San Juan Bautista

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jueves, 25 de septiembre de 2014

El Papa tendrá que dar cuentas a Dios, ya que no a mí – Mons. Rogelio Livieres Plano


Al Cardenal Marc Ouellet
Prefecto de la Congregación para los Obispos
Palazzo della Congregazioni,
Piazza Pio XII, 10, 00193 Roma, Italia. 25 de septiembre de 2014

Eminencia Reverendísima:

  Le agradezco la cordialidad con que me recibió el lunes 22 y el martes 23 de este mes en el Dicasterio que preside. Igualmente, la comunicación por teléfono que me ha hecho hace unos momentos de la decisión del Papa de declarar a la Diócesis de Ciudad del Este sede vacante y de nombrar a Mons. Ricardo Valenzuela como Administrador Apostólico.

  Tengo entendido que el Nuncio, prácticamente en simultáneo con el anuncio que Su Eminencia me acaba de dar, ha realizado una conferencia de prensa en el Paraguay y ya se dirige hacia la Diócesis para tomar control inmediato de la misma. El anuncio público por parte del Nuncio antes de que yo sea notificado por escrito del decreto es una irregularidad más en este anómalo proceso. La intervención fulminante de la Diócesis puede quizás deberse al temor de que la mayoría del pueblo fiel reaccione negativamente ante la decisión tomada, ya que han manifestado abiertamente su apoyo a mi persona y gestión durante la Visita Apostólica. En este sentido recuerdo las palabras de despedida del Cardenal Santos y Abril: «espero que reciban las decisiones de Roma con la misma apertura y docilidad con que me han recibido a mí». ¿Estaba indicando que el curso de acción estaba ya decidido antes de los informes finales y el examen del Santo Padre? En cualquier caso, no hay que temer rebeldía alguna.Los fieles han sido formados en la disciplina de la Iglesia y saben obedecer a las autoridades legítimas.

  Las conversaciones que hemos mantenido y, aparentemente ya que no los he visto, los documentos oficiales, dan por justificación para tan grave decisión la tensión en la comunión eclesial entre los Obispos del Paraguay y mi persona y Diócesis: «no estamos en comunión», habría declarado el Nuncio en su conferencia.

  Por mi parte, creo haber demostrado que los ataques y maniobras destituyentes de la que he sido objeto se iniciaron ya desde mi nombramiento como Obispo, antes incluso de que pudiera poner un pie en la Diócesis –hay correspondencia de la época entre los Obispos del Paraguay con el Dicasterio que Su Eminencia preside como prueba fehaciente de ello. Mi caso no ha sido el único en el que una Conferencia Episcopal se ha opuesto sistemáticamente a un nombramiento hecho por el Papa contra su parecer. Yo tuve la gracia de que, en mi caso, los Papas san Juan Pablo II y Benedicto XVI me apoyaran para seguir adelante. Entiendo ahora que el Papa Francisco haya decidido retirarme ese apoyo.

  Sólo quiero destacar que no recibí en ningún momento un informe escrito sobre la Visita Apostólica y, por consiguiente, tampoco he podido responder debidamente a él. A pesar de tanto discurso sobre diálogo, misericordia, apertura, descentralización y respeto por la autoridad de las Iglesias locales, tampoco he tenido oportunidad de hablar con el Papa Francisco, ni siquiera para aclararle alguna duda o preocupación. Consecuentemente, no pude recibir ninguna corrección paternal –o fraternal, como se prefiera– de su parte. Sin ánimo de quejas inútiles, tal proceder sin formalidades, de manera indefinida y súbita, no parece muy justa, ni da lugar a una legítima defensa, ni a la corrección adecuada de posibles errores. Sólo he recibido presiones orales para renunciar.

  Que mis opositores y la prensa local hayan recientemente estado informando en los medios, no de lo que había pasado, sino de lo que iba a suceder, incluso en los más mínimos detalles, es sin duda otro indicador de que algunas altas autoridades en el Vaticano, el Nuncio Apostólico y algunos Obispos del país estaban maniobrando de forma orquestada y dando filtraciones irresponsables para «orientar» el curso de acción y la opinión pública.

  Como hijo obediente de la Iglesia, acepto, sin embargo, esta decisión por más que la considero infundada y arbitraria y de la que el Papa tendrá que dar cuentas a Dios, ya que no a mí. Más allá de los muchos errores humanos que haya cometido, y por los cuales desde ya pido perdón a Dios y a quienes hayan sufrido por ello, afirmo una vez más ante quien quiera escucharlo que la substancia del caso ha sido una oposición y persecución ideológica.

  La verdadera unidad eclesial es la que se edifica a partir de la Eucaristía y el respeto, observancia y obediencia a la fe de la Iglesia enseñada normativamente por el Magisterio, articulada en la disciplina eclesial y vivida en la liturgia. Ahora, empero, se busca imponer una unidad basada, no sobre la ley divina, sino sobre acuerdos humanos y el mantenimiento del statu quo. En el Paraguay, concretamente, sobre la deficiente formación de un único Seminario Nacional –deficiencias señaladas no por mí, sino autoritativamente por la Congregación para la Educación Católica en carta a los Obispos de 2008. En contraposición, y sin criticar lo que hacían otros Obispos, aunque hay materia de sobra, yo me aboqué a establecer un Seminario diocesano según las normas de la Iglesia. Lo hice, además, no sólo porque tengo el deber y el derecho, reconocido por las leyes generales de la Iglesia, sino con la aprobación específica de la Santa Sede, inequívocamente ratificada durante la última visita ad limina de 2008.

  Nuestro Seminario diocesano ha dado excelentes frutos reconocidos por recientes cartas laudatorias de la Santa Sede en al menos tres oportunidades durante el pontificado anterior, por los Obispos que nos han visitado y, últimamente, por los Visitadores Apostólicos. Toda sugerencia hecha por la Santa Sede en relación a mejoras sobre el modo de llevar adelante el Seminario, se han cumplido fielmente.

