San Francisco de Asís no participó
propiamente en la Quinta Cruzada, pero sí que le dio su apoyo con su presencia
y actuación. De hecho, llegó a finales del verano de 1219 al campamento Cruzado
en Egipto, con la misión de convertir, nada menos, que al sultán Al-Kamil.
Pidió permiso al legado pontificio Pelayo de
Santa Lucia para ir a ver al sultán, y después de alguna vacilación lo mandó
con bandera blanca a Fariskur (el campamento de los mahometanos), revestido
solamente con la armadura de la fe. Al principio los guardias mahometanos
consideraron el asunto un tanto sospechoso, pero pronto decidieron que un
hombre tan sencillo tenía que estar loco y le trataron con el respeto debido a
un hombre inspirado por Dios. Fue llevado a presencia de Al-Kamil que se mostró
encantado con él, y le escuchó con gran atención durante varios días lo que
predicaba acerca de Cristo y su Fe. San Francisco se declaró dispuesto a
someterse a una ordalía de fuego metiéndose en una gran hoguera junto a un
mahometano religioso para completar la demostración de que la fe en Cristo es
la única verdadera.
Pero Al-Kamil no accedió, y le devolvió con
grandes muestras de respeto (numerosos regalos que el santo rechazó) al
campamento Cruzado.(“Las guerras de
Dios”, p. 817; Steven Runciman “Historia de las Cruzadas” vol. III, Alianza
Universidad, Madrid, 1994, p. 155; “Las Cruzadas”, Johannes Lehmann, Martinez
Roca, Barcelona, 1989, p. 283, una obra decididamente anticatólica, como todas
las de la editorial)
Una actitud la del Santo de Asís, por cierto,
muy distinta a la actual del llamado “Diálogo Interrreligioso” en el que
se busca dialogar con las religiones (cosa que no mandó Jesucristo), pero no PREDICAR
y CONVERTIR a la Fe Católica (cosa que sí mandó explícitamente hacer)
En palabras del historiador Christopher
Tyerman, San Francisco de Asís:
“Se presentó con la intención de convertirle, no con la
idea de garantizar un armisticio verdadero. No trataba de llegar a un
compromiso con el Islam, sino que buscaba más bien su erradicación mediante una
evangelización razonada.”(“Las guerras de
Dios”, p. 817)
Su actitud hacia las Cruzadas queda reflejada
en este resumen:
“[San Francisco de
Asís] no desaprobó las Cruzadas. Admiraba a los héroes de Roncesvalles que
describía la Chanson de Roland, consideraba mártires a aquellos que morían
combatiendo al infiel, acepaba el derecho de los cristianos sobre Tierra santa,
y pensaba que podía deducirse de los Evangelios que la Cruzada era un acto de legítima
respuesta a la conquista de territorios cristianos llevada a cabo por los sarracenos,
así como a sus blasfemias contra Cristo.”(“Los
Templarios monjes y guerreros”, p. 252; “Crusade and Mission: European
Approaches towards the Muslims”, Benjamín Z. Kedar, Princeton, 1984, p. 157)
El Islam: Fanatismo anticristiano - Rodericus
Didaz Campidoctoris
Los mahometanos dividen el mundo en Dar al-islam (tierra del Islam) y Dar al-harb (tierra de la guerra). Esta
casa de la guerra pertenece, por derecho al Islam, al que la comunidad
mahometana está obligada a incorporarla en cuanto las circunstancias lo permitan.
Existe un tercer territorio, en el que los mahometanos son minoría y han
establecido una tregua temporal con el entorno.
La yihad es una obligación. Este precepto se
proclama en todas las fuentes (Sibay Halim Sabit: Encyclopédie de l´Islam, 1965, vol. II, p. 551)
Un prestigioso Diccionario del Islam define
la Yihad como:
“Una guerra contra aquellos que no creen en
la misión de Mahoma. Es un deber religioso imperioso establecido como una
institución divina en el Corán y en las tradiciones, impuesta especialmente con
el propósito de promover el islamismo y proteger del mal a los musulmanes.”(“The Oxford Dictionary of Islam”, “Yihad”,
Oxford University Press, 2003, pp. 243-244)
Como ya se dijo más arriba, Mahoma, en el
curso de sus batallas y razzias, articuló muchos principios a seguir como norma
de conducta:
1º) Ejemplo: Una de sus bandas de salteadores
atacó a una caravana de una tribu rival (qurais) en el mes sagrado de Rajab,
cuando las luchas estaban prohibidas (asalto de Najla). Cuando los salteadores
regresaron al campamento cargados del botín, Mahoma rehusó compartirlo, y
simplemente dijo “Yo no les ordené que pelearan durante el mes sagrado.” Pero
luego Alá le reveló (Corán 2,217) que la oposición de los qurais era más grave
que la violación de la tregua en el mes sagrado.
