  Todas estas cosas externas parecen "sin importancia", dice el Masterplan, pero son testimonio de vidas que constantemente se mantienen en el ambiente de Dios, de Cristo y de la Virgen... y eso es lo primero que hay que quitar. Hace 20 años el Masterplan planeó quitar estos hábitos porque son testigo de vidas que se dan a Dios. Cada hábito de una monja en la calle era el grito de una vida entregada al amor de Dios, era el grito silencioso, pero constante, de que Dios y Cristo existen en el siglo XX, de que existen millares de personas dispuestas a sacrificar su única vida por amor a Cristo.

  El Masterplan lo planeó bien y se siente orgulloso de haber usado nada menos que el Concilio Vaticano II para llevarlo a cabo. El plan era empezar a decir que los hábitos son cosas anticuadas; luego divulgar la idea de que vestidos de seglares los sacerdotes y monjas se pueden introducir e infiltrar en ambientes no católicos, que el hábito eran una barrera que separaba a los "hermanos" protestantes de los católicos.

  La parte final del plan es conseguir que no existan de verdad. El Masterplan espera que la gente se olvide de la figura del sacerdote  y de la monja. Al no verlos está seguro que la juventud va a ignorar su existencia y al ignorar su existencia a nadie se le va ocurrir ni pensar en la posibilidad de hacerse sacerdote o monja.


  Querido sacerdote o Monja: por favor... por amor a Dios, pónganse otra vez su sotana y su hábito. En cada paseo que dé por la ciudad estará gritando el amor a Dios y al prójimo cien mil veces mejor que con mil discursos o con mil "obras" de caridad; será un testimonio viviente del amor de Cristo que sigue existiendo realmente en la vida de ustedes. Y siéntase orgulloso de ser lo que es, y demuestre al mundo que se siente orgulloso de serlo…

¡Que se casen los sacerdotes y religiosos!
  El otro objetivo del Masterplan es conseguir que los sacerdotes se casen. Si los sacerdotes se casan es lo mismo que si no hubiera sacerdotes. Dejará de existir la figura del hombre que sacrifica toda su vida por Cristo. Cualquiera podrá ser sacerdote, y si lo es cualquiera, es lo mismo como si no lo fuese nadie. En esto el Masterplan ha tenido poco éxito, pero espera tenerlo en abundancia antes del año 1990.

¡Las monjas a la calle!
  Al plan contra los hábitos y el celibato se une el de sacar a las monjas de sus claustros.
La idea es la misma. Insinuar que los "hermanos" de la calle las necesitan, que una carmelita puede hacer mucho bien curando enfermos y manejando escuelas, etc. Realmente, como pueden ver, el plan parece estupendo, cautiva al más inteligente.

  ¿Quién no se va a conmover ante una llamada urgente del amor al prójimo, de asistir al que sufre, al que llora, al que necesita, si es el mismo Cristo el que sufre y el que llora cuando sufre y llora el "hermano?".

  El Masterplan está teniendo gran éxito en esto. Muchas clausuras ya no son clausuras.
Estos monolitos de amor a Dios están dejando de existir. El masterplan quiere destruirlos del todo, porque sabe muy bien que son ¡hogueras ardientes de amor a Dios y Cristo! Porque sabe muy bien que estas almas enterradas en vida por Cristo son el fuego que alienta a la cristiandad. Al salir a la calle desaparecerán esos fuertes infranqueables; al vestirse de seglares pronto se darán cuenta de que se puede "amar" mejor al "hermano" no siendo monja.

  El Plan está trabajando muy bien. El fin es poner al hombre en el pedestal de Dios. El hombre es Dios.

DESTRONAMIENTO DE LA VIRGEN MARÍA
  El Masterplan dice que es esencial destronar a la Virgen para destruir la Iglesia. Así sugiere que se le quite el nombre de Madre de Dios, y se le llame sólo "mujer," que es como Cristo la llamó en la cruz. Sugiere que se diga a todos vientos lo de "hermanos de Cristo" y de que la Virgen tuvo más hijos, quitándole así el titulo de Virgen también. Dice que esto será fácil de meter entre la gente sencilla, sin cultura. Sugiere que no se recen rosarios, porque eso aleja a los "hermanos" protestantes. Que no se hagan novenas a la Virgen, porque eso es de "beatos".

