En mis artículos del desenmascaramiento
demostré con citas que no pudieron ser destruidas el carácter sustancialmente
marxista de los dos principales libros de Gustavo Gutiérrez y Leonardo Boff,
los dos principales teólogos de la liberación. Sobre Boff convendría insistir
en que el capítulo VIII de su libro, reprobado en marzo de 1985 por la Santa
Sede, es una aplicación directa del marxismo-leninismo (así como otros
capítulos) por su pretensión de insertar en la vida de la Iglesia la lucha de
clases, como hemos visto que recomendaba expresamente Lenin, y por su
identificación netamente marxista de la dinámica eclesial y la vida de la
Iglesia como proceso de producción materialista. En declaraciones a Le Monde
por los días de su llamada a Roma antes de la condena definitiva, Boff, “no abjura para nada del materialismo
histórico. Invoca a Gramsci y a Althusser. Gramsci fue el teórico comunista de la
toma del Poder en las sociedades desarrolladas. Althusser emprendió la
intelectualización del estalinismo. Son los pobres quienes poseen la hegemonía
–dice- no la Iglesia”. Insiste en la
primera página de Le Monde: “¿Que por el
Espíritu Santo formamos un solo cuerpo? Por el espíritu de Marx rompe la túnica
inconsútil” (Cfr. Le Figaro Magazine, 22 de septiembre de 1984, Editorial).
Y su paso desafiante por Madrid, en enero del 85, para participar, con gastos
pagados, en el programa de TV Usted, por ejemplo, Boff acusó, junto al teólogo
jesuita de la liberación Jon Sobrino, al documento Ratzinger de “no conocer a fondo la teología de que
habla”, y añadió: “Muchos elementos
del marxismo han entrado ya a formar parte del patrimonio cultural de la
Humanidad entera” (Cfr. Vida Nueva, 1614, 1985, 12 de enero, p. 35).
En los citados artículos de Semana Santa
demostré con un abrumador conjunto de citas la raíz marxista del libro
primordial de Gustavo Gutiérrez, Teología de la liberación. Pero en el
Encuentro de El Escorial, donde fue la estrella, Gutiérrez revelaba su marxismo
de forma todavía, si cabe, más clara. “Optar
por el pobre –dice en su ponencia- es optar por una clase social y contra
otra…, tomar conciencia del hecho de enfrentamiento de las clases sociales y
tomar partido por los desposeídos…”. Y a esto llama Gutiérrez “proceso de conversión evangélica, es decir,
de salida de sí mismo y de apertura a Dios” (Cfr. Fe cristiana…, 1973, p.
234). En realidad es apertura al marxismo-leninismo más claro. Y un poco más
abajo, en la página 240/1, la utopía final de Gutiérrez coincide exactamente
con la utopía final de Carlos Marx, no con la utopía de Cristo: “Sólo la superación de una sociedad dividida
en clases, sólo un poder político al servicio de las grandes mayorías
populares, sólo la eliminación de la apropiación privada de la riqueza creada
por el trabajo humano, puede darnos las bases de una sociedad más justa; es por
ello que la elaboración del proyecto histórico de una nueva sociedad toma cada
vez más en Iberoamérica la senda del socialismo”. ¿Se atreverá una vez más
el señor Martín Descalzo a acusarme de tergiversar y explicar al revés las
tesis de Gutiérrez? Si es así, evidentemente no ha leído a Gutiérrez. Pues
bien: vea con atención la acusación romana que sigue.
La denuncia romana y
la confesión de Barcelona
Hemos preferido demostrar la clave marxista
de los teólogos de la liberación desde la crítica interna. El profesor Ibáñez
Langlois, conocedor directo de la realidad Iberoamericana, demuestra
definitivamente el marxismo constitutivo de Gutiérrez, Boff y Sobrino en su
esplendido análisis recién publicado, Teología de la liberación y lucha de clases.
Pero no debe olvidarse el argumento de autoridad. Ya hemos visto que la
asunción de tesis marxistas capitales ha sido determinante para la
descalificación pública de Boff por la Santa Sede en la notificación del 11 de
marzo de 1985. Pero en la diez Observaciones dirigidas por Roma a Gustavo
Gutiérrez a propósito de sus libros: Teología de la liberación y Fuerza
histórica de los pobres (ver el texto de Roma en Misión abierta, febrero 1985,
p.33 ss.) se le acusa de “aceptación no
crítica de la interpretación marxista de esta situación” (el escándalo de
la miseria en Iberoamérica) en la observación primera; en la dos se dice: “Bajo el pretexto de su carácter científico,
Gutiérrez admite la concepción marxista de la Historia; Historia conflictiva,
estructurada por la lucha de clases, y exigiendo el empeño al lado de los
oprimidos en lucha por su liberación”. La observación siete explica con
detalle esta acusación global: “La
influencia del marxismo se nota también en la misma concepción de la verdad y
sobre la noción de teología”. Y la observación nueve concluye: “(Los cristianos) son invitados a entrar en
la lucha, sin que se ponga en duda la legitimidad de una lucha inspirada por el
proyecto marxista”. A continuación, la citada revista española Misión
abierta, portavoz fanático y rebelde de los movimientos liberadores –pese a estar
editada por los claretianos, esa Orden benemérita de la Iglesia y de España-
concede a Gustavo Gutiérrez muchas páginas para que el teólogo de la
liberación, con la técnica de un charlatán de feria, intente encubrir,
inútilmente, la raíz marxista de sus postulados “teológicos” y se debata con
torpeza y verborrea contra las acusaciones de la Sagrada Congregación, que son
nítidas y tajantes.
Voy a aducir una prueba final sobre el
marxismo de los movimientos liberadores. En la Asamblea Mundial de Cristianos
en las Luchas Populares de Liberación, celebrada en Barcelona en enero de 1984,
el ponente Giulio Girardi, uno de los grandes precursores y fundadores de la
teología de la liberación, se preguntaba como reto a la Asamblea: “¿Continúa siendo el marxismo una fuente de
inspiración y un método de análisis válido de la realidad actual?”. La
respuesta oficial de la Asamblea fue esta: “En
el combate por el socialismo, el marxismo, a pesar de la crisis que atraviesa,
continúa siendo una teoría fecunda para el análisis de nuestra sociedad y para
la elaboración de nuestra estrategia” (Iglesia viva, 109, 1984, p. 92-93).
Está, pues, demostrada la sustancial
impregnación marxista de los movimientos liberadores. Llegamos con ello al
punto capital de nuestro estudio: la estrategia de la liberación.
Ricardo
de la Cierva: La Estrategia cristiano-marxista de la liberación (1) 1985
Nuestros padres llamaban Prólogo gateato —y mi patrono San Jerónimo fue quien lo inventó— al
que un autor escribía en defensa propia. Galeato
es demasiado latín para la Argentina. Si consiento en que este libro se publique,
el cual promete darme tantos disgustos como mala fama y poco dinero, es preciso
ponerle un prólogo con morrión, como puso San Jerónimo a su Periarchón. San
Jerónimo fue un dálmata formidable, de la raza del padre Sepich y mis abuelos
matemos: un leoncito hecho para vivir o en un palacio o en el desierto; que
cuando lo insultaban —lo sentía, pero después—, se olvidaba; pero cuando
insultaban a la Iglesia, ripostaba con una fuerza que no se paraba ni ante la
zafaduría. Buen escritor el hombre; sin duda el mayor estilista de la baja
latinidad, raye el que raye, aunque salgan a rayar Boecio y Agustín el Grande.
Éste fue el que se tradujo al latín toda la Biblia Vulgata. Vivió en tiempos
muy agitados.
Anoche soñé con el gran patrono de los traductores,
gran gloria de los friulanos, gran devoción de los españoles que se vinieron a
estas tierras, gran protector de Santa Fe y de Reconquista, gran penitente,
gran lingüista, gran lector de literatura. De verdad soñé con él. Una vez él
mismo soñó que un ángel del cielo lo molió a palos —y al levantarse estaba todo
roto— porque en vez de traducir la Biblia leía a Cicerón, a Catulo y a César.
Un Arcángel lo
azotóf.
Fue porque a César
leía;
fuego de Dios, ¡Que
sería
si leyera a
Gerchunof!
Anoche lo vi con semblante severo y una vara
en la mano. No me arrimé mucho. Me preguntó: —Ya que hemos pagado tus
trimestres en el colegio para que estudies filosofía ¿por qué no escribes un
libro de filosofía?