  El otro criterio de unidad eclesiástica es la convivencia acrítica entre nosotros basada en la uniformidad de acción y pensamiento, lo que excluye el disentimiento por defensa de la verdad y la legítima variedad de dones y carismas. A esta uniformidad ideológica se la impone con el eufemismo de «colegialidad».

  El que sufre las últimas consecuencias de lo que describo es el pueblo fiel, ya que las Iglesias particulares se mantienen en estado de letargo, con gran éxodo a otras denominaciones, casi sin vocaciones sacerdotales o religiosas, y con pocas esperanzas de un dinamismo auténtico y un crecimiento perdurable.

  El verdadero problema de la Iglesia en el Paraguay es la crisis de fe y de vida moral que una mala formación del clero ha ido perpetuando, junto con la negligencia de los Pastores. Lugo no es sino un signo de los tiempos de esta problemática reducción de la vida de la fe a las ideologías de moda y al relajamiento cómplice de la vida y disciplina del clero. Como ya he dicho, no me ha sido dado conocer el informe del Cardenal Santos y Abril sobre la Visita Apostólica. Pero si fuera su opinión que el problema de la Iglesia en el Paraguay es un problema de sacristía que se resuelve cambiando al sacristán, estaría profunda y trágimente equivocado.

  La oposicion a toda renovación y cambio en la Iglesia en el Paraguay no sólo ha contado con Obispos, sino también con el apoyo de grupos políticos y asociaciones anti-católicas, además del apoyo de algunos religiosos de la Conferencia de Religiosos del Paraguay –los que conocen la crisis de la vida religiosa a nivel mundial no se sorprenderán de esto último. El vocero pagado y reiteradamente mentiroso para tales maniobras ha sido siempre un tal Javier Miranda. Todo esto se hizo con la pretensión de mostrar «divisón» dentro de la misma Iglesia diocesana. Aunque la verdad demostrada y probada es la amplia aceptación entre el laicado de la labor que veníamos haciendo.

  Del mismo modo que, antes de aceptar mi nombramiento como Obispo, me creí en la obligación de expresar vivamente mi sentimiento de incapacidad ante tamaña responsabilidad, después de haber aceptado dicha carga, con todo el peso de la autoridad divina y de los derechos y deberes que me asisten, he mantenido la gravísima responsabilidad moral de obedecer a Dios antes que a los hombres. Por eso me he negado a renunciar por propia iniciativa, queriendo así dar testimonio hasta el final de la verdad y la libertad espiritual que un Pastor debe tener. Tarea que espero continuar ahora desde mi nueva situación de servicio en la Iglesia.

  La Diócesis de Ciudad del Este es un caso a considerar que ha crecido y multiplicado sus frutos en todos los aspectos de la vida eclesial, para felicidad del pueblo fiel y devoto que busca las fuentes de la fe y de la vida espiritual, y no ideologías politizadas y diluídas creencias que se acomodan a las opiniones reinantes. Ese pueblo expresó abierta y públicamente su apoyo a la labor apostólica que hemos venido haciendo. El pueblo y yo hemos sido desoídos.

Suyo afectísimo en Cristo,
+ Rogelio Livieres
Ex obispo de Ciudad del Este (Paraguay)
Fonte: Diocese de Ciudad del Este





Agradecemos a Beatriz Reyes Oribe por acercarnos la información.

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miércoles, 24 de septiembre de 2014

OSKO: REGALITO DEL CIELO – Radio Cristiandad


Un monumento al mal gusto y algo más.


REGALITO DEL “CIELO”

Como se sabe, Bergoglio recibió a CFK una vez más. Entre los dichos populares que han hecho historia en la Argentina hay uno que queremos parafrasear de esta manera: “Dos impresentables se saludan”… nuevamente. Tal vez se las haya hecho hábito. Y, como bien se dice, los malos hábitos no son fáciles de erradicar.

En cada visita entre líderes mundiales es acostumbre, parece que forma parte del protocolo, intercambiar regalos, lo cual configura normalmente un hecho algo simbólico.

Cuando se regala “lo que vale es la intención” de regalar más que el regalo en si mismo. Al menos esa frase de cajón es la que suele utilizarse a la vista de un regalo modesto o de poco valor en pesos.

A primera vista parece un regalo costoso el “cuadrito” que le obsequiara CFK al Papa de la Iglesia Conciliar en esta última visita.

El encuentro aconteció apenas hace unas horas y sobre el se tejen no pocas conjeturas dada su condición de absolutamente “privado”.

No somos analistas políticos y no nos interesa eso que llaman “política” que muy lejos está de serlo. Política es otra cosa y no la partidocracia clientelar, corrupta y democraticoide actual.

Por lo cual no haremos ninguna especulación ni nos sumamos a ninguna de las tantas que se hacen por estos días.

La cosa es que la tipa se le apersonó al tipo dada la invitación que el tipo le realizara oportunamente.

“Che Cris, como vos tenés que ir a Nueva York por el asunto ese de la reunión en la ONU, por que no te venís a verme, de pasada, que quiero conversar algunos asuntitos con vos.”… le habría dicho el tipo.

Y la tipa dijo, “Dale Jorge, decime que día tenés libre, así nos vemos”.

Se hizo un silencio al otro lado de la línea…

“Para vos – dijo él – todos los días, morocha”.

“Ja ja ja…. bueno Jorgito; dale… de paso tomamos unos mates.”

“¡YA estoy poniendo la pava!” contestó humoroso el tipo.

Tal el diálogo que suponemos; nuestra imaginación se enriquece con lo que vemos; hacemos notar que a la vista de lo que son la tipa y el tipo en cuestión, hemos sido sumamente generosos y moderados.

Como fuere que la conversación haya sido, (tal vez un poco más protocolar que lo que hemos imaginado), la cuestión es que el encuentro se produjo.

Y nos ha parecido interesante, por esta vez, dar cuenta solamente de los detalles.

