San Juan Bautista

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miércoles, 29 de enero de 2020

Novedad Editorial: “El Infierno en la Tierra” – Augusto Espíndola


Con prólogo del Dr. Antonio Caponnetto



Dos Espadas Ediciones
$ 380.-

Pedidos en Argentina al teléfono móvil:
11-37828582
Por correo electrónico a:
marcelogristelli@yahoo.com.ar



Nacionalismo Católico San Juan Bautista


Invitación: Conmemoración Primera Misa en la Argentina



4 DE ABRIL, 11 HS, BASÍLICA DE LUJÁN
CELEBRACIÓN DEL V CENTENARIO DE LA
 PRIMERA MISA EN LA ARGENTINA


Queridos amigos: 
Unidos a los esfuerzos y a los anhelos de quienes nos vamos sumando a 
esta iniciativa, queremos ratificar nuestra invitación a celebrar 
el V Centenario de la Primera Misa en la Argentina. 


Un abrazo

En Cristo y en la Patria


Antonio Caponnetto



Adhiere:
Nacionalismo Católico San Juan Bautista



martes, 28 de enero de 2020

28 de enero del 2020: Gran circo político sionista en la Casa Blanca - Luis Alvarez Primo



     El absurdo plan unilateral de paz en Palestina presentado por el Presidente Donald Trump  junto con el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanjahu, es decir,  entre  un agente inmobiliario neoyorquino y un matón sionista, presentado como el hito más importante  en la historia de Israel, no sólo no es realista  sino arbitrario y utópico al desconocer la dignidad  y los derechos del pueblo Palestino, de los fieles cristianos y musulmanes, y también el Derecho Internacional  y la Comunidad Internacional misma. Escoria, lo llamó el Embajador palestino en Gran Bretaña.

L.A.P.




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domingo, 12 de enero de 2020

Sobre la responsabilidad iraní en la caída del avión ucraniano - E. Michael Jones


Declaración del Dr E. Michael Jones en relación a la admisión de responsabilidad iraní por la catástrofe del avión de pasajeros ucraniano.


 11 de enero de 2020. South Bend, Indiana
(Traducción: Luis Alvarez Primo)



  Después de un período inicial de confusión acerca de la causa de la catástrofe aérea, el gobierno iraní ayer asumió la total responsabilidad por el disparo del misil que derribó el avión de pasajeros ucraniano cuando despegaba del aeropuerto Imam Khomeini en Teherán.  Una vez que la causa del accidente estuvo clara, el Presidente Hassan Rouhani emitió una declaración diciendo que "La República Islámica de Irán lamenta profundamente este error desastroso. Mis pensamientos y oraciones acompañan el dolor de todas las familias afectadas"

    La reacción de los iraníes marca un profundo contraste con el modo en que el gobierno de los EE.UU. reaccionó en un incidente similar, cuando un misil guiado Cruiser USS Vincennes derribó el Airbus que realizaba el vuelo Iran Air 655 en el que murieron 290 personas inocentes, incluidos 66 niños.  A diferencia del Líder Supremo de Irán, el Vice presidente George H. W. Bush se rehusó oportunamente a pedir disculpas por el hecho, diciendo que "Nunca pediré disculpas en nombre de los Estados Unidos de América. No me importa cuáles hayan sido los hechos”. Eventualmente, el gobierno de los EE.UU. expresó su "profundo pesar" por el incidente, pero nunca reconoció su responsabilidad legal, ni pidió disculpas formalmente a Irán, aun cuando pagó U$D 61.8 millones en compensación por daños.  En esto los norteamericanos siguieron el ejemplo del gobierno de Israel cuando sus aviones de combate atacaron el buque de investigación USS Liberty en aguas internacionales, matando a 34 miembros de la tripulación estadounidense e hiriendo a otros 171. Hasta el día de hoy los israelíes sostienen la ficción de que sus pilotos no sabían que estaban atacando un buque de los EE.UU., aun cuando los miembros sobrevivientes de la tripulación norteamericana declararon que la bandera estadounidense estaba desplegada y se la podía identificar con claridad.