—Oh glorioso Santo —le respondí—, yo venía
de Europa hace diez años haciendo un libro de filosofía. Me lo había encargado
y planeado mi mejor profesor, Joseph Marechal. El plan era éste: “Lea durante quince años todos los grandes
filósofos en su lengua original, para lo cual tendría que perfeccionar su
griego y su alemán. Enseñe filosofía al mismo tiempo. Lea después durante tres años
los grandes etnólogos modernos, Frazer, el padre Schmidt, Levy-Bruhl…”
—¿Imbelloni, Jacovella, Canal Feijóo?
“—Todos
—me dijo—. Y después escriba El Punto de
Partida de la Moral sobre el mismo plano en que yo hice El punto de partida de la metafísica...
San Jerónimo asintió gravemente y me dijo:
—Eso era justamente lo que se quería allá
arriba. ¿Tú que has hecho?
—El griego y el alemán me olvidé lo poco
que sabía.
Yo
me vine de Europa meditando en el buque el texto de Empédocles.
—¿Cómo traduces “AyayKnc xñua”? —me
preguntó el Dálmata con malicia.
—Diels traduce “Einen Spruch des Schicksals” —le dije, también con malicia.
—|Vos! te pregunto.
—A mi entender Diels macanea. Yo traduzco
plétora.
—¡Bien! —dijo el Santo— ¿Y después?
—Cuando llegué a Buenos Aires, me hicieron
tomar 35 horas semanales de clase en un colegio nacional. . .
—¿Quiénes, te hicieron?
—La Vida. . . La Argentina. . . La Patria.
. . Los tiempos malos que vivimos. . , —le contesté vagamente.
—Es decir, tus pecados, en c! fondo.
—Eso es. Mis pecados y los pecados del Rey.
Me hicieron tomar 35 horas...
—¿35 horas de filosofía?
—No. Literatura, Historia, Apologética,
Italiano, Metodología y Castellano.
“—Qualis
artifex!. . —me dijo burlón.
“—Pereo!” —le contesté melancólicox.
—¿Qué pasó?
—Al fin del año me enfermé, de acuerdo a
aquel verso que dice:
Por no poder sufrir
el ser mediocre
y el delito de no
tener dos caras
al volver a mi tierra
color ocre
fui castigado con
torturas raras.
Me mandaron a una casa grande de la calle
Vieytes, en cuya puerta hay un gran letrero que dice: Aquí se aprende a defender la patria. Por lo menos, yo leí así; ahora
no está más. La cuestión es que yo dije:
¿Cómo
voy a defender la patria si no me defiendo a mí mismo? Empecé a defenderme a mí
mismo y a la Patria al mismo tiempo. El resultado ha sido quince libros de
periodismo.
—¿Qué es eso? —me dijo.
—Una cosa que de existir en tu tiempo vos
la hubieras hecho por pasatiempo y pasión. Creo que aun antes que existiera,
vos hiciste un poco, viejo. Es un oficio nuevo, parecido al de spazzacamini o sea deshollinador: que es
necesario que exista y alguno lo ha de tomar, pero es amargo y prosaico y no se
puede hacerlo sin ensuciarse un poco.
—¿Epístolas contra los herejes, en estilo
subido, que corran por todos los rincones y las lea la plebe fiel?
—Eso —le dije—. Es mi destino. Mi padre
hizo eso y lo asesinaron herejemente cuando yo tenía siete años.
Lo tengo en la sangre por desgracia, y puede
que me cueste la sangre. Pero mi padre tenía cuatro hijos y yo no tengo
ninguno. Yo nací para ser escritor empingorotado, entonado, solemne,
conceptuoso, serio. Yo nací
para
traducir la Vulgata en veinte años de trabajo al castellano criollo. Tuviera yo
un sueldo de tres mil pesos y pico como Culaciatti; tuviera al lado gente que
en vez de picotearme me defendiera; tuviera una patria tranquila y no en
inminente peligro;... y entonces veríamos. Pero por ahora, santito barbudo, vos
ya sabés el refrán: un empleado de doscientos pesos, cuando se muere, asciende.
Rióse con toda la barba el buen bárbaro, con
esos cachetes colorados que le pintó el Caravaggio —o quien sea el autor del
cuadro que tiene don Lautaro Durañona—; pero enseguida compuso otra vez la cara
severa, con esa barba blanca parecido a don Juancito Gollán; y dijo:
—Bien. Pero un sacerdote es siempre
sacerdote.
—Evidente.
—¿No podrías escribir en tono manso,
undoso, dulce y convencional, como cuadra a un sacerdote?
—¿Más o menos como el tono tuyo en la
Epístola 117?
—¡Yo no era sacerdote! —se apresuró el
Santo—. No me quise ordenar adrede. Yo tenía derecho a escribir como diácono.
¿Por qué no escribes tú como sacerdote?
—Muchas veces he escrito así, y sigo
escribiendo la mayor parte de lo que escribo. ¿No has leído Una santa
MAESTRITA?
—¿Pero por qué no siempre? ¿Por qué no
todo?
—A eso te respondo —le dije— con un caso de
un cura amigo mío, Olaizola, que fue párroco en el Chaco santafecino y acabó
secretario de monseñor Boneo, es decir, acabó curial, mala suerte. Solía andar
con un bastón de estoque. Lo denunciaron al obispo. El obispo lo llamó y le
dijo:
“—Está
muy mal eso. No condice con un clérigo.
“—Excelencia,
no es nada —respondióle él—. No hay
cuidado que yo mate a ruiáte- Yo ando con esta arma solamente a causa de los perros”.
“—Deje
el arma —le dijo el prelado — y si un
perro lo atropella, récele fuerte el Evangelio de San Juan, “In
principio erat Verbum”, que es
devoción probada contra los perros.
“—Está
bien —dijo el vasco—, eso ya lo hago.
Pero, excelencia, ¿y si hay algún perro que no entiende latín?”.
Aunque disimuló fuerte, otra vez lo hice reír
al barbudo. Pero como venía comisionado por lo visto para retarme, se comidió
más fiero que antes y me dijo:
—Sabiendo vos eso, sabiendo que hay gente
que no te quiere nada, sabiendo que con la verdad desnuda vas a lastimar a
muchos, sabiendo que estás indefenso, sabiendo que te han frito a disgustos
este año, ¿por qué no das por terminada tu misión y te vas a Montevideo a
bañarte en Playa Pocitos antes que te maten del todo?
—Eso me recuerda un caso. . .
—No quiero más cuentos.
—Uno solo. Don Juancito Gollán Zapata, un
paisano mío, estaba para morir. Vino el cura a darle los Santos Óleos —lindo
sacramento que ahora llaman no sé por qué, con el nombre pavoroso de
extremaunción—
y
le quería hacer rezar el Señor mío Jesucristo —linda oración hispana que ahora
han cambiado por otra que se llama el pésame.
Pero don Zapata no hacía más que rezar: “Señor
mío Jesucristo, ya sabemo que todito habemo de morir. Pero si allá arriba no
soy «muy muy» necesario, pero muy mucho...” El cura se escandalizó, porque don Juancito
tenía ya 87 años, y le dijo:
“—¡Don
Juan! ¿Está contento de morir?
“—Contento,
contento, no —dijo el viejo—. Resignado,
sí. Porque si Dios 'Nuestro Señor quisiera, aquí habría hombre todavía para
veinte años.
“—¿Y
para qué querés vivir más, viejo bichoco? — le dijo el cura severo.
“—Y...
padrecito... —dijo don Juan—, ¡para
ver en que p... termina todo esto!”.
—No
veo bien la aplicación —me dijo el Santo medio sonriyendo, medio amenazando.
—Ni falta que hace —le dije yo—. Yo me
entiendo.
Aquí se enojó el patrón; y medio se me quiso
arrimar con la vara, por lo cual yo reculé un paso.
—En tus escritos hay muchos defectos —me
dijo—.
Está bien que vos no los veas, porque son
hijos tuyos. ¿Pero los censores? ¿Qué están haciendo los censores? Es un
escándalo cómo pasan esas palabritas,
esos nombres propios, esos chistes gruesos, esas alusiones maliciosas, esa...
—Perdón —le dije— santo mío, la verdad ante
todo.