Hay gente que no se fija en los detalles y eso está muy mal, porque es en los detalles donde se nota muchas veces la importancia que le damos a las personas en las distintas circunstancias en las que nos toca participar.

Hubo varios regalitos, en realidad.

El primero…

Una camiseta de la “Cámpora”… asociación ilícita (las de esa clase, casi todas lo son; a no ofenderse) que procura perpetuar el “cristinismo”… (dije “cristinismo”… no CRETINISMO), recibida por el tipo de manos de otro tipo; un dirigente de nombre… bah; ¡que importa!

Otro…

Un “bellísimo” y muy muy muy original retrato de Bergoglio, confeccionado en la “onda” (según dijo CFK) del “genial” (PUFFF!!!) Andy Wharol, artista emblemático de la “cultura” pop. Uno, entre los fatídicos subproductos del sesentismo.

Uno más…

Una “fotucha” enmarcada del célebre “cura” Mujica; infaltable, claro; un tercermundista de base.

Y por fin, el… ¿cómo llamarlo?

“¿Apabullante?”, (me “soplan”…)

Si pero…

“¿Horroroso?”, (intentan).

También, aunque…

“¿Blasfemo?”, (insisten mis amigos).

Claro, pero falta… algo.

“¿Diabólico?”

¡Ahí está! El regalo tiene todas las cualidades mencionadas anteriormente pero la que mejor le queda es DIABOLICO.

“Vos hablás por resentimiento”, (gritan los muchachos en la mesa pegada a la mía, en el bar desde el cual escribo). “porque a vos nunca nadie te regaló nunca uno como ese, y lo único que tenés de la Virgen es esa estampita vieja que usas como señalador de la Biblia”…

Tienen razón.

Los amigos del bar, que Dios me ha dado, y que me tienen por bicho raro al verme pasar largas horas leyendo y escribiendo, han resultado ser buena gente y buenos observadores.

Esa imagen de la Madre de Dios, ajada por cierto, tiene más de ochenta años pero se ve tan hermosa…

En cambio, ¡AY!…

Recorramos la imagen del regalo de CFK.

Esta es:
  


La imagen del cuadro es la que está a la derecha de la foto. Aclaramos por las dudas. A la izquierda (claro…) están “el de blanco” y “la de negro” con aires de “Papa” y “viuda alegre”, respectivamente.

Desconocemos el nombre del autor que perpetrara el adefesio. No, no… no nos referíamos a ninguno de… ¡no!; ni al de blanco y a la de negro, sino al cuadro.

Ya dijimos que no somos “politólogos” y ahora diremos que tampoco somos críticos de arte.

Solamente críticos, che.

No obstante, de la misma manera que aun sin ser analistas políticos nuestro sentido común nos indica que CFK es una calamidad para este país, (como los son todos los que integran la llamada “clase política”, ojo; ni más ni menos), ahora diremos también sin ser “críticos de arte” ni especialistas en pinturas (salvo la de la casa, que dicho sea de paso ya reclama una “mano por favor”), nos alcanza con el buen gusto para decir que se trata de una porquería.

Pero hablábamos de detalles, y para los detalles vamos a agrandar un poco la imagen.
  


Ya pueden apreciarse mejor algunas cosas, pero vamos a orientar la observación para facilitar el asunto.

Detalle del hombro desnudo.
  

  
No está del todo mal.

No se me malinterprete. El autor del cuadro ha debido estar atento a la gente que recibe Bergoglio en sus pintorescas audiencias (dije pintorescas… NO “PICARESCAS”). Un hombro desnudo más o menos no le hace bulla a nadie y menos a Bergoglio.

Claro que si nos ponemos serios podemos decir unas cuantas cosas. Se trata (al menos pretenden ellos que se trata) de una imagen de la Madre de Dios; para casi todo el mundo eso representa. Por lo que, para ser breves, diremos que es una imagen impropia, ofensiva y deshonrosa, reitero, si se pretende que se trata de una representación de la Reina del Cielo.

Detalle del ángel “raro”.

 

Aquí la cosa nos parece ya muy sugerente. Un ángel con pechos femeninos. El BAFOMET también es un ángel y también tiene pechos femeninos. Pero el Bafomet es mucho más sincero; él no se pretende un servidor de la Virgen sino que muy por el contrario, se presenta como lo que es, el ENEMIGO de la Madre de Dios, de la Iglesia de Dios, y de Dios mismo.

Por si algunos de los lectores ignoran lo que es el Bafomet o Baphomet, diremos que se trata de una representación cabalística del demonio. Pueden corroborarlo AQUÍ.

Detalle del ángel con aspecto de varón
  


Tal vez el primero, que tiene una cierta apariencia hermafrodita, en realidad representa a una mujer mientras que, como puede verse, este otro es claramente varonil.

De todo lo cual pensamos que el autor quizás ha querido dejar bien en claro que en la parafernalia bergogliano-cristináica hay lugar para “todos y todas”. No se… es eso o vaya uno a saber que otro pérfido y críptico mensaje que no logramos interpretar.

Tratándose de los personajes de que hablamos no sería nada extraño que sea un mensaje solo para “iniciados”.

Detalle de la hipertrófica serpens y de su “aplastamiento” moderado.
  


Como puede verse el “bicho” está RE-GIGANTE, como dicen los pibes. Es enorme de verdad y tiene un destacado lugar en la obra.

Puede que se trate de dos cosas, a saber: a) Un símbolo con el que el autor quiso decirnos que el poder da la serpiente es muy grande por estos días. b) Una ironía… veremos ahora cual podría haber sido el motivo en el cual se inspirase el artista para esa ironía.

Detalle del rostro de “ella”. 



¿CRISTINA?… ¿SOS VOS?
  

  
Y… se nos hace imposible no ver que un cierto “aire” tiene. Los ojos cuando miran hacia abajo, como contemplando a la serpiente a la que con su pie, parece estar tocando o acariciando, más que aplastando, como ya vimos.

Pero no nos hagan caso, siempre imaginamos cosas.