  Pero la Virgen Santísima está siendo un gran problema para el Masterplan. Tenía mil argumentos para destronarla en el Concilio Ecuménico... pero le salieron mal las cosas. Tenía razones: para acercar más a los "hermanos" protestantes no insistir en la grandeza de la Virgen, no insistir en que es Madre de Dios; basta con adorar a Cristo, lo demás no es necesario...

  Iban las cosas bien en el Concilio para el Masterplan; parecía que por primera vez en la historia de la Iglesia, la Santísima Virgen iba a ser destronada de su lugar privilegiado en la liturgia y en la cristiandad... pero vino el Papa Paulo VI ¡en persona! y la nombró "Madre de la Iglesia"... y el Concilio entero respondió ensalzándola de nuevo como la Madre de Dios, reiterando su inquebrantable veneración a tan grandiosa belleza, reafirmando todos los grandes títulos de Madre, de Reina... y añadiendo los de "Nuestra Abogada"... "Nuestra Auxiliadora"..."Nuestro Socorro", y termina recomendándonos a María "para que apoyados en su maternal protección, nos unamos más a Jesús"... Y nos recuerda que la Virgen fue Asunta al Cielo en cuerpo y alma, y que con su múltiple intercesión, continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna, y continuará haciéndolo hasta la consumación de todos los siglos.

  Como lo del Concilio le salió mal a este respecto el Masterplan sigue trabajando en el asunto, pero ahora es tratando de cambiar el sentido de ciertas frases de la Sagrada Biblia. Está tratando de publicar Biblias en que se altere el capitulo 1º de San Lucas. ¡No se ría, querido lector! Ya ha salido una Biblia católica que omite la frase dirigida a María como la "llena de gracia", y esta Biblia está recomendada, y tiene el "Nihil obstat", del Cardenal Patrick O'Boyle, Arzobispo de Washington, editada en 1970…

  Definitivamente la Virgen les ha salido un "hueso" duro de roer a los planeadores del Masterplan. En el corazón de los católicos sigue siendo la "llena de gracia", la "bendita entre todas las mujeres", la "Madre de Dios y Madre Nuestra"…

  La Santísima Virgen sigue estando, gracias a Dios, en el corazón de todo buen cristiano, y sigue siendo el baluarte firme contra las asechanzas del enemigo.

DESTRUCCIÓN DE LAS TRADICIONES Y DEVOCIONES
  Dentro de la línea del Masterplan de ir quitando las cosas externas, afirmando que son "sin importancia," que ofenden la sensibilidad de los "hermanos" no católicos, también hay un plan para hacer que las personas dejen de usar medallas, los escapularios, los rosarios, etc. y que dejen de beneficiarse de la intercesión de los santos.

  El Masterplan considera todo esto "importantísimo," porque estas cosas que parecen sin importancia son las que mantienen en el ambiente la presencia de Dios, de Cristo y de la Virgen... y a Ellos hay que destronarlos del ambiente. En cuanto al escapulario y las medallas es fácil, dice el Masterplan: hay que insistir en que son cosas de beatos, cosas externas, cosas "sin importancia", pero que ofenden las ideas de los "hermanos" protestantes; por lo tanto será mejor dejarlas, no usarlas, y así los protestantes se acercarán a la Iglesia más fácilmente.

  Estaba en los primeros pasos del Master Masterplan: insistir en que sólo se debe adorar a Dios, “no a la Virgen ni a los Santo”. El Masterplan es muy sutil en esto. Dice que los católicos entendidos saben muy bien que la Iglesia Católica sólo adora a Dios, y que a los Santos los venera como amigos de Dios, no se los adora. Pero que será muy fácil meter a la gente sencilla la idea de que la Iglesia Católica adora a los Santos, ya que los tienen en los Altares y que eso está muy mal; que sólo se debe adorar a Dios.