No
hay tal. Las alusiones las hace la malicia de la gente, no yo. Yo no conozco a
nadie, vivo cautivo en un desierto peor que el tuyo, in solitudine mentís, como tú dijiste. Escribo siempre desde el punto
de vista del planeta Sirio. Pero nunca falta un maligno o un flaco que si yo
escribo, por ejemplo, acerca de la metafísica de la joroba, se vaya a su vecino
que es jorobado, y no lo quiere mucho que digamos, y va y le dice: “Mire lo que
escribió aquí contra usted Militis Militún. ¡Dónde se ha visto!”. Y el otro,
que es suspicaz, enseguida se lo cree y dice: “Soy yo”. Y se pone furioso
conmigo. Reverendo Santo, yo no soy tan cobarde; cuando quiero aludir a uno, le
pongo todo el nombre entero.
—¡Pero el censor! —dijo el Santo con voz de
trueno—. ¡El censor!
—El censor a lo mejor le pasa como le pasó
a un cura de un pueblo de arriba. Tenía una cocinera que era una mujer garrida,
robusta y de pujanza. La gente, que nunca falta un calumniador, decía que la Quillotana,
que así se llamaba, estaba muy lejos de tener la edad canónica. El cura no les
hacía caso, porque era un cura tan cansado que se dormía como un tronco al
poner la oreja en la almohada, diciendo la oración de San Casiano: “Vivere non possum; et fornicare potero”
Incapaz de arruinar a nadie el pobre y menos a una huérfana y parienta. Pero la
gente, de eso ¿que sabía? Jamás los feligreses saben los cansancios del cura:
para murmurar de él creen que es de carne, para aprovecharse de él creen que es
de piedra. Un día un beatón de esos que se comen los santos puso un anónimo en
el pasquín del pueblo, a causa de que el cura no lo nombró presidente de los
Cayetanos, un anónimo en verso sobre la Quillotana y el cura, que no lo pongo
aquí solamente porque no me acuerdo, y, además, porque estoy hablando con un
Santo. El cura lo encontró un atardecer a la puerta de la Iglesia y le pegó una
pateadura jefe.
Sucedió que ese mismo día llegó el obispo,
que no pasaba visita hacía ocho años —no el de ahora, que es un gran tipo, le
estoy hablando de hace años— y el cura dijo: “Estoy perdido”. Se formó una comisión de damas y otra de
caballeros —caballeros es un decir, la gente de allá monta en muía— para ir a
alcahuetiarle al obispo los hechos del cura. El cura se encomendó a las ánimas
benditas. Era un obispo de esos que no escuchan razones.
Le reservó a su excelencia la mejor cama,
quiero decir la única; él se acostó en un ijar en el mismo cuarto; pero se
olvidó de ponerle mantas, que tampoco le sobraban. En aquella parte refresca
bárbaramente de noche, es una meseta. El cura se recordó a media noche y lo
siente al obispo déle vueltas en la cama muerto de frío. Tuvo una idea
luminosa.
“—Eminencia,
le dice, perdón, no me acordé que usted no está hecho al frío. ¡Qué bruto que
soy! Un momento eminencia, le vi a traer mi
quillotana!”.
Va el cura y trae una rica manta de vicuña,
que le habían regalado en Chile, se la puso al obispo, lo arrebujó como una
madre y no cesaba de decir: “Con esta quillotana ya verá como va a
dormir. Es mucha cosa esta quillotana”. Y repitiendo quillotana por arriba y quillotana por abajo, lo arrebozó a su
excelencia y se durmió de nuevo.
Al otro día cayeron las dos comisiones de
alcahuetes a ver al obispo y no sabían cómo empezar. Empezaron preguntándole
cómo estaba su ilustrísima y cómo había pasado la noche. El obispo le dijo:
“—Bien.
Muy bien. Al principio tuve mucho frío.Pero a eso de la medianoche se levantó
el señor cura, me trajo su quilltana,
me la puso en la cama, yo me conforté y me dormí como un santo de Dios”.
La comisión se quedó más seca que si le
hubiesen pegado un tiro. A una señorita se le escapó un gritito y la secretaria
de las Ineses se insultó, como dicen allá arriba, es decir, se desmayó. Todos
se miraron azorados. Al fin, el presidente de los Vicentinos le dio con el codo
a la presidenta de la Acción Católica y le dijo en voz alta y lindo tonito
salteño:
“—Vámono
señora, que aquí por lo visto el obispo y el cura ¡son de la mesma familia!”.
Apenas conté eso, se levantó San Jerónimo y
yo creí que me iba a pegar; pero el viejo se había agarrado la panza con las
manos y estaba a las carcajadas que parecía que iba a estallar como una traca.
¡Qué
exacto! ¡Lo mismo que en mi tiempo! Una parecida le hice yo al papa San Dámaso
I, que me costó dejar Roma y tener que irme a Palestina.
—Reverendísimo Santo —le dije— a mí me pasa
igual exactamente. Mi censor, que Dios lo bendiga y conserve mil años, y yo
¡somos de la misma familia! En realidad, lo mismo que el obispo y el cura, que
eran dos santos varones, pero santos humanos y no divinos.
San Jerónimo cesó de reír y me dijo:
—Está muy mal. Ese cura, por de pronto, era
un testarudo imprudente.
—Exacto —le dije—. Pero el pobre se dio
cuenta del peligro que había pasado, y al otro día despidió a la cocinera, que
quedó sin trabajo y mucho menos segura que antes. Y empezó a cocinarse solo.
Que es lo que me pasa a mí. Me tengo que cocinar solo, me tengo que curar solo,
me tengo que limpiar la alcoba, me tengo que llevar las aguas sucias en un gran
balde a una cuadra de distancia por un corredor lleno de seminaristas, que son
la gente más maleva que existe. ¡Y después pretenden que haga cosas nobles,
remilgadas, atildadas, superferolíticas, con olor a loción Cotí, y eso a razón
de 53 por año además de cuatro o cinco más oficios!
Apenas dije eso, blandió el Santo la vara y
me amagó un huascazo que si no me atajo con una pata — y me desperté todo
sudado- el tipo me saca un ojo.
Por qué lo hizo no lo sé. Los santos son
perfectamente incomprensibles en sus caminos. La historia es que la pata
derecha me quedó dolorida, y hay días que me duele a rabiar y tengo que ir a
clase en cuatro colectivos completos que ¡casi preferiría ir en cuatro patas!
Éste es, lector, mi prólogo con morrión, que
puedes tener por histórico si quieres; pero que en todo caso te certifico que
no dista ni un tranco de chimango de la pura verdad teológica.
Nota
de NCSJB: El siguiente fragmento pertenece a un artículo de Steve Woods,
publicado en Dads.org
con el título “Family Synod lasting harm” con el cual disentimos en la
mayoría de sus conclusiones; sin embargo, rescatamos un fragmento que nos
parece contundente respecto a los efectos de la “mariconización de la neo-iglesia”.
Traducción: Augusto TorchSon
No puedo recordar donde me encontré con esta
pregunta sobre la Guerra Civil, "¿Por qué los soldados de la Guerra Civil
no retrocedían en la batalla cuando les tocaba enfrentar a los cañones
cargados con municiones antipersonales con muchas bolitas de acero?" A
menudo me preguntaba cómo los hombres se mantenían marchando hacia adelante
para enfrentar una muerte casi segura y haciendo que despedacen sus cuerpos sin
piedad. Seguramente tenían un valor y
una valentía poco comunes. Sin embargo, ¿Había otro movimiento dinámico
impulsándolos a enfrentar una tan horrible muerte?
Los soldados de la Guerra Civil marcharon a
la batalla en unidades compuestas por hombres pertenecientes a sus propios
pueblos natales y estados. Si un hombre retrocedía en batalla, su cobardía
implicaba que no podía volver a casa como un hombre. Su reputación estaba en
juego. La gran mayoría de los soldados que enfrentaban la munición de los
cañones, preferían perder la vida en lugar de perder su virilidad.
Muchos líderes de la Iglesia Católica
necesitan desesperadamente aprender una
lección de los soldados de la Guerra Civil. Los hombres tienen un profundo
instinto divinamente incrustado de preservar su masculinidad y por lo que rechazan los ambientes feministas y pro-homosexuales.