  El canciller iraní, Javad Zarif fue al fondo de la cuestión cuando escribió por twitter que el desastre de marras más reciente fue causado por una combinación de "Errores humanos en un tiempo de crisis provocado por el aventurerismo estadounidense". La causa real de esta tragedia es el abandono de la diplomacia por parte de los EE.UU. bajo la Administración Trump y la prosecución de una política temeraria e imprudente que ha llevado al mundo al borde de una guerra nuclear.  Los EE.UU. comenzaron a recorrer este riesgoso camino cuando la Administración Trump abandonó el JCPOA (acuerdo nuclear de Irán) a instancias de tres ricos judíos: Sheldon Adelson, quien ha instado a lanzar bombas nucleares sobre Teherán, Bernard Marcus y el capitalista buitre Paul Singer.

  A la luz de esta tragedia, es tiempo de retornar a la diplomacia que el gobierno de los EE.UU. abandonó a instancias del lobby de Israel. Donald Trump, quien una vez dijo que nunca en su vida ha tenido que pedir disculpas por nada, tiene la ocasión de mostrar su arrepentimiento por haber creado esta situación, despidiendo al secretario del Tesoro Mnuchin, autor de las sanciones que constituyen un acto de guerra contra el pueblo iraní, y reemplazarlo por un hombre que represente los intereses del pueblo estadounidense y no a otros ricos judíos.

   En este sentido, Donald Trump se halla en un marcado contraste con el Líder Supremo de Irán, quien en el año 2010 pidió una disculpa pública por permitir la legalización de la contracepción en Irán cuando sucedió al Ayatollah Khomeini en 1989.  El Ayatollah Khamenei calificó esa decisión suya como el más grande error de su vida y rogó a Allah que lo perdonara. ¿Puede alguien identificar un líder mundial que haya realizado una declaración semejante? Yo no puedo.  Sólo espero que el Líder Supremo de Irán en ejercicio sea capaz de aportar una alternativa a aquellos que están decididos a seguir las políticas de la familia Bush y de los neoconservadores, quienes se rehúsan a pedir disculpas no importa "cuales sean los hechos" y continúan arrastrando a los EE.UU. al borde de otra guerra.




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jueves, 9 de enero de 2020

Ezra Pound: El poeta contra la usura – Ruben Calderón Bouchet




Los males de nuestro tiempo son muchos, pero uno de los más funestos es, indudablemente, el papel determinante que asumió la economía en el proceso de todas las actividades del espíritu. Ezra Pound lo vio así desde que comenzó la difícil tarea de pensar por su cuenta y se hizo conscientemente fascista contrariando los sentimientos de su pueblo y su educación. El fascismo representó para él el único camino transitable para devolver a la economía su situación de sierva en el orbe de nuestra civilización.

Nació en Idaho, Estados Unidos, el 30 de octubre de 1885 y luego de realizar estudios en la Universidad de Pensilvania y en el Hamilton College, fue encargado del curso de literatura romántica en la misma universidad donde estudió. A partir de 1910 vivió más en Europa que en los Estados Unidos. Sus continuos viajes a Italia lo pusieron en contacto con Mussolini y se convirtió en un admirador entusiasta de su régimen político. Indudablemente, los norteamericanos nunca pudieron entender por qué razones, un hombre que había bebido la leche y la miel de sus instituciones, mostraba en plena madurez, preferencias tan extrañas a la ideología de su patria.

Durante la última guerra mundial trabajó para una emisora de Roma e hizo propaganda a favor del fascismo. Inculpado de traición a la patria por el Tribunal del distrito de Columbia, es arrestado por el ejército de los Estados Unidos y exhibido en una jaula de acero como si fuera un mono en los alrededores de Pisa. Juzgado en Washington, fue declarado loco e internado diez años en un manicomio. De acuerdo con los cánones de normalidad psíquica estilados en los Estado Unidos, nunca recuperó su cordura porque jamás logró adaptarse a las exigencias del modelo social impuesto en su nación y cuando salió de su encierro, en 1958, volvió a Italia donde vivió con una hija suya hasta 1972, año de su fallecimiento en Venecia.


Eugenio Montale sostiene que Ezra Pound, filósofo, economista, esteta y desesperadamente individualista y egocéntrico, fue un socialista aristocrático que vomitaba a Marx, los derechos del hombre, la democracia, el capitalismo, a toda América y al judaísmo con ella. Se aferró con fuerza al mito inventado por Mussolini y por unos años, los mejores de su vida según su propia confesión, soñó con una civilización de la que habría sido eliminado el pecado capital de nuestro mundo: la usura.