Aunque deberán reconocer que de todas maneras, teníamos razón. Los detalles son lo que verdaderamente importa.

Breve noticia acerca de la llamada “advocación de la Virgen Desatanudos”.

La imagen de Nuestra Señora Desatanudos es un cuadro pintado por Johann Melchior Georg Schmittner y data del año 1700. En la misma puede verse a la virgen María rodeada por pequeños ángeles custodios, y protegida en lo alto por la luz del Espíritu Santo en forma de paloma.

En la parte inferior del cuadro puede apreciarse a un hombre caminando a oscuras, guiado por un ángel; lo cual nos remite al arcángel San Rafael cuando guía a Tobías, en su viaje para recobrar una deuda. Esta obra original se encuentra en la iglesia de San Peter am Perlach, ciudad de Augsburgo de la zona pre-alpina de Alemania. Acotemos que en la imagen del regalo de CFK que recibiera Bergoglio, este motivo que aparece en la pintura de Schimttner, no fue tenido en cuenta por el autor, quien quiera que este sea.

Se dice que luego de la ocurrencia de muchos milagros, la Iglesia alemana autorizó una copia del cuadro, a petición de una comunidad religiosa de Buenos Aires, Argentina.

Y esto ocurrió porque Jorge Mario Bergoglio, en plena década de los 90, llevó de Augsburgo a la Argentina una tarjeta postal con esta imagen. Ya en Buenos Aires encargó una copia de la imagen.

El 8 de diciembre de 1996 la Virgen Desatanudos fue entronizada en la iglesia San José del Talar, en el barrio porteño de Villa Devoto. Allí concurren cientos de personas para elevar sus oraciones.

Con la elevación de Bergoglio al cargo de máxima autoridad en la “Iglesia Conciliar”, la devoción, muchas veces supersticiosa, hacia esta imagen se potenció de manera incontenible.

Recorriendo la web los lectores podrán constatar fácilmente que se trata de una imagen que es especialmente apreciada por tarotistas, adivinadores, brujas y brujos de todos los colores y que aparece en gran cantidad de sitios especializados en “esoterismo”.

Visto en: Radio Cristiandad



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Yo no critico a Francisco - Por Alejandro Sosa Laprida


Muchos me reprochan el hecho de que critique a Francisco de manera incesante. Y me sugieren que deje de ver solamente lo negativo. Paso a responder brevemente en dos puntos, recurriendo a ejemplos, ya que ellos permiten comprender mejor la situación en la que nos hallamos y el porqué de mi actitud:

1. ¿Qué pensarían de alguien que sugeriría a la víctima de un secuestro que debería « cesar las críticas » hacia su secuestrador y ponerse a considerar los aspectos amables del delincuente que lo mantiene en cautiverio (por ejemplo, que le habla con amabilidad, le sonríe y lo alimenta)? Ese tipo de reacción es un mecanismo psicológico conocido con el nombre de Síndrome de Estocolmo. Se basa en la necesidad que experimenta la víctima de persuadirse a sí misma de que su victimario, en el fondo, es un ser bueno y humano, incapaz de hacerle daño. Ese pensamiento la tranquiliza y la ayuda a sobrellevar el mal momento por el que está pasando. Es un mecanismo de defensa perfectamente comprensible, pero totalmente ilusorio.

2. Yo no critico a Francisco. Lo denuncio, lo combato y lo desenmascaro. Para explicarme, utilizaré nuevamente un ejemplo: ¿A quién en su sano juicio se le podría ocurrir « criticar » a un enemigo despiadado que busca apoderarse de sus bienes, destruyendo su propia vida y la de sus seres queridos? Pues bien, aquí nos encontramos ante un caso análogo. Haciendo la salvedad de que lo que está en juego es algo muchísimo más preciado que la vida corporal y los bienes materiales. Se trata ni más ni menos que de la salvaguarda de la fe y de la salvación eterna. Repito, al mal no se lo critica: se lo denuncia, se lo combate y se lo desenmascara... Quien es consciente de ello y no lo hace, ya sea por cobardía, por comodidad o por indiferencia, necesariamente se vuelve cómplice...

Me han echado en cara también que haya sostenido que Francisco es el falso profeta descripto por San Juan en el Apocalipsis (13, 11). Es cierto que en alguna ocasión he podido decirlo. El reproche es entonces justificado : reconozco que es imposible tener certezas al respecto. Digamos que, a mi entender, Francisco podría serlo. Más aún, debo confesar que me sorprendería mucho que no lo fuese. Dicho esto, la verdad es que no pueden descartarse virajes imprevisibles, incluso sorprendentes. Ignoro pues si Francisco es o no es « el » falso profeta…

Si él no lo fuese, lo será un sucesor suyo. O tal vez un predecesor : nunca se sabe… (por ejemplo, en caso de « cisma » entre « conservadores » y « progresistas » en la iglesia conciliar -hipótesis cada vez más verosímil-, o bien de atentado contra Francisco -¿perpetrado por Isis?-). Entonces, si es o no es « el » falso pofeta, no puedo saberlo a ciencia cierta. Pero afirmo categóricamente, y creo haberlo demostrado  (http://callmejorgebergoglio.blogspot.fr/2014/09/the-strange-papacy-of-pope-francis-by.html - http://nacionalismo-catolico-juan-bautista.blogspot.com.es/2014/09/dieciocho-meses-con-francisco-citas_13.html), que se trata manifiestamente de « un » falso profeta. Y es ése sobrado motivo para denunciarlo y para atacarlo públicamente. Para advertir a los católicos somnolientos. Para defender la verdad ultrajada. Y para no volverme cómplice de sus notorias y escandalosas fechorías…

Vivimos en una época crítica, dramática, de una gravedad inusitada. Dentro y fuera de la Iglesia. Y, a mi parecer, de carácter claramente escatológico... No pueden saber como preferiría que los tiempos que corren fuesen más benignos. Y que pudiese regocijarme por tener a un compatriota instalado en Roma: ¿O acaso se imaginan que, presa de un impulso irrepresible de masoquismo delirante, me he propuesto arruinar la extraordinaria oportunidad que se me presenta de disfrutar del primer « papa » argentino de la historia y seguramente el último?