Leon
Podles en su importante libro, "La Iglesia Impotente: La feminización del
cristianismo", afirma:
"Si la feminización de la Iglesia continúa, los hombres empezarán a
buscar su sustento espiritual fuera de las iglesias, en las religiones falsas o
inadecuadas, con consecuencias muy perjudiciales para la iglesia y la sociedad.
Los intentos actuales en las distintas
denominaciones cristianas por normalizar la homosexualidad, más que cualquier
otra cosa, convencerán a los hombres heterosexuales que a la religión es mejor
mantenerla a una gran distancia.
Las iglesias católicas que cultivan un
ambiente gay (Arquidiócesis con servicios a Gays y Lesbianas, coros gay,
charlas de tolerancia hacia homosexuales en las escuelas) alejarán a los hombres
heterosexuales. El miedo al afeminamiento es una de las mayores motivaciones en
hombres que a veces prefieren morir a parecer afeminados".
Millones de esposas católicas se preguntan por
qué sus maridos no quieren ir a Misa con ellas. Del mismo modo, miles de
brillantes y hermosas jóvenes se preguntan en voz alta: "¿Dónde están los
jóvenes católicos con los cuales unirse en matrimonio?" Me temo
que es el final para muchos de esos buenos hombres, debido a la afeminada atmósfera
imperante en la Iglesia católica contemporánea. El homosexualizado ambiente
eclesiástico contemporáneo es el penúltimo nivel de feminización, y es
nauseabundo para el olfato de los hombres normales.
…Al mito democrático del pueblo soberano
creado por Rousseau, Marx opone el mito socialista del proletariado, de esta clase
redentora, llamada la voz pública a libertar y a salvar la humanidad.
Revestida, al parecer, de un carácter mitológico, o bien cual inconsciente
herencia de la antigua idea del Pueblo elegido de Dios, la doctrina marxista de
la lucha de clases corresponde, sin embargo, mejor a la realidad que la de Rousseau
sobre la voluntad general, infalible y soberana del pueblo en la democracia. Esta
infalibilidad Marx la transporta del pueblo soberano al proletariado; pero, en realidad
no existe ni en uno ni en otro; los dos son pecadores, como lo son igualmente
el Monarca y el Papa, que en política no pueden ser infalibles, En el pueblo de
forma democrática la lucha de clases existe indudablemente. La voluntad general
del pueblo es una ficción convencional. Existen, desde luego, intereses
nacionales, intereses de Estado, que trascienden de las clases y sin la
protección de los cuales ninguna sociedad podría subsistir. El poder de la
clase alta está, pues, llamado a proteger el mínimo de esos intereses. Pero una
democracia comprendida en toda la acepción de la palabra disfraza la lucha de
los partidos y se convierte a menudo en instrumento que permite a una clase
ejercer la tiranía sobre la otra. Crea entonces una máscara política... El
parlamento – que es de suponer expresa la voluntad general del pueblo – es, en
realidad, un ruedo en donde se desenvuelve la lucha de los partidos,
disimulando a su vez la lucha de clases. Por lo tanto, los intereses vitales de
las clases trabajadoras no pueden ser enunciados y están únicamente
salvaguardados en los sindicatos. La democracia ha tenido hasta ahora una
forma, pero no una realidad, y en esto la crítica del marxismo, y hasta del
comunismo, nos parece autorizada. La democracia confiere al hombre derechos
políticos, sin darle la posibilidad de beneficiarse de ellos, pues esta
posibilidad reside en lo social y económico, pero no en lo político.
En las democracias políticas los hombres se
quedan fácilmente sin trabajos; están expuestos a la miseria, a la indigencia.
Los derechos económicos del individuo no están garantizados, y los derechos
electorales no le sirven tampoco de apoyo. La igualdad política y jurídica está
íntimamente ligada a la desigualdad social y económica. Desaparecen los órdenes
sociales y todos los ciudadanos son iguales, y la división de la sociedad en
clases alcanza su máxima expresión. He ahí desmentido el mito de la igualdad
creada por la revolución. Francia nos ofrece a este respecto fenómenos típicos
que se pueden observar en su aspecto más puro. En la democracia, basada en el sufragio
universal y en el parlamentarismo, la nación se supedita al Estado, pero la sociedad
no. Ésta se ha dividido, y su organización, paralela a la del Estado, encuentra
en él mayores dificultades. Fue incontestablemente más fuerte en la Francia
pre-revolucionaria.
No es posible defenderse contra el Estado
democrático fundado sobre el mito del pueblo soberano. Las únicas
organizaciones sociales efectivas son, lo repito, los sindicatos obreros. Una democracia
pura sería social, industrial y económica; expresaría los interese y
necesidades efectivos de las varias formas del trabajo y de la creación. El
marxismo tiene razón, pero crea a su vez una nueva mitología proletaria que
substituye también las realidades por ficciones. Es otra nueva forma fanática
de infalibilidad, y ésta es inadmisible, pues la infalibilidad auténtica no
puede ser más que una luz espiritual e implica la transfiguración del hombre y
de la naturaleza.
Nicolás
Berdiaeff “EL cristianismo y la lucha de
clases” – Ed. Espasa Calpe – México – Bs. As. – 3° Edic. 1944. Págs. 27-29.
Determinadas obras de siglos XIX y XX,
mostraron un increíble profetismo respecto al mundo en el cual hoy vivimos. El
mismo podría ser atribuido a una agudísima percepción de una realidad actual proyectada
al futuro, a un profundo conocimiento de las Sagradas Escrituras en lo
referente a los postrimeros tiempos de la historia, a una inspiración divina, a
un conocimiento cercano de la agenda globalista de la judeo-masonería, y por
qué no, a una inspiración diabólica.
Entre algunos ejemplos que podemos mencionar están la carta de Pike a
Mazzini sobre las 3 guerras mundiales que iban a realizarse
para imponer un gobierno global masónico, libros como “El Señor del mundo” de Benson,
“Breve relato sobre el anticristo”
de Soloviev, “Historia del anticristo”
de Ezcurra Medrano, “Juana Tabor” de Wast,
“El mundo feliz” de Huxley, “Fahrenheit 451” de Bradury, más de un
libro de Castellani, el anónimo “Protocolo
de los Sabios de Sion”, y entre muchos otros más, “1984” de George Orwell.
Sin pretender en esta oportunidad categorizar
a los mismos en las posibilidades antes mencionadas, vamos a señalar el libro
de Orwell, “1984”, cuyas similitudes
con lo que actualmente se vive y con lo que parecer ser el objetivo último para
la imposición de una “aldea global”,
no dejan de asombrarnos.
Dicho trabajo escrito en 1948, relata el
mundo en 1984 en el cual, éste estaba dividido en 3 superpotencias, Oceanía,
Eurasia y Estasia; las cuales se mostraban en constante conflictos bélicos unas
con otras, alternando alianzas con enfrentamientos, situaciones que más que
reales, servían para generar enemigos imaginarios a quienes odiar. Dichas
superpotencias compartían la misma característica de gobierno que tienen que
ver con: un partido único, un líder omnipresente al cual se debe idolatrar, y
una sociedad policíaca que persigue y tortura a quienes osen pensar de modo
diverso al propuesto por el sistema. A pesar de vivir en supuestas constantes
guerras, nunca generaban vencedores, de lo que resulta que dichos conflictos eran
imaginarios o artificial y consensuadamente generados por los aparentes
contendientes.
Se podría objetar que no tenemos partido
único, salvo en países comunistas; sin embargo, las democracias liberales, es
decir, todas; en la práctica, tienen tal identidad de intereses y de objetivos,
que en esencia, demuestran con claridad que la elección de una u otra opción
propuesta por la partidocracia, en definitiva conlleva a los mismos resultados
que son los impuestos por fuerzas supranacionales, ocultas o no.
En la novela de Orwell, el protagonista,
Winston vivía en Oceanía. En dicha región el líder estaba en carteles en todas
partes y en telepantallas en las cuales aparecía diciendo: “El Gran Hermano te vigila”,
y efectivamente, la población era constantemente monitoreada, para perseguir
cualquier tipo de disidencia con el partido único a través de la “Policía
del Pensamiento”. Cuando alguien era sospechado de alguna actitud que
contradecía el pensamiento oficial, debía ser demandado hasta por los propios
familiares a dicho órgano, que transportaba al criminal al “Ministerio del amor” para ser torturado, hasta ser reeducado para
ser útil al partido y al sistema o ser aniquilado pasando a ser una “no persona”, es decir, que nunca
existió. La verdad era sólo la propuesta por el partido y no dejaba lugar a
ningún tipo de objeciones, nisiquiera las
racionales. Así se creó lo que se denominaba “el doblepensar” que era
pensar contradictoriamente hasta usando la lógica en contra de la lógica misma.