Ezra Pound veía en el sistema capitalista, tal como se daba en las naciones sedicentes democráticas, una organización para explotar a los hombres y someterlos al monstruo de la usura. Resultaba imposible luchar por un orden justo mientras subsistieran las condiciones impuestas por ese sistema en la elección de los gobernantes. En tres días, los canallas, los monopolizadores, los mercaderes encontrarán alguna astucia para estafar al pueblo.

“En 1860 – continuaba Pound en un escrito ocasional – uno de los Rothschild tuvo la delicadeza de admitir que el sistema bancario sostenido por él era contrario al interés del pueblo y esto antes que las sombras de las prisiones hitleristas se abatieran sobre la fortuna o parte de la fortuna de esta acaudalada familia.”

“Es tarea de esta generación hacer lo que no han hecho los primeros demócratas. El sistema corporativo que concede al pueblo poderes en relación con su trabajo y vocación, les proporciona también medios para protegerse eficazmente contra las potestades del dinero.”

“Si os gusta la idea corporativa – agregaba Ezra Pound  – buscad otro sistema eficiente, pero no perdáis la cabeza, no olvidéis lo que busca la gente honrada. No os mintáis a vosotros mismos, no cambiéis el arado por una hipoteca, ni la hipoteca por un arado.”

Las fuerzas económicas deben ser disciplinadas para que sirvan las necesidades de la nación, y el principio áureo de la economía no puede ser enriquecimiento, sino alimentos sanos, techo decente, vestidos apropiados. Quien habla del trabajo como fuente de riqueza y no como medio de vida, es un estafador. Tiene el propósito de hacerse rico, no con su trabajo, sino con el manejo de las transacciones a costa de lo producido por otros.

“La historia de ese maldito siglo XIX no nos enseña más que la violación de ese principio por la usurocracia liberal. En suma, la doctrina del capital ha mostrado por sí misma que se la podía resumir como un permiso a los ladrones sin escrúpulos y a los grupos antisociales de corroer los derechos de la propiedad.”

Esta tendencia es muy vieja. Moisés la llamada Neshek. Podemos llamarla usura, aunque el término capitalismo le permite aspirar a un premio de virtud.
Entre las acusaciones que llovieron sobre Ezra Pound, una de las más eficaces para malquistarlo con la opinión pública norteamericana fue la de antisemita. Acusación gratuita y maligna porque en su actitud nunca fue un racista  lo dijo con toda claridad en un artículo publicado por Greater Britain Publications en 1939.

En ese artículo sostenía, con la intrépida decisión que caracterizó siempre su posición intelectual, que no estaba contra el judío como hombre, sino por su particular vocación al ejercicio de la usura.

“Aquí y para que nadie intente salirse del tema – afirmaba – quiero distinguir entre la prevención contra el judío como tal y la actitud del pueblo judío adopta frente a su propio problema.”

“¿Desea como individuo observar la ley de Moisés? ¿O se propone seguir robando a los demás, por medio del mecanismo de la usura y queriendo, no obstante, ser considerado como un buen vecino? Este último es el tipo de criterio que una innoble delegación británica intentó poner en vigencia mediante la correspondiente Sociedad de las Naciones. La usura es el cáncer del mundo, solo el bisturí del fascimo puede extirparla de la vida de las naciones.”

Los zurdos han pretendido que solamente ellos tenían la receta para curar el mal. La prueba de lo contrario está en la opípara alianza que hicieron con las usurocracias en contra de los países fascistas. ¿Existe una connivencia fundamental y más allá de las luchas entre sus testaferros entre los países capitalistas y los comunistas? Ezra Pound lo creía así, y los fascistas, en general, estaban convencidos de la existencia de este entendimiento en el nivel internacional.


Ruben Calderón Bouchet: “Una introducción al mundo del fascismo” Ed. Nuevo Orden. Bs. As. 1989


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miércoles, 8 de enero de 2020

Los dos Papas



Y finalmente, se cayó la máscara.

Cayó cuando el telón todavía estaba levantado. Es decir, cuando estaban registrando las cámaras. He ahí el drama.

El mundo pudo ver con sus propios ojos, que Dr. Jekyll y Mr. Hyde son el mismo sujeto, la misma persona. El mismo.