  En cuanto a los Santos el Masterplan ya ha tenido éxito en muchos sitios. En la mayor parte de las Iglesias de España ya no hay santos en los altares; en cada sitio dan una razón distinta, pero el hecho es que los santos han desaparecido de muchas Iglesias.

HACER OLVIDAR EL FIN DE LA VIDA
  El caso del escapulario nos muestra el éxito del Másterplan para neutralizar los sacramentales y las devociones, y más todavía hacer olvidar a los católicos el fin de la vida.

  El escapulario lo trajo la Virgen en el año 1261 cuando se le apareció en Londres a San Simón Stock, prometiéndole lo más que se puede prometer: la Virgen Santísima prometió que el que muriera con el escapulario puesto no iría al infierno. No se puede prometer más por hacer menos; promete el Cielo al que muera con su vestido, con el escapulario. Es algo incomprensible, cosas de una Madre, himnos de amor.

  Pero es cierto. La Virgen lo prometió sin más condiciones, sin ninguna exigencia, sencilla, impresionante: "el que muera con Mi escapulario irá al Cielo."

  Si Kennedy y Cristóbal Colón están en el Cielo, todo lo hicieron bien en su vida; si están en el infierno, hicieron sencillamente el idiota en esta vida, aunque tuvieron muchos honores, muchas riquezas y mucho poder. ¡Ganarse el Cielo es el fin de la vida de cada persona!
El que al final se salve sabe todo, el que no, no sabe nada. Pues la Virgen María hizo el ofrecimiento más inaudito en la historia de la humanidad: "el que muera con Mi escapulario no irá al infierno", o lo que es lo mismo, irá al Cielo.

  Más de treinta Papas han recomendado el escapulario, lo han usado, lo han propagado con las palabras más bonitas que el vocabulario humano permite.

  Cientos de miles de sacerdotes y Obispos lo han recomendado ardientemente por siete siglos y lo han usado millones de católicos. Y, de repente, como por magia, hoy día nadie habla de él. Va uno a conseguir un escapulario a las Iglesias católicas y no hay; los Carmelitas tampoco tienen escapularios, ni siquiera se molestan en hacerlos…

  Y, sin embargo, el escapulario sigue siendo el arma sencilla de Nuestra Madre, el mimo más cariñoso de la Virgen para sus hijos.

  ¡Querido amigo católico!: ¿quieres ir al Cielo? Pues bien fácil:¡Muere con el escapulario; usa el escapulario! Te lo dice tu Madre, la Virgen María, la Madre de Dios; te lo dicen más de treinta Papas, incluido el actual Paulo VI. (refiérase al año en que fue escrito el original)

LOS EJECUTORES DEL MASTERPLAN
  Quizás ahora, querido amigo, se percate de la trascendencia incalculable de este plan. Estoy seguro que según ha ido conociendo los detalles se habrá dado cuenta de que es sencillamente diabólico, que conduce a destronar a Cristo y a la destrucción de la Iglesia de Cristo, en definitiva.

  Es un plan que dura 25 años, en el que dice, hay que tener paciencia, constancia y, sobre todo, conseguir la colaboración de los Obispos, de los Sacerdotes y de los buenos católicos.
Los ejecutores del Masterplan serían los reales católicos que se dejan engañar, los buenos Obispos y los buenos sacerdotes y las buenas monjas de verdad que se dejan engañar por el "slogan" de "amor al prójimo".

  Tú y yo, querido amigo católico, son los que quiere usar el Masterplan para llevar a cabo sus objetivos. A ti y a mí nos quieren embaucar con medias verdades que son las peores mentiras, para que implantemos en el mundo amor al prójimo, sin el amor a Dios. A tí y a mí nos quieren usar para suplantar a Dios por el hombre; para que se adore al hombre y se olvide a Dios; para que se ame a la mujer y se olvide a la Virgen.

  Todo con la esperanza de que, faltando el amor a Dios, se destruirá el amor al prójimo y se hundirá la Iglesia de Cristo.

  Te dirán que se puede ser Masón y Católico a la vez; ¡mentira, no les hagas caso! 

  Te dirán que se puede ser Católico y a la vez espiritista; ¡mentira, te están engañando! Yo conozco a muchos que ya se han dejado engañar en esto.