Dicha palabra, formaba parte de la denominada “neolengua” que era el
lenguaje creado por el partido para limitar las palabras a fin de que no se
pueda pensar aquello para lo cual no existían palabras. Herramienta fundamental
del partido para la creación de esta nueva realidad era la manipulación de la
historia, y así proponía el partido:
“El que controla el pasado, controla también
el futuro”
“El que controla el presente, controla el pasado”
Podríamos identificar al “Gran Hermano”, tanto a un gobernante como al sistema
mismo. Es de fácil verificación que los gobiernos del mundo entero, sin
excepción, actúan en igual sentido en las políticas que sirven para la
descomposición social que hacen a las personas vulnerables ante el sistema. Por
ejemplo, EEUU y Venezuela se muestran ante el mundo como acérrimos enemigos,
pero además de ser principales socios comerciales, estos representantes
americanos de pseudo derechas e izquierdas, coinciden plenamente en la
promoción del aborto, la homosexualidad, y la libertad religiosa con exclusión de
dogmas (sincretismo), como “derechos humanos”. En éste último sentido, se
considera que los dogmas religiosos deben ser “evolutivos”, por lo tanto mutables,
con lo que se plantea la contradicción de que una verdad que por definición debe
ser absoluta, termine siendo relativa. Esto con la excusa de adecuarlas a las
circunstancias o necesidades de la modernidad, o para evitar conflictos en
nombre de la religión. Y en nombre de esos “derechos humanos” se persigue a
quienes pretendan manifestarse contrarios al pseudo-matrimonio aberrosexual (gay),
o del genocidio producido con abortos, los cuales pueden ser pasibles de multas
y hasta de cárcel por el “crimen de pensamiento” de “intolerancia”;
tolerancia que nos obligan a ejercitar aunque no se tenga para quienes
defienden el orden natural, en una de las aplicaciones prácticas de lo que
sería el actual “doblepensar”.
Más que contradictorio resulta ridículo por
ejemplo, que las legislaciones del mundo entero, promuevan la “igualdad
de género” equiparando a la mujer en todo (incluso en desigualdad de
condiciones) al hombre, y sin embargo se sancionen leyes como las de “femicidio”
o “violencia
de género” en las cuales, el crimen contra un varón, niño, adulto o
anciano, se reprime con menores penas que los cometidos contra mujeres (u
homosexuales); lo que implica una real y verdadera desigualdad ante la ley.
Otro caso emblemático del doblepensar,
podemos hallarlo en nuestro país en la disparidad de derechos aplicados a las
personas acusadas por crímenes en época del gobierno militar. Así a quienes
lucharon contra la guerrilla marxista, hoy se los acusa, y condena por leyes “diferenciales”
denominadas “de lesa humanidad” que suspenden las garantías
constitucionales habituales, sacándolos de los jueces naturales, imponiéndoles cárcel
efectiva aún para los casos en que en las leyes ordinarias prevén arresto domiciliario
por mayoría de edad o por enfermedad grave, y en la práctica, suprimiendo el
principio esencial de derecho penal “in dubio proreo” por el cual en
caso de duda (o carencia probatoria) se beneficia al acusado, el cual entra
directamente como culpable debiendo demostrar infructuosamente su inocencia en
una inversión de la carga probatoria, también contraviniendo la garantía penal
por la cual se es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Lo groseramente
contradictorio, es que, a los guerrilleros que asesinaron hasta a civiles en
pos de la instauración de una dictadura comunista; no se los considera como asesinos
siendo absueltos en su totalidad como “luchadores por la libertad” y hoy
ocupan altos cargos en el gobierno.
A nivel mundial, lo mismo puede decirse con
respecto a lo sucedido en la Segunda Guerra Mundial. Beatificando a los
vencedores, se criminalizó a tal punto a los vencidos, llegando al extremo de
considerar que todos y cada uno de los soldados que participaron en la lucha
anticomunista como aliados de Alemania, eran posesos hechizados por los
sortilegios de Hitler. Y en otro ejercicio del doblepensar, se condena y
prohíbe al nacional socialismo y al fascismo por haber sido "responsables" de los
50 millones de muertos de esa guerra (es decir de ambos bandos) cuando se
permite y se promueve el marxismo, responsable de la muerte de más de 100
millones de personas durante el siglo XX, hechos documentados ampliamente. Aquí
observamos la aplicación estricta del Nuevo Orden Mundial hoy imperante de
hecho, al respecto de que “El que controla el pasado, controla también
el futuro. El que controla el presente, controla el pasado.” Y esto es de empírica constatación ya que
quienes se atreven a investigar la verdad histórica o a pensar racionalmente
respecto de los hechos que nos proponen como axiomáticos, terminan siendo
perseguidos, juzgados y encarcelados, por la nueva “policía del pensamiento” acusados de “crímenes de odio”.
Podemos mencionar al respecto cómo los revisionistas históricos demostraron científicamente
y de forma fehaciente que las instalaciones usadas como supuestas cámaras de
gas para el “exterminio de la población” judía, no eran aptos para tales fines
como lo demuestra el “informe Leuchter”.
Es más, fue un judío, David Cole,
quien demostró la falta de evidencias respecto a la existencia de dichas
instalaciones de exterminio, por lo cual fue acusado, perseguido, amenazado y
hasta agredido físicamente. El argumento más simple que se podría presentar a
la hora de cuestionar el dogma del holocausto es que según los propios censos
judíos, antes de la Segunda Guerra Mundial manifiestan que habían entre 8 y 9
millones de judíos en toda Europa, de los cuales según mencionan los mismos
escritores promotores del “exterminio”, entre 1939 y 1941 escaparon de la zona
de dominio nazi 1.5 millones de judíos y sumado a los más del millón de
supervivientes del “holocausto”
la cifra restante implicaría que hasta los países aliados tendrían que haber
exportado judíos para que sean “shoaizados”. Esto sin contar que la
versión oficial omite el referirse a las montañas de cuerpos que en estos pocos
campos de trabajo se habrían generado para llegar a 6 millones, que según se
nos dice, se cremaban en un par de hornos los que de acuerdo a estas mismas
fuentes, realizaban este trabajo en 10 minutos y sin dejar cenizas, que según
esas cifras deberían haber nublado media Europa con las mismas; todo esto cuando
hoy, con la más avanzadas técnicas de cremación, las mismas necesitan 2 horas
por cuerpo.
No se pretende justificar con esto ningún
exceso, ni adherir a alguna de las posturas antes mencionadas, sino hacer honor
a la verdad.
No resulta extraño que nada se informe sobre los atroces crímenes
de los aliados y rusos en contra de los prisioneros alemanes y la población civil,
incluyendo millones de mujeres y niñas violadas y asesinadas (Aquí,aquí, aquí y aquí)
Hoy
la principal “policía del pensamiento” represora de la verdad histórica es
la Anti Defamation League
(recomendamos el documental Defamation:
Dictadura global), creada por la logia masónica
exclusivamente judía B’nai B’rith. Cualquier intento de investigación en la
cual estén involucrados judíos, se censura y se persigue como lucha contra el “antisemitismo”.
Misma logia anticrística que todos los años por obra del cardenal Bergoglio
profana la principal catedral argentina, con un acto sincrético, mostrando su
poderío y desfachatez al hacer que sus enemigos bimilenarios, rindan culto a su
victimización. De ahí que los últimos papas adhieran y promuevan la mentira
histórica de la “shoa”, sometiendo a toda la cristiandad a quienes hasta el
Concilio Vaticano II eran enemigos esenciales de nuestra fe.