Dos papas conviven en uno.

El sonriente Francisco, el tierno Francisco, el humilde Francisco, perdió por un instante el efecto que la pócima milagrosa le daba, y retornó al primitivo estado de Bergoglio, ese ser grosero, violento, irascible e impiadoso.

Francisco venía sosteniendo la compostura, el don de gentes, la simpatía.

Pero de pronto, por obra de un pequeño, un ínfimo incidente imprevisto, apareció Bergoglio, el depredador que no soporta contradicciones.

Como el hombre que pisó a la niña en la nocturna calle londinense, según lo relatara Stevenson, este otro golpeó a la mujer con violencia inusitada en la noche romana. Ambos se sintieron amenazados, agredidos, estorbados, y actuaron con el mismo modus operandi.

La biopic de netflix (o netflit, pues es productora del género flit, es decir: venenoso, dejó pronto paso a la historia fantástica que algún día algún atrevido osará filmar. La extraña historia de los dos papas, en uno. Ya le regalo el título: “All about Jorge”.

Pero, un momento, ¿no somos acaso todos nosotros dos hombres en uno, no convive con el hombre nuevo el hombre viejo, según la enseñanza paulina?

En efecto, y ese hombre agazapado en nosotros a veces puede surgir, pero convengamos que generalmente los arrebatos o berrinches pertenecen al dominio de lo irracional infantil, o al peligro próximo inmediato con que nos sentimos amenazados: un asaltante violento que coloca una pistola en nuestro abdomen y nos maltrata de manera atroz, o cosa semejante.

Nadie está exento de ninguna bajeza, o, como decía San Agustín: «No hay pecado posible en un hombre con el que yo no pueda mancharme» o la Imitación de Cristo: «Todos somos frágiles; pero tú a nadie tengas por más frágil que tú.» [Libro I, c. 2]. Pero convengamos que se espera que el Sumo Pontífice dé el ejemplo de ser dueño de sí mismo. Y no se trata de “hacer leña del árbol caído”, sino de entender la carga simbólica que esta escena penosa y grotesca, más propia de una película de Fernandel o Pepe Arias, que de un Sumo Pontífice ante sus fieles, trae consigo. Porque esto es el síntoma de una enfermedad, que sale a la luz.

Esto es un caso distinto: el hombre que disfruta de bañarse entre las multitudes, que goza de ser toqueteado, fotografiado, registrado, entrevistado, alabado y aplaudido, de pronto, como si se tratase de un taxista cuyo auto fue encerrado por un colectivero en una esquina porteña, o de un barrabrava herido en su orgullo futbolístico por un clásico rival, súbitamente se encoleriza y “se le sale la cadena” por un pequeño tironeo hecho por la mano de una pequeña mujer oriental. ¿Es para tanto? ¿O será que esa mano pequeña y femenina, había adquirido una fuerza inusitada, tras haberse santiguado, haber rezado y haberse animado a hacer un reclamo por todo un pueblo tiranizado? ¿Era la fuerza de todo un pueblo mártir que estaba tironeando del devastador líder peronimodernista, haciéndole perder el equilibrio? ¿A cuántos estaba representando ese simple gesto de una mano urgida y unas palabras clamando al Vicario de Cristo por quien seguramente habría estado ese pueblo rezando?

La mujer oriental, según se ve, se salió del papel habitualmente esperado: a su alrededor no hay sino fans de sonrisa bobalicona, que parece van a idolatrar al papa, como mañana pueden hacerlo con el actor de cine, el futbolista o…la Pachamama. En cambio la mujer china está y permanece seria, sin euforia ni ánimo festivo.

La insignificancia del incidente junto con la desproporción de la reacción, ameritan una interpretación no sólo del orden psicológico –que alguien hará seguramente- sino simbólico-religioso.

Así es como de lo que acá se está hablando no es de las imborrables miserias humanas que todo hijo de Adán y Eva –salvando la Santísima Virgen Corredentora- porta en sí. Acá de lo que se debe hacer mención es de la “acepción de personas” en cuanto al celo o furor pontificio. Puesto que con los enemigos furibundos de la Iglesia, con los deicidas, los herejes, los satanistas, los mundialistas masónicos y los idólatras pachamámicos, Francisco es todo sonrisas, abrazos, besos y “cultura del encuentro”. Con los fieles de a pie que se muestran “rígidos”, es decir, respetuosos de la Tradición, afectos a la sana doctrina, amantes de María y promotores de la recta moral, contra esos, palabras áridas, gestos despóticos y golpes en las manos.

