San Juan Bautista

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sábado, 28 de septiembre de 2019

Respuestas breves a Fernando Romero Moreno - Antonio Caponnetto


              
RESPUESTAS BREVES

A UNAS OBJECIONES DE FERNANDO ROMERO MORENO

POR  ANTONIO CAPONNETTO

       1-Doy por sentado lo que es una evidencia, y lo que el gracejo popular convirtió en tópico: “si tiene patas de elefante, trompa de elefante y orejas de elefante, luego... es un elefante”. Si ya no predican la tesis católica de manera explícita y reiterada; si no lamentan su ausencia en las bocas de sus declaraciones públicas partidarias; si aquél al que han elegido como candidato para que los represente, no tiene la menor idea de lo que es la “tesis” católica, y mucho menos quien lo secunda como candidata a vicepresidenta; pues es una patencia empírica que la tesis católica, de hecho, ha sido abandonada. Lo que no obsta que, en las actividades académicas o docentes individuales de algunos de los integrantes de NOS, dicha tesis pueda ser expuesta o defendida. Ni lo sé ni lo niego, ni hace al punto. La evidencia, insisto, prueba que la tesis católica ha sido abandonada en los hechos políticos que protagonizan. Y esto es contrario al magisterio de San Pío X, y de la Tradición, en general.

              2-Si se reconoce “que de ordinario consideramos como algo negativo” al sufragio universal, y que “el sistema efectivamente es perverso”, y que “en multitud de ocasiones el sufragio universal es intrínsecamente perverso”:
               a) antes de retrotraer el debate a un punto ya doctrinariamente abordado cual es el de la mentira universal, mala siempre y en todos los casos;
               b)antes de retrotraer el debate a otro punto ya doctrinariamente abordado, cual es el de la imprudencia de aplicar intrincados rodeos casuísticos para justificar nuestra cooperación con el sistema;
              c)y antes,sobre todo, de retrotraer el debate a otro punto ya abordado cual es el del conjunto de criterios circunstanciales que San Pío X les hizo llegar a un sector de los católicos españoles para que resolvieran sus conflictos partidarios, pero teniendo en cuenta los criterios doctrinales perennes que inculcó y exigió el mismo Papa, preguntamos: ¿por qué el 27 de octubre de 2019 (en el estado de agudísima descomposión moral, espiritual, etc,etc, en que se encuentra nuestra sociedad) habría de ser el “Día D” de la supuesta excepción, y votando nada menos que a una dupla que, en materia de tesis católica, y en general, ha dado ya sobradas pruebas de error,ignorancia, confusión y mentira?
                  “Basta que haya una excepción –se dice- para que un determinado acto no deba reputarse como intrínsecamente malo por su objeto”. Cierto. ¿En qué bases sólidas, confiables, seguras y objetivas, se puede establecer que sufragar universalmente al NOS el próximo 27 de octubre, debiera considerarse como la presunta excepción que le despoje de ingénita malignidad a la demencia maldita y de inspiración satánica, de que en la cantidad radica la soberanía?

                  3-“Si San Pío X admitía que en España, la doctrina de los sacerdotes contrarios al integrismo no contradecía la moral católica, en buena lógica” NO “se desprende que no siempre el sufragio universal es intrínsecamente malo”. Estudiando esos hechos en particular se desprenden otras cosas:
        a)Que San Pío X estaba tratando de resolver un litigio específico y concreto suscitado entre dos facciones de católicos españoles. Era para resolver una confrontación peculiar y localizada que hacía llegar sus normas y criterios. No estaba hablando urbi et orbi. Lo que no quiere decir que deba desoírse cuanto nos dice.
          b)Que la facción no integrista no iba en contra de la moral católica en relación con su postura sobre el llamado mal menor, bien posible o candidato menos indigno.
          c)Que el sufragio universal propiamente hablando no regía en la España ante la cual San Pío X dirime este conflicto entre católicos. Y que existiendo sí cierta universalidad por el predominio del factor cuantitativo, el Papa aconseja mitigar los efectos devastadores de la tal universalidad, ciñiendo la votación a casos comarcales o regionales, y sólo con grandes cautelas y reparos a casos nacionales.

          4-No comparo “como si fueran similares “la norma del non expedit que regía en aquel tiempo para Italia con la situación de Francia y con la de España”. Las comparo analógicamente. Y deductivamente. Dos operaciones lógicas legítimas; de una logicidad de la que carecen quienes creen obstinadamente que de la mentira universal del sufragio podrá salir la defensa de la Verdad Católica, que necesita la Argentina.