En el
mundo de Orwell, era la pantalla la que transmitía “la realidad”, y ya que la información estaba a cargo del partido,
no había voces que planteen una alternativa informativa. Si bien hoy se puede
decir que son varios los medios informativos; como mencionamos anteriormente
respecto a las políticas disolventes de los gobiernos mundiales, en la
aplicación de la dialéctica que
corresponde al doblepensar, dichos multimedios se oponen solamente en cuestiones
contingentes como son las referentes a las adhesiones a una u otra postura
política, pero en cuanto a las cuestiones trascendentes para el destino de las
naciones y del mundo entero, coinciden en la promoción de la destrucción del
orden natural. Al igual que el mundo orwelliano, hoy en día se considera que lo
que no sale en TV no existe, con lo que no sólo se nos esconde una inmensa
cantidad de información realmente importante, sino que además la escueta y
seleccionada información que se transmite, está cargada de un contenido
ideológico, careciendo completamente de objetividad. Y no resulta casual que la
inmensa mayoría de dichos multimedios sean de propietarios judíos.
El Nuevo Orden Mundial busca llegar a un
mundo completamente orwelliano, para ejercer su dominio global. Así a través del
Council of Foreign Relations (CFR)
de Rockefeller se promueve:
-Destruir
la soberanía de los Estados-Nación
-Establecer
una estandarización sociocultural
-Imponer
un sistema financiero globalizado usurario-especulativo
-Manipular
la opinión pública mundial con acciones psicológicas masivas
-Mantener
conflictos globales constantes creando guerras contra enemigos imaginarios o no
a fin de asustar a las masas y mantenerlas unidas
-ESTABLECER
UNA RELIGIÓN ÚNICA
Este verdadero gobierno mundial, que se
oculta hoy tras máscaras como la ONU (creación del CFR) utiliza como
herramienta de dominación a las altas finanzas, y fue oportunamente denunciado
por el Papa Pio XI al cuando se refirió al “Imperialismo internacional del dinero”
y acusarlo como “El funesto y detestable imperialismo económico para quienes consideran
patria adonde se está bien, donde se tiene confort”. Tampoco resulta
casual que la banca financiera mundial, esté casi exclusivamente en manos judías.
Si intentamos escapar del doblepensar, sin forzar mucho la razón,
podemos darnos cuenta que el sometimiento al que quiere llevar el sionismo a todos los gobiernos del mundo, así como a la neo-iglesia; responde con toda lógica a lo prescrito
por su código sagrado, el Talmud, el cual dice con toda claridad “Sólo
el judío es humano, todos los demás no judíos son animales. Son bestias con
forma humana. Cualquier cosa es permitida que esté en contra de ellos. El judío
puede mentirles, trampearlos y robarlos. Puede violarlos y asesinarlos”. Quien
dude de la veracidad de esta cita, puede acudir al libro “El
Talmud desenmascarado” de Monseñor Pranaitis, asesinado en Rusia por
haberse atrevido a desenmascarar tales cuestiones. Y para quienes persistan
en sus dudas al respecto, lean sobre las muchas condenas de los Papas hacia
dicho escrito judaico.
Y es que el enemigo esencial del judaísmo es
el mismo Cristo, por eso es que a través de todos estos subterfugios se busca
acabar con el catolicismo. Pero como enemigos taimados que son, no atacan
directamente, sino que aplican técnicas de reingeniería social en busca
de conseguir una humanidad-ganado sobre la cual trató de advertirnos Orwell; para así ir
socavando las estructuras en las cuales se desarrolla y crece en el ámbito
temporal la Iglesia; y estas son la familia, la patria y las sociedades en
general, basadas en una tradición cultural y religiosa común.
Por este motivo decimos con orgullo que somos
nacionalistas porque somos católicos; porque amamos y defendemos nuestra
patria, como nos lo enseña el Catecismo de la Iglesia siguiendo el 4°
mandamiento (CIC 2199). Y cómo nacionalistas católicos tenemos un basamento
Tomista el cual nos hace no desconocer la realidad. Por eso, a pesar de que
como a Winston, se nos pretenda coaccionar para aceptar que 2+2 puedan ser 5,
otras veces 4 y otras veces 3 de acuerdo a la imposición mediática y oficial; reafirmamos
y defendemos la Verdad y el Orden Natural como realidades inmutables. Y por eso
nos odian. Nos odian por amar a nuestras familias, nos odian por amar a
nuestras patrias, nos odian por amar a Dios; nos odian por no poder ellos amar
como lo hacemos nosotros. Manifiestan su odio como frustración del amor, como
envidia por no poder amar. Tienen nostalgia de lo que no fue, de lo que rechazaron, de seguir perteneciendo al "pueblo elegido" al haber renegado de Dios. Y en vez de tratar
recomponer su camino, de encontrar sus verdaderas raíces, y vivir en armonía con el
resto del mundo y hacer las paces con el Dios que rechazaron; optan por la pertinaz actitud consistente en destruir lo
bueno, lo noble, lo puro, lo heroico, lo nacional y patriótico, y consiguientemente, la única y
verdadera Fe, para de esa manera sentirse justificados al no existir las
conductas que los acusen. Y como el odio solo engendra odio y nunca colma su
medida, por eso está gente no tiene límites, y por eso, nosotros combatimos no
movidos por odio al enemigo, sino por amor
a lo que ellos pretenden destruir.
Mao, que estableció una dictadura como la
prevista en “1984”, consideraba que
más peligroso que un poderoso ejército, era una persona con una buena idea y
con la capacidad para transmitirla.
Si en estos finales tiempos de la Historia no
nos toca vencer humanamente, sabiendo que nuestro objetivo es trascendente y no
contingente e inmanente como el de nuestros enemigos; todavía nos queda la
posibilidad de resistir y de defender la verdad, aunque esto implique que seamos considerados como los más peligrosos enemigos. Dios sabrá recompensarnos, ya que cómo Él mismo nos
anticipó, “…el que persevere hasta el fin, ese se salvará” (Mt. 24,13)
Trabajando para que Cristo reine y regrese
pronto.
Profanar: (DRAE): 1. tr. Tratar algo sagrado sin el debido
respeto, o aplicarlo a usos profanos.2.
tr. Deslucir, desdorar, deshonrar, prostituir, hacer uso indigno de cosas
respetables.
«Está escrito: Mi casa será casa de oración. ¡Pero vosotros la habéis hecho una
cueva de bandidos!»(Lc. 19, 45-48)
No faltaron ni las luces de colores, y ni los
púlpitos han sido respetados.
Anteriormente hemos ya publicado algo sobre la pertinencia o no de
ciertos espectáculos en los lugares sagrados, teniendo en cuenta las
condiciones que la Iglesia establece para ellos, aunque a una gran parte de sus
miembros -sean laicos, sacerdotes o jerarquía- ya no les dicen nada ni éstas ni
ninguna norma. Hace unos meses, una misa criolla indigenista, hoy un
festival-concierto rock… Un pasito más cada día, porque siempre habrá una
excusa: si los artistas tienen
notoriedad, ¿qué mejor que un templo para servirles como escenario decadente?
El
proceso de desacralización es ya tan acelerado, que podríamos decir que ha dado
paso a un verdadero camino de abominación, principalmente centrado en los
lugares santos. Hace unos años, Charly García organizaba un recital a las
puertas de la basílica. Hoy ya todo está maduro para organizarlo dentro.
¿Cómo no evocar la señal dada por Ntro Señor
a sus discípulos para la huida, ante la ruina inminente de Jerusalén? ("la
abominación de la desolación en el lugar santo" Mt.24,15, y Mc. 13,14). Como quiera que sea,
es legítima una asociación con la idolatría y la profanación de nuesros
templos, a los que lamentablemente algunos quieren que nos acostumbremos.
¿Qué nos cabe esperar, si algunos creen que
pueden cargarse dos o tres sacramentos de un plumazo, hablar de cualquier
delirio que contradiga la Revelación, negar dogmas y hacer lo que les dé la
real gana, porque parece que se hubiera abolido el “sí-sí; no-no” del
Evangelio? (que por cierto, es también un mensaje bastante “relativo”…).
Pero el
que sí tiene las cosas cada vez más claras, es el enemigo, no lo dudemos.