Quiera Dios darnos la lucidez necesaria para poder ver la realidad tal cual es, la entereza de ánimo para soportarla y la paz interior que nos permita librar el buen combate sin amargura ni rencor, movidos exclusivamente por la caridad sobrenatural, virtud teologal por la cual el amor de la verdad y el amor del prójimo son una sola y misma cosa.


Alejandro Sosa Laprida

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martes, 23 de septiembre de 2014

El cristiano participa de la vida, muerte y existencia de Jesucristo - P.Gálvez Morillas


Homilía 21 de Septiembre de 2014

15° Domingo después de Pentecostés

Evangelio: Lc 7: 11-16

Padre Alfonso Gálvez Morlillas

 


Nota de NCSJB: Las homilías del Padre Gálvez Morillas se reproducen con autorización expresa de los propietarios de las mismas.



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domingo, 21 de septiembre de 2014

Misericordia y Justicia Divina. Las cosas en su lugar - Augusto TorchSon


  La mística y Beata Catalina Emmerick, al serle reveladas las circunstancias de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto de Getsemaní, pudo ver como el redentor de la humanidad era rodeado por demonios que representaban todos los pecados de todas las personas desde el principio al final de los tiempos. Incluso podía ver Catalina sus propios pecados. Jesús atormentado por los innumerables crímenes de los hombres y su ingratitud para con Dios, sintió terror como hombre ante los padecimientos de la expiación, y pronunció las ya conocidas palabras: “Padre mío, si es posible, aleja de Mí este caliz”, para luego agregar: “Hágase vuestra voluntad, no la Mía”.

  Jesús conocía nuestras traiciones y las tribulaciones que iba a padecer su Santa Iglesia, y no obstante, sin desesperar, pero con enormes sufrimientos, aceptó voluntariamente su destino. Hoy sin embargo, nosotros mismos desconocemos nuestros dobleces, relativizamos nuestras traiciones, nuestros vicios, nuestra falta de Caridad. Pareciera que por efecto del nuevo concepto de misericordia que se pretende imponer; no importa el tipo de pecados que se cometan, no tenemos que sentirnos apesadumbrados por los mismos, sino más bien tenemos que considerarlos como parte de una manifestación clara de “nuestra humanidad”. Y Cristo sabía y reconocía nuestros pecados, y de hecho, sufría por los mismos siendo inocente, sin embargo nosotros, difícilmente sentimos el dolor que deberíamos al cometerlos. Entendible resulta esta situación si son los mismos sacerdotes y hasta las más altas jerarquías eclesiásticas las que nos invitan a no ser “escrupulosos” hasta diciendo sin una adecuada catequesis y ante una ignorante feligresía, que nuestro punto de encuentro con Jesús es en el “pecado”, como torpemente señaló el obispo de de Roma.

  Vagamente recuerdo la última vez que un sacerdote predicó en mi ciudad sobre las postrimerías, es decir, nuestros destinos finales: muerte, juicio, infierno y gloria. Y si no tenemos en cuenta que existe un infierno, y que si morimos con un solo pecado mortal sin confesar debidamente, descenderemos inmediatamente a él según nos lo enseña nuestra fe, ¿cómo pretender que la gente pueda sentir el adecuado dolor por sus pecados y recurrir a la gracia de Dios para enmendar el daño ocasionado?

  Se cuenta que el Padre Pio al confesarse lloraba amargamente, ante lo cual su confesor trataba de reconfortarlo señalándole que sus pecados no revestían mayor gravedad; sin embargo, el santo estigmatizado, con cabal conciencia de la plena pureza, belleza y bondad de Dios, entendía la cuestión cualitativa con respecto al ofendido y no con respecto a sus faltas.

  Enseña el Catecismo que ante nuestros pecados, hay dos formas de sentir dolor; la primera es el dolor imperfecto llamado “atrición” o “contrición imperfecta”, por el cual, por don de Dios, reconocemos la fealdad del pecado o sentimos temor por la condenación eterna. Y dice el Catecismo: “Tal conmoción de la conciencia puede ser el comienzo de una evolución interior que culmina, bajo la acción de la gracia, en la absolución sacramental. Sin embargo, por sí misma la contrición imperfecta (o atrición) no alcanza el perdón de los pecados graves, pero dispone a obtenerlo en el sacramento de la Penitencia” (N°1451-1452). La segunda forma de dolor es perfecta y se llama “contrición” por el cual el alma siente un dolor inmenso y detesta su pecado y esto resulta del amor a Dios por sobre todas las cosas, y conlleva el propósito firme de confesarse y evitar el pecado en lo sucesivo. Lamentablemente hoy, ante el relajamiento de las costumbres y la laxitud moral que se promueve como forma de misericordia, ya no se puede pretender que la gente siquiera sienta el dolor de atrición. Esto sucede porque se relativiza la existencia del infierno, y se consideran como normales pecados mortales como la homosexualidad o el adulterio (como el que proviene de nuevas nupcias en divorciados). Y hoy observamos como los religiosos que se atreven a cuestionar los cambios a los mandatos divinos, son oportunamente misericordeados, rebajándolos en sus cargos y responsabilidades a fin de que no molesten con cuestiones tan pasadas de moda como lo es el Magisterio de la Iglesia para estos modernos Judas.

  Así vemos hoy como se abandona el uso del término “sentido de la culpa” para reemplazarlo por el psicologista “sentimiento de culpa” que se nos invita a dejar atrás para no “torturarnos o ser masoquistas porque Cristo ya nos redimió”, según plantean estos modernos sofistas. Y en este punto es dable recordar la catequesis que el Papa Benedicto XVI dio a los desobedientes obispos alemanes que contradijeron la formula de la Consagración que dice respecto a la Sangre de Jesús que: será derramada por vosotros y “por muchos” para el perdón de los pecados” y los rebeldes reemplazaron el “por muchos” por la formula “por todos”. En dicha oportunidad S.S. Benedicto explicó que la expresión “por todos” daría a entender que la Redención de Jesucristo se extiende automáticamente a todos los hombres, sin importar la cooperación humana. Y en éste punto debemos recordar las palabras de San Agustín enseñándonos: “Dios que te creo sin ti, no te salvará sin ti”.

