San Juan Bautista

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sábado, 27 de agosto de 2016

Ni vacas sagradas ni mercaderes cobardes (Editorial) – Antonio Caponnetto



     Cuando un hecho político alcanza relieves burdísimos y se exhibe con una impudicia tan tosca cuanto palurda, resulta difícil –por lo obvio- ensayar algún comentario. El deber de simples cronistas nos impele a registrarlo, pero la fatiga moral del módico ciudadano se resiste a abundar en detalles.
   
     Ese hecho grotesco al que estamos aludiendo ha tenido como figura central a la becerra destartalada que responde al nombre de Hebe de Bonafini. Es innecesario abundar en tecnicismos o reconstruir los aspectos jurídicos de lo sucedido. El país entero sabe que esta mujer –parida en los sumideros del resentimiento marxista- está acusada con suficientes fundamentos de actos de defraudación y latrocinio; por decir lo menos. Pero que no sólo puede hacer alarde de su impunidad sin restricciones, sino burlarse durante largas jornadas de todas las instancias institucionales que rigen para cualquier habitante en sus mismas condiciones delictivas.
  
     Y sabe el país entero, asimismo, que para ejecutar tan osado sainete, cuenta con el respaldo, por acción u omisión, de aquellos que supuestamente deberían llevarla hasta las puertas mismas de la cárcel. Todos son cómplices de esta escandalosa lenidad. Desde Bergoglio que le tiende su mano con sobreactuada complacencia –esa misma mano, ¡ay!, negada a los guerreros cautivos o a los católicos cabales- hasta Mauricio Macri que, como buen budista, admite que las vacas son sagradas, e incluso, para la fiesta de Gopastami, sabe que se las baña, decora y venera de un modo especial. Se puede conculcar la justicia, pero no las ofrendas debidas al krishna democrático.

     Quedará para mejores analistas determinar cómo un adefesio de visibles contornos rapiñeros se ha convertido en sacra res, a la que no sólo no se puede perturbar en su calamitoso pastoreo, sino  que hay que agradecerle cada vez que se le ocurre ciscarse y berrear en público. Es una historia larga que venimos denunciando desde hace cuatro décadas, y que no exime de culpas a quienes debiendo comportarse como fusileros públicos de los terroristas optaron por trocarse en desaparecedores clandestinos. Como tampoco exime de culpas a la gentuza de toda índole que cree que detrás de cada desaparecido hay necesariamente un inocente, un héroe glorificable, un joven maravilloso y una cifra inventada.
  
     En cuanto a los hombres decentes que con razón se escandalizan ante tan sucio favoritismo, les recomendamos dos reflexiones, hijas ambas del sentido común. La primera, que no se puede levantar estatuas a las causas y cadalsos a las consecuencias. Si se han erigido miles de efigies al derechohumanismo guerrillero, no puede pretenderse ahora que esos monumentos indignos no nos aplasten con el peso de su ruindad. La segunda reflexión es para que se tome conciencia, una vez más, de la mentira ingénita de este sistema político, que adopta una actitud hímnica ante la noble igualdad, cuando en la práctica hay unos iguales que de tan distintos, a causa de sus privilegios, pueden reírse en la cara del resto de los mortales.
  
     Reconozcamos; eso sí, que la vaca sagrada tiene su épica. De establo, boyeriza y cochiquera; pero la necesaria para enfervorizar a sus adeptos, sean kirchneristas o de otras ramas de la zoología. Enfrente, en cambio,la épica oficial levanta los pendones del ahorro del gas y de energía, porque según la lógica de estos mercaderes infames, una nación se desarrolla, no en la línea que le trazan sus paladines santos o heroicos, sino los organigramas de la Shell y de Edesur.

     No se combate a las reses rencorosas y cornudas con los mugidos de los cobardes. Se necesita el cayado señorial y justiciero de un pastor con porte regio, como decía Agustín de Foxá. Ni se combate a los cartagineses y a los fenicios con pokemones democráticos, sino con soldados de estirpe romana y corazón de cruzados. Quede predicada esta doble necesidad que nos impetra desde el fondo mismo de nuestro ser cristiano. El resto lo decide Dios, Señor de la Historia.


Antonio Caponnetto



Nacionalismo Católico San Juan Bautista

8 comentarios:

  1. La Historia toda colapsa fin civilizatio, y estos locos marxistos y masones arrasan con todo, antes del juicio crístico que se ve cercano.

    paco1 JESUITAS con sus DIAS CONTADOS...

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  2. Adonde está El CUERPO se juntan las águilas..
    Dios de los corazones sublime redentor domina las naciones y enseñales tu amor

    pasearon el Corpus por nuestros solares los hombres que luego fundaban ciudades....
    espigas dan hostias y leños altares...

    https://youtu.be/F4bd_q3tpdM

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  3. https://youtu.be/ju7XqN_W4j0
    muy pero muy pero muuuuy bueno!!

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  4. Salve Maria!
    El Dr. A. Caponnetto es un auténtico defensor de la Verdad y de la Justicia. Personas ilustres no salen en la tv y otros medios -cuando en tiempos normales deberían ser invitados- porque ellos denuncian el error, la calumnia, la falsedad.
    Estamos en "democracia" gérmen de la Rev. francesa de 1789, por lo tanto lo que viene de Dios Padre queda en el anonimato, mientras los poderes de toda laya son aplaudidos. Hasta que venga Cristo Rey a juzgar a vivos y muertos y ninguno de los perversos y sodomitas pertenecerán al Reino Eterno.
    Muchas voces deberían levantarse como lo hace el buen católico de Antonio!
    Roguemos a la Inmaculada Concepción de María Ssma. para que pronto su Corazón Inmaculado triunfe como lo prometió en Fátima.

    ¡Fortis in Fide!

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    1. Para eso debe venir un Papa verdadero y hace la consagración de Rusia.

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    2. https://youtu.be/6GaorOLFIT4
      Padre Giulio Maria TAM - La Santìsima Trinidad quiere exaltar la Santìsima Virgen
      Interesante lo que cuenta de una comisión posconciliar para degradar los dogmas de la VM.

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  5. Antonio ,cuanto comparto su lucido pensamiento.Me gustaría exponer un aspecto complementario a su post .De la boca de esta señora en donde se desprende su verborragia gonorreica también se deja expuesta en su propia bajeza el rechazo y la condena social de quienes estan hartos de insultos , ruido emocional , provocacion y aunque los ciudadanos no expresen abiertamente su indignación y saturacion de estas maneras de tratar, herencia de la cloaca marxista.Como bien dice usted ,la omisión ,grave pecado de nuestra sociedad ,pero tambien en esto subyase siempre algo que puede ser acumulativo y estallar en la rabia de despreciar internamente lo que es grotesco y repudiable en todo el sentido de la palabra. Probablemente la Señora Bonafini con su actitud cava su propia condena pues de su boca sale su debilidad y en el silencio o indiferencia del Presidente gana, por decir ,algo de dignidad ...esto es pensando desde una "supuesta estrategia política por parte del gobierno actual" ...pero comparto que desde lo legal la justicia esta sorda ,ciega y muda. Mis mayores repetos .
    Le saluda Pablo Daniel Stimolo

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    1. justicia garantista montonera guerrillera marxista erpiana....le garantizan al ladrón que va a poder seguir robando a sus anchas...

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