Porque simplemente sabe que le queda poco tiempo. Y guste o no a los
amantes de la Hermandad único-ecuménico-maníaca con globos de colores, la
Revolución es fiel a sí misma, y sus personeros también. Su lema ha sido y es
“Hasta la victoria siempre!”, y como lagartijas se escabullen donde se les
presenta un hueco. Y cuando se topan con
los corifeos de las “puertas abiertas”, no pierden tiempo, pues supongo que
con las naciones debe suceder como con las almas:
“Cuando
el espíritu inmundo sale del hombre, pasa por lugares áridos buscando descanso;
y al no hallarlo, dice: “Volveré a mi casa de donde salí.” Y cuando llega, la encuentra barrida y
arreglada. Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrando,
moran allí; y el estado final de aquel hombre resulta peor que el primero.”(Lc.11,24-26)
No podemos brindar grandes detalles del
nefasto “evento", porque aún no se ha hecho público, pero sí los
suficientes. Se supone que el “recital” será transmitido por la televisión
oficial el 25 de mayo, con lo cual no hay que ser muy vivo para ver atrás de
esto, la “zarpa” izquierda que nos gobierna, y que este año celebrará el Te
Deum en la basílica nacional con una colorida “ceremonia interreligiosa” (sic).
En este diario “turístico”
local, se puede ver el
nutrido programa que se presentó el sábado pasado, 16 de mayo, “en el marco de
la filmación de un programa de televisión por los festejos por las
restauraciones que se vienen llevando a cabo desde el año 2003”. Para ello no se preparó ningún recital de
música sacra, por supuesto, sino que se convocó a “más de 20 artistas de primer
nivel nacional dirigidos por Lito Vitale”, la
mayoría reconocidos por su activa militancia política de izquierda. Se trata
por ejemplo de León Gieco, Raúl Porchetto, Horacio Fontova, Carlos Baglietto,
Valeria Lynch, Miguel Cantilo y la infaltable Sandra Mihanovich -adalid de la
“causa GLTBT”-… líderes ideológicos de las mismas personas que en
manifestaciones callejeras suelen vociferar “Iglesia basura, vos sos la
dictadura!”, y sí, también de un millón de almas que no entienden nada,
moldeados por el modernismo y útiles al sistema subversivo que transitamos,
aunque vayan a misa los domingos al son de la guitarra.
A estos fieles no les sorprenderá nada,
porque al fin y al cabo el “mensaje"
inmanente y horizontalista es el mismo que aparece al abrir el portal de la Basílica,
en que se pide que se cambien las ofrendas de velas y flores por alimentos y
ropa, como si se tratara de opciones equivalentes, cuando no lo son, como
tampoco intercambiables entre sí, por pertenecer a ámbitos diversos.
Dado
que por el momento no hay disponibles videos del “concierto", me limitaré
a presentar algunos otros en que se puedan “apreciar” las piezas ejecutadas,
teniendo en cuenta que por supuesto, hay “platos fuertes” y otros de relleno,
con composiciones banales que sirven para relajar a muchos que mirando a la Sma. Virgen dirán con un
suspiro ingenuo: “¡Qué lindo le cantan a
la Virgencita…!” Dios los bendiga.
Pero a otros muchos hijos de esta Madre, les
hierve la sangre al ver estas fotos y letras, y pensamos en el consejo de San
Pablo que bien valdría aquí para los que se dicen nuestros pastores: “padres, no exasperéis a vuestros hijos
para que no se desalienten..."(Col.3, 21). Sigan mirando hacia las
periferias, mientras hay tantos fieles que lloran de desconcierto, porque no
dan crédito a tanta desidia y connivencia con el mundo, aquel mundo por el que
Nuestro Señor NO rogó:
“Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me
has dado; porque son tuyos” -Jn 17,9-; y del cual advirtió que está en
poder del Maligno:
“Sabemos que somos de Dios, y que todo el
mundo yace bajo el poder del maligno” -1 Jn. 5,9-.
Pero éste es el sentido de “mundo” que
permanentemente soslaya la progresía buenista actual.
Digamos en pocas palabras, que se trata de un
evidente intento por reflotar una
cultura setentista -tanto en su faz contestataria como en la de “amor y paz”- ,
de la mano de todas las vertientes liberacionistas, envalentonadas por los
homenajes aquí y allá a los Mujica, Angelleli y Cía. Tengamos paciencia, que ya
vendrán a proponer la beatificación de Camilo Torres; todo llega… Pero non prevalerunt.
Veamos, entonces, de qué se trató el
Programa, con las letras para quienes deseen “abreviar el trago":
1)
“Gloria” (Misa Criolla) por Jaime Torres y Susana Moncayo con Coro Gospel
(Pasaporte
obligado y cortés, ¿para salvar lo políticamente correcto y bajar las defensas?)
2)
“Cristo Rock: obertura y canción
primera” por Raúl Porchetto
Ya está cerca de
venir aquel que nos va a explicar
Sin violencia ni
gritos paz para el mundo traerá
Caminando vendrá a
ofrecer lo que siempre faltó
Es el hijo del
hombre, paz para este mundo traerá
De dónde viene y cómo se llama, nadie lo sabe. Ni yo lo
sé.
No importa su nombre, no; ni cómo nacerá, lo importante
es que viene
Trae la oportunidad;
mucho más fácil es creer, mucho más que matar
Por ser hombre soy
tonto, busco fe donde no está.
Las cosas predichas
ya se han cumplido, hoy yo lo predigo y se cumplirá.
No hay que ser muy suspicaz para ver que el “buscar la fe donde NO está”, se refiere
a la religión “oficial", o sea a la católica. Pensándolo bien, puede ser
un buen himno de bienvenida al Anticristo, aunque sus compositores no lo
reconozcan.
4)
“Padre Francisco” por Miguel Cantilo
Padre Francisco,
No les pregunte lo que piensan sobre Cristo,
tienen otra preocupación,
Padre Francisco, / le
han agregado un nuevo clavo al crucifijo,
para olvidarlo en la
pared,
pan y trabajo,
De que milagros habla usted,
techo y debajo,/ la tierra donde cultivar la razón y la
fe.
Padre Francisco,
Haga que multipliquen los panes para el pueblo,
de lo contrario no habrá dios.
Padre Francisco, / Ya
no podemos darle al Cesar, lo del Cesar,
pues se lo lleva sin
pedir,
alce sus manos, para
evocar la protección,
de los hermanos, cuyo
pecado fue nacer,
sin control ni calor.
Padre Francisco,/ no le preocupe que lo llamen comunista,
con estandartes y altavoz.
Padre Francisco,
salga por Cristo a predicar,/ una justicia más audaz.
ya no recaiga,
háblele al alma,
Del pueblo de pié, se necesita tanta fe, sea usted capaz.
Si alguien cree que somos muy atrevidos en
los comentarios, puede ver los videos que “ilustran” este tema:
El tema
de esta canción es la injusticia nuevamente, esta vez con los pescadores.
Estribillo: Cristo de las redes, no nos abandones
y en los espineles déjanos tus dones.
No pienses que nos
perdiste, es que la pobreza nos pone tristes,
la sangre tensa y uno
no piensa más que en morir;
agua del río viejo
llevate pronto este canto lejos
que está aclarando y
vamos pescando para vivir.
6)
“San Cayetano” por Peteco Carabajal
& Micaela Chauque
Tímidamente los
hombres / llevando sombrero en mano
se inclinan mordiendo
un ruego / llegando al viejo santuario.
Las mujeres y los
niños / en corrillos apretados
se persignan y le
rezan / su amor a San Cayetano.
La procesión
encendida / con sirios y con reclamos
corea un cantico
antiguo / corea un antiguo salmo:
San Cayetano te pido
/ que tenga pan y trabajo
no nos dejes sin tu
ayuda / Bendito San Cayetano.
“El que debe responder / no ha de ser San Cayetano
los que deben responder / están mirando a otro lado.”
El pueblo muy bien lo
sabe / pero se aferra al milagro
en tierra quieren el premio / de algún cielo anticipado.
El olvido siempre
empuja / con pena a los olvidados
buscando amparo en la fe / no conocen otro amparo.
“En otra puerta será / en otra puerta el reclamo
el que debe responder /no ha de ser San Cayetano.”
7)
“Amazing grace” por Emme y Coro Gospel
8)
“La bicicleta blanca” por José Ángel Trelles
(Tango de Horacio Ferrer y Musica de Astor Piazzolla, 1970)
Lo viste. Seguro que
vos también, alguna vez lo viste. Te hablo de ese eterno ciclista, solo, tan solo, que repecha las calles por la noche.