  Si por desidia dejamos convencernos por estos lobos vestidos de ovejas y falsos pastores que nos invitan a un cristianismo sin cruz y si no reconocemos y nos dolemos adecuadamente por nuestros pecados y luchamos diariamente por alcanzar la perseverancia final; vana será nuestra pretensión de compartir el eterno destino de Nuestro Salvador.

  Si la Misericordia de Dios no anula su Justicia, mucho menos la misericordia bergogliana puede hacerlo, aunque tenemos que reconocer que tiene la inmensa y mediática capacidad de amortiguar conciencias.

Augusto TorchSon
  

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viernes, 19 de septiembre de 2014

Gaymonio y Vaticano

  Para quienes aseguran que no se pretenden realizar cambios doctrinales por medio de la "praxis o pastoralidad" en el Sínodo ni a posteriori, a pesar de las contundentes declaraciones de los más cercanos allegados a Bergoglio en ese sentido y el apoyo incondicional a los mismos de su parte; les queremos recomendar el fragmento de la entrevista que le hicieran en Radio América y que reproduce el diario El Clarín, al amigo del Obispo de Roma y ceremoniero pontificio Mons. Karcher.

  Recomendamos escuchar el audio a partir del minuto 7,36. Sin embargo transcribimos lo dicho desde el minuto 9,06:


Periodista: ¿El “matrimonio igualitario” podría llegar en algún momento a recibir los sacramentos que le corresponden al resto de la Iglesia Católica?
Mons. Karcher: No sé, mira yo no me quiero pronunciar, está todo llamado a “reflexión” así que es la misma Iglesia la que tiene que ir reflexionando y pensando las actitudes pastorales.
Sin palabras


Nacionalismo Católico San Juan Bautista

miércoles, 17 de septiembre de 2014

SODOMA Y GOMORRA - Padre Alfonso Gálvez Morillas


“En el día del Juicio la tierra de Sodoma y Gomorra será tratada con menos rigor que esa ciudad”

  Estas palabras son del mismo Jesucristo, y están contenidas en el Evangelio de San Mateo, 10:15.

  Y lo primero que se deduce de ellas es que Jesucristo reconoce como verdadero castigo el que sufrieron las dos ciudades. E igualmente, por lo tanto, como verdaderos pecados los que ambas cometieron y por los que sufrieron la ira de Dios, en forma de fuego caído del cielo que las redujo a cenizas. Los cuales quedan suficientemente especificados en la completa narración que hacen del suceso los capítulos 18 y 19 del Libro del Génesis.

  Pero las palabras de Cristo fueron pronunciadas para los hombres de todos los tiempos y de todos los lugares. De donde podemos deducir, con toda seguridad, que el mismo castigo será aplicado a cualquier ciudad que se encuentre en las mismas circunstancias. Por lo que sería llegado el momento de preguntarnos cual pudiera ser esa ciudad, a la que se refiere Jesucristo, y que será tratada con mayor rigor aún que Sodoma y Gomorra. Para lo que quizá podrían ayudarnos las conocidas palabras de San Agustín: Dos amores hicieron dos ciudades: el amor de sí mismo hasta el desprecio de Dios, hizo la ciudad del mundo; el amor de Dios, hasta el desprecio de sí mismo, hizo la Ciudad de Dios (San Agustín, La Ciudad de Dios, Libro 14, capítulo 28).

  Aunque es verdad que la ciudad del mundo siempre ha estado en lucha y contraste con la Ciudad de Dios, es evidente que esta contienda ha alcanzado su punto culminante en los tiempos actuales. Los hombres se han decidido por fin a prescindir por completo de Dios ---ahora ya abierta y descaradamente--- y erigir su propia Religión, en la que el culto a Dios ha sido reemplazado definitivamente por el culto a ellos mismos. La Iglesia ha entrado en una nueva fase de su Historia que la hace aparecer como nueva y distinta de lo que había sido hasta ahora. La Jerarquía de la Iglesia no siente ya recato alguno en reconocer que la Iglesia Católica no es la única Iglesia y que, por supuesto, en modo alguno posee el monopolio como camino de salvación. Estamos ante la Iglesia Universal, preconizada por la Nueva Edad, que comprende y abarca a todas las religiones, sean cualesquiera sus creencias y hasta sus no creencias. Ya no cabe duda de que la Ciudad de Dios ha cedido el lugar a la ciudad del mundo.



  Si alguien alberga todavía alguna duda de que la Iglesia de siempre ha cedido su lugar a la Nueva Iglesia, no tiene sino contemplar la nueva y revolucionaria Moral que ahora se practica. La predicación pastoral y difusión pública de la cual, que todavía no se hace abiertamente, se lleva a cabo sin embargo, y de modo muy eficiente, de dos maneras:

  En primer lugar, por medio de frases entrecortadas, a menudo bien claras, pronunciadas en forma privada (aunque dando paso a su publicidad), con frecuencia con palabras ambiguas, aprovechando seguramente momentos y ocasiones clave (que parecen venir a propósito para darles acogida), o sancionando favorablemente conductas claramente contrarias a la Moral de la Iglesia. Todo lo cual es pronta y sabiamente recogido por la gran prensa, siempre contraria a la Iglesia y muy dispuesta a dar pleno sentido y pregonar desde los tejados a lo que quizá fue dicho al oído.

  En segundo lugar, por medio de la tolerancia y el más completo silencio por parte de prácticamente toda la Jerarquía de la Iglesia.