  Te dirán que Cristo es bueno, pero que los sacerdotes y la Iglesia no los son; ¡mentira disfrazada! ¡Es una media verdad... que es la mentira más mala!

  Ya nos previno Cristo que los hijos de las tinieblas son más audaces que los hijos de la luz. En ocasiones muchos hijos de la luz se han dejado engañar por los hijos de las tinieblas. ¡Alerta, amigo, no te dejes tú engañar!

  Pero Cristo también nos dijo que estaría con su Iglesia hasta la consumación de los siglos, y que las puertas del Infierno no prevalecerán contra Ella... y que el cielo y la tierra pasarán, pero "Mis palabras no pasarán."

  Así es que ¡alerta!... y con confianza, que cuentas con Cristo... y con su Madre María, que es también tu Madre.

  Alguien está trabajando muy activamente contra la Iglesia. ¡Abre tus ojos! No duermas que el diablo está despierto. El "Masterplan" parece algo perfecto. Describe cómo llevarlo a cabo paso a paso y quién lo va a realizar.

  El Masterplan aspira a que en el año 1980 se haya destronado el amor a Dios y que solo quede el amor al prójimo, con la astuta esperanza de que el amor al prójimo, se hundirá al faltar el cimiento del amor a Dios. Pero las puertas del infierno no prevalecerán... y en el año 1980 seguirá existiendo el amor al prójimo, porque los hombres adorarán a Dios, y lo amarán con todo su corazón, y con toda su alma, y con toda su mente. ¡Por lo menos habrá dos personas, que somos tú y yo! ¿Verdad, querido lector?

Extraído del libro de Carlos E. Rodriguez Cañon “Crisis en la Iglesia Católica y su renovación profetizadas”

Nacionalismo Católico San Juan Bautista
  

5 comentarios:

  1. http://youtu.be/uW3O_yleQYc

    ResponderBorrar
  2. Me parece tan preciso a la vez que maquiavélico este Masterplan, que lo único que hace es dar el convencimiento que todo es real. Que es casi calcado a lo que el Señor le está diciendo en el Libro de la Verdad a María de Misericordia, la profeta irlandesa. Ella recibe Mensajes de Dios Padre, de Jesucristo y de María Santísima desde noviembre de 2010 y que van explicando paso a paso todo este Plan que comenzó en los tiempos del Concilio Vaticano II, y que en Fátima fue el 3er. Secreto que nunca se divulgó por lo aterradoras de sus advertencias. Hoy, cuando ya son un hecho, estamos recién abriendo los ojos y los oídos. Dios nos ampare porque el engaño que se está dejando caer sobre la Iglesia Católica y en general sobre las iglesias cristianas, está siendo cada vez más evidente. Sólo falta el cisma y el Aviso anunciado en Garabandal para que el anticristo se deje caer y comience la persecusión de los fieles seguidores a las Enseñanazas de Jesús. El Castigo será una consecuencia para este mundo que ha abandonado las Leyes de Dios. Sin Dios ni Ley es un caos lo que nos espera. Oremos, arrepintámonos y preparémonos para el Gran Día en que Jesús nos rescate a su Reino lleno de amor y de paz.

    ResponderBorrar
  3. La verdad dicha por la misma masoneria , revelada y que ha sido profetizada.

    ResponderBorrar
  4. El Dr. Jerónimo Dominguez falleció en Mayo 2008. Su esposa Gladys falleció años antes que el y su hijo Jerome falleció en Nueva York durante el ataque de Septiembre 11 (era bombero.

    Existen algunas paginas en la internet que tienen algunos de sus escrítos. Aqui os dejo una:

    http://www.virgendegarabandal.org/mita160.htm

    DIOS tenga en el cielo a este fiel y leal servidor y a sus seres queridos.

    ResponderBorrar
  5. Amén.
    Dios bendiga, les de el eterno descanso y brille para ellos la luz perpetua. Que estas Santas almas intercedan por nosotros en estos momentos de tribulaciones, angustias. Gracias Señor por la Fe que nuestra batalla diaria ya fué ganada. Viva Cristo Rey!

    ResponderBorrar