Usa las botamangas del pantalón bien metidas en las medias y una boina calzada
hasta las orejas, ¿te fijaste? Nadie
sabe, no, de dónde cuernos viene; jamás se le conoce a dónde diablos va. De
todos modos, si lo vieras pasar, mirálo con mucho amor. Puede que sea, otra
vez…
Sí: yo también me pregunto -y no quisiera
responderme- si el “Flaco Nuestro", “eterno ciclista", pretende ser
una imagen “poética” (¿?) de NSJC, a quien se consuela pidiendo que “no pierda
la fe” (!). Aberrante, en efecto. ¿Nos dirán que de este modo se “acercan al
auditorio", como escuchamos hace unos días?…¿Es lícito cualquier lenguaje para acercarnos a lo Sagrado?
9)
“Dime quién me lo robó” por Los
Tipitos:
https://youtu.be/34BVItAmf68
Dime quién me lo robó
Mirábamos de pie por la ventana al sol,
al cielo, las nubes y a Dios.
Sabía yo creer el cuento sin razón,
al hada, la bruja y a
vos,
sabía correr, podía
reir,
y creo tambien que
era feliz.
La escuela estaba
ahí, esperando por mí,
mi patio, mi banco
marrón.
Todo estaba muy bien, sí, sabía la lección
de historia, de inglés o de amor.
Siempre fue igual mi profesor
siempre tuvo el la razón.
Un día descubrí que
empezaba a crecer
reí, lloré y creí.
De pronto fui un
varón que no tenía mujer
y quise poderla
conseguir.
Que tonto fui! Se rio
de mí
Y qué iba a hacer, me
rei también.
Y ahora miro atrás un
poco y hace tanto que pasó,
y todo lo que yo amaa
ya no es mío y se escapó.
Y ahora estoy tan confundido, y ahora hay humo alrededor
dónde está el sol ¿dónde está Dios?
Dime quién me lo
robó.
Y vuelvo a caminar y empiezo a recordar:
mi casa, mi padre y Jesús,
y tengo que elegir,
ya es tiempo de partir
mi vida, mi amor y mi
luz.
No se muy bien qué voy a hacer
quiero a mi fe quiero crecer.
…
No se muy bien qué
voy a hacer
quiero a mi fe,
quiero crecer…
10)
“Todos los días Dios” por Babú
Cerviño y Raúl Porchetto
Todos los días Dios
viene a encender el
sol,
todos los días la
vida te invita a nacer
a crecer y a seguir.
(…) cada cual inventa su historia,
su cielo y su mar
Es tiempo de empezar
lo que no hiciste ayer
cada día es otra historia y habrá que aprender
a escribirla de nuevo
(…) Para estos días yo
escribí esta canción
en este tiempo que
empieza te invito a vivir
compartir, a crecer
con un poquito de amor…
y el que no los
encuentra
puede olvidarse de su
ilusión
… puede resignarse
de a poco a morir
o luchar y crecer
intenta hacer un mundo en paz
y encontrar en cualquier rincón el cielo.
11)
“Entra a mi hogar” por Horacio Fontova
https://youtu.be/IAMceU76nSE
12)
“El grial” por Juanse
Toma siempre del grial
lo que tiene, vence
al mal
Toma y siente siempre
lo que la verdad / te
dara la libertad
Permanece (toma
siempre) sin hablar
todo vuelve / a la
mar
Toma y siente siempre
porque la verdad
y la libertad es
ya…(se repite todo)
13)
“Honrar la vida” por Sandra
Mihanovich
https://youtu.be/MT7GqNsbU-I
(en
este video con su amiga Marilina Ross, (recientemente “casada” a los 70 años
con su novia..). No podemos dejar de señalar que esta cantante hace décadas que
viene siendo referente de la libertad de
“elección” (sic) sexual, como ella misma señalaba hace un tiempo en una entrevista:
“Soy lo que soy” Era un grito pelado que queríamos dar
entre todos: No me digan lo que tengo que hacer o decir, ni cómo me tengo que
vestir, lo que tengo que votar. Nada. No me digan nada. Fue una canción que
trascendió por mucho el himno gay.”
Huelgan los comentarios, en un momento
sensible para este tipo de presencias que por sí solas son ya una declaración
de posturas.
14)
“La de los angelitos” por Marilina
Mozzoni, Anabella Zoch, Claudia Romero, Lucho González y Lidia Barroso
“A Salavina fui en un
sueño angelical diez angelitos vi entre un coro celestial.
Los angelitos son las
huahuitas del señor y entre alabanzas van
hacia un cielo de
esplendor.
Los angelitos son las
huahuitas del señor.
(…) Le pido al niño
Dios angelitos de Belén
que alumbren con su
luz los senderos de la fe…”
La típica canción que adquiere carnet de
libre circulación e inocencia por la sola mención de los angelitos…
15)
“Salmo a Cristo” por Liliana Vitale
(no
he podido hallar ni video ni letra por ahora…)
16)
“La Saeta” por Juan Carlos Baglietto
https://youtu.be/5lY1XRBbb8o
Un video de Baglietto, ya que el compositor
es J.M. Serrat…:
Dijo una voz popular:
¿Quién me presta una escalera para subir al madero
para quitarle los clavos a Jesús el Nazareno?
Oh, la saeta, el
cantar al Cristo de los gitanos
siempre con sangre en
las manos, siempre por desenclavar.
Cantar del pueblo
andaluz que todas las primaveras
anda pidiendo
escaleras para subir a la cruz.
Cantar de la tierra
mía que echa flores
al Jesús de la agonía
y es la fe de mis mayores.
¡Oh, no eres tú mi cantar NO PUEDO CANTAR, NI QUIERO
A ESE JESUS DEL MADERO, sino al que anduvo en la mar!
Ahora bien, ¿Hay que explicarle a los
organizadores que por más que a este rancio republicano no le guste, el ÚNICO
que puede salvarnos es Nuestro Señor desde la Cruz, y no “desde la mar"???
¿Y que suena a blasfemia asquerosa que
ante la Madre de Dios se reniegue melosamente de esa Cruz bendita?
17)
“La Guada” por Mariana Baraj (¿será
dedicado a la Guadalupana?)
https://youtu.be/TMO3kHncvmg
18)
“Piensa en mi” por Valeria Lynch
Cuando estés
desorientado piensa en mí
Cuando el mundo caiga
al suelo piensa en mí
Si una lágrima te rompe
el corazón y la voz,
Piensa en mí, piensa
en mí
Cuando estés de cara al cielo, piensa en mí
Si precisas un consuelo, piensa en mí
Si te falta algún “Te
Quiero”, no lo olvides, por favor
Piensa en mí, piensa
en mí
Si precisas buena
suerte, piensa en mí
O un abrazo fuerte,
fuerte, piensa en mí
Cuando todo esté
perdido
siempre habrá una
solución
Piensa en mí, piensa
en mí
Piensa en mí Que yo
voy contigo, donde quieras, hasta el fin
piensa en mí, que yo,
para curarme las heridas, pienso en ti
Tenemos aquí por lo visto, todo un canto a la
esperanza y a la trascendencia…
Aquí tienen un video con “lo más selecto” de
este cantante, con una imagen fija suficientemente sugerente. El primer tema es
el que cierra este recital, que hace
varias décadas viene siendo algo así como el himno nacional de la protesta
sensiblera de la izquierda vernácula:
https://youtu.be/t7TQFxIV8j8
20)
“Sólo le pido a Dios” TODOS JUNTOS.
El lector sacará sus conclusiones sobre la
conveniencia de que este repertorio, con estos personajes, sea ejecutado en la
basílica nacional, bajo la mirada de la Madre de Dios.
A Mons. Agustín Radrizzani, obispo de
Mercedes-Luján, y al rector de la Basílica, P.José Daniel Blanchoud, y Mons.
Bruno (administrador), les preguntamos: ¿qué
les hizo pensar que este “espectáculo” sería el que más Gloria a Dios daría
para festejar la remodelación del templo? ¿Hay acaso algo más importante o
relevante que ella, a la hora de autorizar algo dentro de un templo, que además
es basílica nacional? ¿Realmente no
había algo más “católico” que proponer? ¿Creen que la basílica no es
también la casa de todos los católicos argentinos que nos sentimos
profundamente agraviados con esto?
¿No es esto un “terrorismo de guante
blanco", contra los fieles, desde la propia casa?
¿No somos también ovejas a las que cabría
tener en cuenta, para que no nos sintamos abofeteados con este tipo de
elecciones?…
Que Nuestra Señora de Luján tenga piedad de
nuestra pobre patria y de la Iglesia, y alcance conversión a quienes permiten y
celebran estas cosas.