  Los matrimonios entre personas del mismo sexo se celebran como cosa normal y ordinaria en numerosas partes de la Iglesia universal. Los conyuges son bendecidos solemnemente por sacerdotes revestidos con ornamentos sagrados y hasta se les llega a leer en la ceremonia, celebrada en algún lugar determinado, el texto evangélico correspondiente a las bodas de Caná. Al parecer no importan para nada la profanación del Templo como lugar sagrado ni la profanación del Sacramento del Matrimonio, así como tampoco la burla más descarada que se hace a la Iglesia, a los verdaderos cristianos y, en definitiva, al mismo Dios. Y por supuesto, como no podía ser menos, también se bautiza solemnemente a los hijos de matrimonios formados por homosexuales o lesbianas.

  Las nuevas prácticas litúrgicas y la nueva Moral se han extendido ya por toda la Iglesia, sin que se oiga voz alguna discordante que ponga un punto de protesta a tan nueva situación. Los sacerdotes imparten tranquilamente la absolución a homosexuales y lesbianas (sin arrepentimiento por su parte) y recomiendan abiertamente el uso de anticonceptivos. El Cardenal Arzobispo de Nueva York autoriza al loby gay (homosexuales, lesbianas y transexuales) para que formen parte del desfile en el día de San Patricio. Es frecuente que, ya dentro de la Iglesia, sean amonestados quienes se atreven a levantar su voz, siquiera sea tímidamente, ante tales cosas. En suma y para abreviar: la Nueva Moral ha suplantado abiertamente en la Iglesia a la que ya se considera como Antigua Moral.

  Queda, sin embargo, por formular una pregunta importante con respecto a este tema: ¿Por qué será castigada con más rigor que Sodoma y Gomorra la ciudad que practique los mismos vicios nefandos que los que se llevaban a cabo en esas ciudades? Y la respuesta no parece difícil: aquellas ciudades no habían conocido la Luz del Evangelio, mientras que la actual ciudad del mundo, antes cristiana, ha apostatado claramente de su Fe. Por lo que es evidente que merece mayor castigo.

  Y para que no quede duda alguna acerca de la relación de la conducta permitida por la Nueva Moral con los pecados de Sodoma y Gomorra, ahí está el texto de San Pablo en Romanos, 1: 24--30. En el que habla claramente el Apóstol acerca de la impureza con que deshonran entre ellos sus propios cuerpos, describiendo hasta de manera cruda (el texto completo es estremecedor) las conductas nefandas practicadas y mereciendo en sí mismos el pago merecido por sus extravíos.

  Por supuesto que la Nueva Moral de la Nueva Iglesia, en la que ya se ha dado cabida claramente a las doctrinas de la herejía modernista, tiene también preparada una respuesta para este tema: La Sagrada Escritura es cosa pasada. No puede ser interpretada sino según los criterios y el pensamiento de los hombres en cada momento histórico. De manera que, según lo cual, lo que era verdad en una época ya no lo es en ésta. La pretendida verdad contenida en la Palabra de Dios no puede serlo sino según el modo de ser interpretada según la filosofía y racionalidad de los hombres que viven en este momento de la Historia.

  Lo que sería quizá admisible si no tropezara con un escollo absolutamente insalvable. Y me refiero a las palabras de Jesucristo que contradicen a ese razonamiento de la dependencia de sus Palabras según el tiempo en el que sean oídas, pero no en otro. Y las palabras son exactamente éstas: El cielo y la tierra pasarán; pero mis palabras no pasarán.

  Por supuesto que cada uno puede hacer su opción. Yo, por mi parte, entre las enseñanzas del Modernismo y las Palabras de Jesucristo, me quedo con las de Jesucristo. Por lo que pueda pasar.

Y ya no quedaría por añadir, con respecto a las nuevas doctrinas de los modernistas, sino las palabras de San Agustín contenidas en su Libro Las Confesiones. En ellas dice el Santo claramente que nova sunt qui dicitis, mira sunt qui dicitis, falsa sunt qui dicitis. Que significan exactamente: Nuevas son las cosas que decís, maravillosas son las cosas que decís, falsas son las cosas que decís.





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lunes, 15 de septiembre de 2014

Sufrir con alegría para compartir el destino del Señor - P. A.Gálvez Morillas


Homilía 14 de septiembre de 2014 

Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz

Padre Alfonso Gálvez Morlillas





Nota de NCSJB: Las homilías del Padre Gálvez Morillas se reproducen con autorización expresa de los propietarios de las mismas.


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¿Francisco se pone al margen de la Iglesia? - Página Católica Blogspot


Abominación desoladora en Santiago del Estero


  Como saben nuestros lectores, hace cerca de tres meses que este blog permanece en silencio por falta de recursos. Durante ese período, gravísimos acontecimientos han ocurrido en la Iglesia y en el mundo, causando escándalo y tristeza en muchos fieles.

  Hoy volvemos momentáneamente a la palestra, porque acaba de acontecer en nuestro argentino suelo, y en una de sus provincias más tradicionalistas, un hecho cuyas funestísimas consecuencias difícilmente se puedan mensurar sin una profunda reflexión que no puede darse en una bitácora de estas características.

  Sin embargo, por ser abominablemente contrario a la doctrina y moral católicas, por contar con el aval del obispo local y, hasta el momento, con el silencio de Roma, nos inclina a pensar, en primer lugar, que los desvaríos pontificios han tenido su coronación en él y, finalmente, que vale de confirmación a lo que veníamos entreviendo: la secta de los putos, combatida con alguna eficiencia por Benedicto XVI, está de vuelta. Ahora bien, empecemos por los hechos:

  Desde hace unos días, se anunciaba por los medios que una pareja de homosexuales haría uso de la llamada Ley de Matrimonio Igualitario, para formalizar legalmente la situación que, según ellos, viven desde hace 29 años; lo cual no sería novedad a estas alturas en la Argentina, aunque pueda serlo en Santiago del Estero.