De lo que acá se trata es de una imagen falsificada del cristianismo, que de pronto pierde su máscara y, por una nimiedad increíble, muestra su verdadero y horrible rostro. Dr. Jekyll es en verdad el disfraz de Mr. Hyde.

El que hasta ahora no lo había visto, ahora no puede no verlo. Esa es la importancia que cobra esta pequeña escena de teatro.

La película de netflit, con esto, se viene abajo. Y el pontificado de Francisco se cae a pedazos.

De modo tal que una situación que podría haberse tratado de un simple incidente, pasó a tomar cuerpo de símbolo, pues se trata de desnudar toda una impostura, y no sólo de Francisco, sino del modernismo que se ha aposentado en Roma desde el Vaticano II y busca ahora llevar la herejía hasta sus últimas consecuencias.
Si queremos apartarnos de esta falsificación presentada a nuestros ojos como si fuese verdaderamente católica, veamos el modelo que nos es propuesto, así como lo contaba el Padre Ezcurra:

“De qué manera en Cristo se juntan las virtudes aparentemente más opuestas. ¡Cómo nos han querido falsificar a Cristo en esas imágenes que antes veíamos! ¡Cómo nos han falsificado a ese cristo dulzón, a ese cristo sentimentalón, a ese cristo barato! ¡A ese cristo difuminado, a ese cristo unisex!
Cristo reúne al mismo tiempo la tremenda misericordia hacia aquellos que tienen hambre, hacia el pecador arrepentido, hacia el publicano, hacia la prostituta, el amor por los niños y al mismo tiempo las palabras más fuertes y más duras. El mismo Cristo que perdona a los pecadores, que cura a los enfermos, que resucita al hijo de la viuda, que llora sobre la tumba del amigo, es el Cristo que cuando PROFANAN LAS COSAS DEL PADRE ES CAPAZ DE AGARRAR EL LÁTIGO Y SACAR A LATIGAZOS A LOS MERCADERES DEL TEMPLO. Los mismos labios de Cristo que son capaces de decir "Dejad que los niños vengan a mí" son capaces de decir, frente a la soberbia de los fariseos. "sepulcros blanqueados", "raza de víboras”, "ay de vosotros escribas y fariseos hipócritas".
(Tu Reinarás, págs. 26-27)

Hoy que casi todos los pastores están mudos, Dios se vale de los fieles de a pie para “hacer lío”, pero del que hay que hacer, frente al atropello de los enemigos de Cristo: un joven austríaco, una mujer china, armaron gran revuelo. También un obispo perseguido y oculto, pero que habla con auténtico coraje, con claridad y sin eufemismos. ¡Ojalá los que se dicen tradicionalistas o conservadores hablaran de esa forma, sin ningún compromiso!

La máscara cayó del todo, y una simple mano bastó para desequilibrar al gran responsable de la catástrofe actual en la Iglesia. Actitudes valientes que se repitan, que se animen, que sin perder el sentido de pertenencia a la Iglesia, empujen la mentira fuera de obra, animarán a más fieles, quizás a algún clérigo (aunque esto es más difícil, lamentablemente), a seguir pugnando contra la falsedad y la impostura de los ocupantes y asaltantes de la Iglesia, de los revolucionarios que por más películas que hagan para exaltarse, por más medios que manejen para promoverse, por más periodistas que compren para ocultarse, en algún momento inesperado, muestran sus garras y sus colmillos, pero también sus pies de barro, tambaleantes y frágiles.

La mentira siempre termina saliendo a la luz. Y no hay fuerza como la fuerza de la verdad, no es necesaria otra cosa para arrancar las máscaras todas, allí donde estén. Pero esa fuerza se la da a quienes de verdad la aceptan y la proclaman entera, con prudencia pero sin pusilanimidades. Los enemigos son vulnerables. Hay que tener gestos audaces, decididos. Cada vez más fieles católicos comprenden lo que ocurre y están dispuestos a defender a sus buenos pastores. En esa línea, allí es donde hay que apuntar, a ese liderazgo a demandar a Dios y la Virgen mediante el Rosario, a que surja un clero “no juramentado”, vigilante, combativo, esclarecido, sin máscaras ni dobleces.