           Sí en cambio hay una similitud forzada entre el modo en que San Pío X, a comienzos del siglo XX, resolvió un problema específico suscitado entre católicos españoles de cierto tiempo y espacio, con nuestro situación nacional general del siglo XXI. Tanta es la similitud forzada que se titula a la transcripción (muy mezclada ,revuelta y absolutamente descontextualizada) de las normas dadas por Roma entonces: “Algunos criterios de San Pío X especialmente recomendables para ciertos nacionalistas católicos argentinos”.

          De esa comparación analógica y deductiva antes mentada, es que se puede extraer la conclusión de la irrecomendabilidad de formar parte activa del sistema, apostando a la partidocracia y al sufragio universal. Por eso sí viene al caso, y de un modo muy especial y enfático, lo del “mejor régimen electoral” que preocupaba tanto a San Pío X.

          Es curioso. Se reclama con insistencia una doble respuesta a la pregunta qué hay que hacer y cuál es la solución. Y cuando un Papa santo la propuso, se la ignora diciendo despectivamete que no viene al caso. No sé cuántos católicos conocen hoy la encíclica “Il fermo proposito”, y su propuesta teórico-práctica para orientar la acción política. Pero es seguro que no la conocen los dirigentes del NOS. Lo que nos parece gravísimo, pero obvio.

          5)Conozco las reglas que se mencionan de San Pío X; las he analizado en varias ocasiones, aunque en esta oportunidad se presentan de un modo tan desorganizado que, por momentos –sólo por momentos y fragmentariamente- parecen irreconocibles. Conozco, subrayo, tales normas, que han cobrado hoy la masiva difusión que les otorga estar digitalizadas en varios sitios. Y las he omitido voluntariamente en esta ocasión, no por el grado de acuerdo o desacuerdo que puedan tener con mis apreciaciones, sino porque sin la plataforma total y completa que le dan a esas normas su plena inteligibilidad y significación, pueden provocar y de hecho provocan mayores confusiones que las ya imperantes. Presentarlas sin el detallado y minucioso contexto epocal y ambiental, puede resultar tan engañoso como comprar una casa rigiéndose por las fotos que exhiben de la misma las inmobiliarias.
Al respecto, el lector podrá consultar de manera ordenada esas normas y pautas pontificias, contenidas en la carta del Cardenal Merry del Val, fechada el 3 de mayo de 1911, y dirigida al  Señor Cardenal Aguirre y García, Arzobispo de Toledo. Contiene la misiva las  “Normas de San Pío X para los católicos españoles”, emitidas el 20 de abril de 1911.

Puedo asegurar respetuosa y responsablemente, que algo menos de la mitad de esas prescripciones pontificias, de ser obedecidas por muchos católicos, deberían en conciencia, no sólo renunciar al NOS, sino denunciarlo y desenmascararlo por constituir a todas luces una falsa bandera. Dice, por ejemplo, San Pío X:

“Es deber, además, de todo católico el combatir todos los errores reprobados por la Santa Sede, especialmente los comprendidos en el Syllabus, y las «libertades de perdición» proclamadas por el llamado «derecho nuevo ó liberalismo», cuya aplicación al gobierno de España es ocasión de tantos males”

           “Téngase siempre presente la doctrina de León XIII en la Encíclica Libertas” [...]. Que los católicos que se llaman liberales, en primer lugar acepten sinceramente todos los capítulos doctrinales enseñados por la Iglesia y estén prontos á recibir los que en adelante ella misma enseñare: además, ninguna cosa se propongan que explícita ó implícitamente haya sido condenada por la Iglesia: finalmente, siempre que las circunstancias lo exigieren, no rehúsen, como es razón, expresar abiertamente su modo de sentir conforme en todo con las doctrinas de la Iglesia”.

              Da vergüenza ajena cotejar estas firmes resoluciones de San Pío X con los balbuceos, las heterodoxias, las inconsistencias y la enorme pobreza intelectual,lingüística y argumentativa de la dupla católico-evangelista que se presenta como candidata del NOS.

                6-Finalmente, en el punto 4 de su Declaración, que es, sin dudas, el más logrado de todos, reconoce el Dr. Fernando Romero Moreno que  “acerca de la participación dentro del sistema la considera como una excepción, habiendo aclarado multitud de veces que no defiende que con esto se pueda cambiar el sistema desde adentro (una verdadera utopía), salvar la Argentina ni restaurar la Cristiandad, sino tan solo y en el mejor de los casos, poner <palos en la rueda al Enemigo> (por caso, evitar que se imponga coactivamente la ideología de género en los colegios privados)”.
         Pues bien; es un error de consecuencias graves el que acaba de enunciarse, y para cuyo análisis está en prensa un nuevo libro de mi autoría titulado “Democracia y Providismo”. Sé que Fernando lo leerá y que seguirán nuestras diferencias y coincidencias.