  Pero lo que preocupaba seriamente a muchos católicos, e incluso a ciertos protestantes, es que el anuncio traía a su vez una nueva verdaderamente explosiva: luego del civil, la Iglesia Católica, por mano de uno de sus ministros, administraría el sacramento del matrimonio a la coyunda sodomítica. Lo remarcó el mismo protagonista al salir del Registro Civil "mañana vamos a celebrar nuestra unión a través de la religión en la parroquia Espíritu Santo":

 Ver entrevista a los sodomitas en el siguiente link:

  Y el mañana finalmente llegó: un señor vestido de novia, con blanco traje nupcial y acompañado por otro hombre, se presentó a las 21 hs del pasado sábado en la parroquia mencionada, donde el padre Sergio Lamberti efectuó la ceremonia prometida.
  


  ¿Lloras querido lector? Nosotros también. Pero consuélate, no hay mal que por bien no venga; de otro modo no lo permitiría el Señor. Esta abominación que vez ya estaba dentro de la Iglesia desde hace muchos años; y es mejor que sea mostrada impúdicamente para que caigan las caretas y sepamos a qué atenernos.

  En efecto, el obispo de Santiago del Estero sabía con anticipación lo que iba a suceder y, sin embargo, dejó hacer; es decir aprobó que un sacerdote católico bendijera el pecado de sodomía, execrando el templo y ultrajando a la Iglesia con un acto sacrílego.

  Sólo atinó a publicar un comunicado en el cual, como un consumado farsante, quiere evitar el escándalo de los fieles con una definición del catecismo, cuando permite un gesto que vale más que mil sentencias. Hubiera valido mejor su silencio, porque al hablar públicamente si castigar ni corregir, ¡consintió lo actuado por el cura!

  Por otro lado, si Mons. Vicente Bocalic, hijo de Bergoglio que fue uno de sus obispos auxiliares y lo conoce bien, permitió el sacrilegio, ¡es porque sabe que el Turista de la Eterna lo aprueba! No existe, a nuestro modo de ver, la menor posibilidad de que un obispo como ese actúe de tal modo sin contar con la aquiescencia papal.

  Así pues, el inicial "¡quién soy yo para juzgar!", ha ido in crescendo pasando por el bautismo de los hijos de los homosexuales utilizado como herramienta de difusión de la contranatura, hasta alcanzar el culmen de la apostasía que acabamos de contemplar.

  Sí, lo que ven nuestros ojos es una campaña dirigida por el Nuevo Orden Mundial, a la que se han plegado los jerarcas de la Iglesia auspiciados desde la Silla de San Pedro, hoy rodeada de homosexuales.

  Basta, para confirmarlo, recordar las palabras que dijeron las "mamás" de la criatura bautizada en Córdoba sobre lo que para la lucha lésbica que ellas prosiguen significaba la bendición de la Iglesia. O volver a ver el video que inmediatamente publicó en Fútbol para Todos la Presidencia de la Nación al respecto (ver Aquí). O ver ahora, en el video de arriba, la promoción de su estilo de vida que espera conseguir la "neocasada" de Santiago del Estero.

  ¿Acaso no sabían ni Mons. Bocalic ni el mismo Francisco, que fue Cristina Kirchner la que personalmente entregó a Luisa Lucía Paz, la recién casada, el nuevo documento donde se hizo constar su cambio de sexo?

  ¿Será sólo por un casual que la privilegiada por la Presidente, sea ahora distinguida por nuestros pastores con la primicia de los casamientos gaylésbicos en la Iglesia?

 Video de la entrega de DNI de "mujer" al sodomita de manos de la Presidente Kirchner en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=A4vAF_Qi2wQ
  
  El sacerdote de Satanás que profanó el templo del Espíritu Santo en Santiago del Estero, no tuvo mejor idea que leer, durante la ceremonia apostática, ¡el Evangelio de las Bodas de Caná que la Iglesia reserva para la celebración de las nupcias católicas!; como si quisiera enseñarnos que se trataba de lo mismo.
  


  Luego de lo cual, según informan diarios locales, agregó:

  “Estamos reunidos celebrando el amor de Dios en nuestras vidas, un amor que estaba desde el origen de nuestra existencia”, y dirigiéndose a Luisa y José los instó a que ese amor de Dios “que los ha sostenido en momentos de dificultades, de alegría, de esfuerzo cotidiano por hacer que la opción de vida que han tomado sea respetada por todos, sea el que los acompañe por el resto de sus vidas”. Además sostuvo que “Jesús siempre está presente en el camino que nos toca recorrer y por eso le pedimos que renueven el compromiso de estar juntos, como lo vienen haciendo hace ya 29 años”.

  Palabras que sólo pueden salir de una mente enloquecida, o de un verdadero apóstata al servicio de Satanás.

  Finalmente, da pena ver a los comentaristas católicos de buena fe, que en los distintos foros de Internet que anuncian el sacrilegio santiagueño intentan defender la institución matrimonial ¡que sus propios pastores acaban de denigrar! Están totalmente desarmados por estos hijos de Judas.
Incluso hay protestantes que "protestan" por la traición al Evangelio que ha permitido el obispo de Santiago del Estero.

  Mons. Bocalic, si Ud. no restaura la justicia castigando durísimamente al culpable del sacrilegio que acaba de cometerse, con anuncio previo y premeditadamente, bajo sus propias barbas, se pone al margen de la Iglesia Católica. Pues la Iglesia de Jesucristo no canta loas ni bendice el pecado contranatura que clama al cielo.

  Y si fuera el mismo Papa el que así se lo haya exigido, que Dios no lo permita, sepa no puede ser Papa el que lleva a las almas a su perdición, y que Ud. no debe seguir a nadie que se dirija al Infierno.

p/d: ¡Qué mala suerte ha tenido la católica ciudad de Santiago del Estero, madre de ciudades! ¿Se acuerdan nuestros lectores del obispo que en 2005 fue filmado por su propio amante? ¿Se acuerdan que su conducta indefendible fue sostenida públicamente por... por... ¡por Bergoglio!?




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