En definitiva: santo. Basta de publicidad, de películas y de teatro. Llaneza y simplicidad, rectitud y cruz, nos evitarán continuar esta mise-en-scène desquiciada, que termina en el abismo de allá abajo.

Fray Llaneza




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martes, 7 de enero de 2020

El desmelenado presidente Donald Trump y la crisis iraní - Luis Alvarez Primo






Lo que sigue es una breve síntesis de los conceptos expresados por el Dr. E. Michael Jones a la televisión iraní   en una entrevista de Press T.V. en ocasión de la crisis en curso entre EE.UU. e Irán.

 La ‘hybris’ del Comandante en Jefe de la FF.AA. norteamericanas y ‘twitero’ jefe de la diplomacia norteamericana, Donald Trump, manejado por el lobby israelí en los EE.UU.  lo ha llevado a extralimitarse  con un acto criminal  de guerra en violación de todas la normas del derecho internacional.

La gravísima crisis entre los EE.UU.  e Irán precipitada por el asesinato del prestigioso General Soleimani, acción desmesurada, desproporcionada, criminal e ilegítima que ha puesto al mundo al borde de una nueva guerra, tiene una causa inmediata y una causa lejana.  La causa lejana es el imperialismo norteamericano que en relación a Irán data de 1953 cuando la CIA de los EE.UU. y el M16 británico impulsaron el golpe de estado que removió el gobierno legítimo de Mossadegh e instaló en el poder al Sha Reza Palevi. La causa inmediata tiene su origen en la renuncia al acuerdo nuclear entre la República Islámica de Irán y los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y la Comunidad Europea por parte del Gobierno de Donal Trump, a instancias del lobby judeo-israelí en los EE.UU. que busca precipitar una guerra con Irán para servir los intereses geopolíticos imperialistas de Israel.


Los verdaderos responsables de esta política belicista criminal estadounidense son cuatro judíos sionistas: Los ricos financistas Sheldon Adelson, Bernard Marcus y Paul Singer, principales aportantes del Partido Republicano y de la campaña de Trump. El otro es el fanático sionista Benjamin Netanyahu, Primer Ministro de Israel, quien dice a los norteamericanos “yo les tengo el saco mientras ustedes pelean”.


Un factor humano psicológico habría contribuido a precipitar la situación: es el hecho de que Trump, superado por el stress, las tensiones y las presiones de su entorno belicista, que no lo justifican en absoluto, lo han precipitado a la gravísima decisión criminal que tomó, y que, además, parece empeñado en profundizar cuando ‘twitea’ que “tiene identificados 52 sitios culturales” de Irán para atacar en caso de una represalia Iraní. Ese entorno belicista (‘warmonger’) del llamado ‘Deep State’  (estado profundo) vive de y para la descomunal maquinaria de guerra estadounidense.  La red mediática judía mundial acompaña batiendo el parche con el tema de la presunta y eventual represalia iraní con el fin de azuzar al león herido para que reaccione y se precipite en una guerra de consecuencias destructivas jamás vistas dada la sofisticación tecnológica militar alcanzada.

La táctica ya conocida de los belicistas judeo-estadounidenses va desde la mentira, las falsas denuncias y la abierta provocación hasta el operativo de ‘falsa bandera’ para provocar una reacción precipitada e inmediata que luego los justifique, tal como se vio en estos años en Iraq, Siria y otros lugares del mundo, sin excluir la Argentina.

Irán, una nación con una civilización de más de 2500 años, debería evitar precipitarse ante esta provocación, con una reacción y una represalia que tendría gravísimas consecuencias para su propio pueblo en particular y para el mundo en general. La alternativa, por ingenua que parezca, es que la acción criminal de Trump y su Gobierno sea sometida a los procedimientos políticos y legales previstos por el sistema constitucional de los EE. UU y el concierto internacional para resolver este delicado asunto.  Si Irán resiste la tentación de una represalia inmediata, el propio pueblo norteamericano probablemente no tolerará más y removerá a un presidente extraviado y alucinado en el poder. 


Luis Alvarez Primo



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