           Provisoriamente, lo único que puedo adelantar es que el fin de la política no es poner palos en la rueda del enemigo, sino cooperar activamente, y sin abstencionismo alguno, a la consumación del bien común completo. Flaco favor le haríamos a la ciencia arquitectónica del Bien Común, y servida en bandeja le entregamos entonces nuestra derrota al enemigo, si reconocemos que todo cuanto podemos hacer no es siquiera avanzar contra él sino ponerle palos en su rueda. Para eso, hubiera sido preferible que NOS se olvidara de la primera palabra de la constitución liberal de 1853, y que se hubiera denominado P.P.R:Partido de los Palos en la Rueda.

            Es necesario volver a distinguir, con el magisterio clásico, entre participar en política y participar políticamente, según la didáctica fórmula que acuñara Estanislao Cantero. Si de lo primero abominamos, lo segundo lo proponemos. Sí; por supuesto, y como siempre lo hemos predicado y ejecutado, desde nuestra temprana militancia en el Nacionalismo Católico. Militancia ya extensa, durante la cul no hemos visto jamás las compañías de quienes ahora han descubierto la pólvora de la defensa de la vida y el mediterráneo de la custodia de los “valores”,con perdón del maxschelerismo.

Ante la situación política general que vivimos,hombres de toda edad y condición, con estados de ánimo diferentes,formulan privada o públicamente dos preguntas fatídicas. ¿Cuál es la solución?, sería una; y ¿qué hacer?, la otra.


Los interrogadores, con toda legitimidad y sentido de la urgencia, no quieren saber nada con lo que ellos llaman “respuestas teóricas, abstractas o principistas”. No quieren contestaciones “filosóficas” sino operativas. No “conceptuales” o “inmovilistas” sino concretas. Casi como el paciente mutilado de su pierna derecha,a quien se le ofrecen todos los argumentos espirituales para superar el trance, pero que está necesitando perentoriamente una prótesis, cómo saber usarla y de qué modo seguir caminando por la vida.


Si los preguntones son sujetos equilibrados y virtuosos, plantearán sus demandas con el tono de quien desea aportar sus servicios, sin saber exactamente la manera más eficaz de hacerlo. Son los que están dispuestos a poner el hombro,mas quieren saber exactamente debajo de qué viga. Tienen la honorable y regeneradora humildad de los que entienden la misión del ladrillo y la semilla en la labor de construir y forjar frutos. Son granazón y adobe, siempre prontos al sembradío y a levantar un muro protector donde haga falta.


El inolvidable Ángel Miguel Salvat llamaba a estas personas “almas de pie de gallo”. “Pie de gallo –cantaba- ¿quién no recuerda su figura austera y protectora en las orillas de los ríos mendocinos?. Tres largos troncos (patas), tres varas, una bolsa de alambre tejido y canto rodado son los elementos esenciales para su construcción.


Su función: defender, encauzar, recuperar terreno, restar violencia al aluvión, asegurar obras de derivación de los canales, echar raíces y contribuir a la forestación de las zonas ribereñas indefensas. En resumen, garantizar seguridad al hombre que trabaja la tierra forjando con su esfuerzo la grandeza de la patria.


Alma de pie de gallo anima y vivifica a los hombres que en la sociedad se constituyen en salvaguarda del bien común, en garantía de paz, de justicia y libertad. Alma de pie de gallo impulsa a los ciudadanos capaces de encauzar las avalanchas que irrumpen en una comunidad amenazando arrollarlo todo con su fuerza ciega y descontrolada. Pie de gallo: digno ejemplo para hombres dignos”.


Es una gran respuesta a las dos preguntas conminatorias. Pero para inteligirla como tal hay que tener de lo real un conocimiento poético, en el sentido clásico de la expresión, que dice referencia al pulcrhum,en tanto trascendental del ser. Inmersos de la cabeza a los pies en el prosaismo, el grueso de los mortales seguirá pensando que esta gran respuesta es inválida. Lo sentimos por ellos, porque es una notable resolución.

 


                  Buenos Aires, Fiesta de San Miguel Arcángel, 2019.

 



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