Ésta
fue una revelación trascendental que generó el primer principio.
PRIMER PRINCIPIO: El bien pasa a
identificarse con todo aquello que redunda en beneficio de los mahometanos, sin
importar si constituye una violación de la moral o de otras leyes, esto es: el
principio de la conveniencia. Es
bueno todo lo que favorezca al Islam; es malo todo lo que perjudique al Islam y
a su expansión.
Un ejemplo actual del principio de la conveniencia lo tenemos en el siguiente caso biográfico
que describe Magdi Allam, periodista egipcio, editorialista y vicedirector del
periódico Il Corriere della Sera
recientemente convertido a la Fe Católica y bautizado por el Papa Benedicto XVI
en la Pascua de Resurrección (23-3-2008), en su libro “Vencer el miedo”:
“Aquella noche toqué con la mano la doblez de
los Hermanos Musulmanes [grupo mahometano fanático]: son despiadados y
violentos cuando hablan en árabe a sus propios correligionarios, a los que
pretenden someter a su poder, pero se vuelven mansos y legalistas cuando hablan
en lenguas extranjeras al resto del mundo, porque son conscientes de que sólo
así podrán conseguir sus objetivos a largo plazo (...) sé muy bien que los
Hermanos musulmanes son una secta que opera muy seriamente y yo en modo alguno
los minusvaloro.”
(“Vencer el miedo”, Magdi Allam, Ediciones Encuentro, Madrid, 2008, p. 76)
Dicho engaño queda expuesto en el principio de la takiya:
“El
principio de la takiya, el disimulo de la realidad propia y de las ideas
propias, está contemplado y admitido en el seno de los Hermanos Musulmanes” (“Vencer
el miedo”, p. 205)
Otro ejemplo del principio de la conveniencia lo tenemos en el caso del jeque Ahmed
Kaftaro, muftí sirio que recibió al Papa Juan Pablo II el 6 de mayo de 2001 en
la mezquita Omeya de Damasco, con gran propaganda de “tolerancia”, y que, sin
embargo, emitió una fatwa (sentencia
jurídica de la sharia) el 27 de marzo
de 2003 en la que legitimó el “martirio” suicida de los que combatían contra
los americanos en Irak. (véase “Vencer el miedo”, p. 138)
2º) Ejemplo: En el curso de otras batallas
posteriores (Badr; Uhud), ocurrieron otros sucesos y actitudes del falso
profeta que sentaron NUEVOS PRINCIPIOS: las NORMAS DE CONDUCTA, ACTITUDES Y
AFIRMACIONES EN LA MENTE DE LOS MAHOMETANOS, hasta la actualidad:
–Alá garantizará la victoria frente a los
enemigos, aún superiores en poder, mientras se mantengan fieles a sus órdenes
(Corán 3,123-125; 3,13; 8,17; 8,65)
–Las victorias permiten saquear las
posesiones de los vencidos (Corán 8,1; 8,41; 8,69)
–La venganza sangrienta pertenece no sólo a
Alá sino también a sus seguidores: Ese es el significado de la palabra Islam:
sumisión.
–Los prisioneros capturados en batalla contra
los mahometanos pueden ser condenados a muerte por decisión de los líderes.
–Quienes rechacen el Islam son “las criaturas
más viles” (Corán 98,6) y por lo tanto no merecen piedad.
–Cualquiera que insulte o se oponga a Mahoma
o a sus seguidores merece una muerte humillante; si es posible por decapitación
(Corán 47,4)
–Los mahometanos muertos en combate en la
yihad, son considerados como shahid
(mártires), y tienen como recompensa el paraíso.
Todos estos principios sentarían la base de
lo que aún hoy es la yihad.
En un relato histórico sobre la conquista del
Imperio Persa (Irak) por los mahometanos, se narra el ofrecimiento que hicieron
éstos por medio de un enviado al general persa, en línea a la doctrina de la
yihad:
“De
manera desafiante les ofreció las tres alternativas usuales: “Si abrazáis el
Islam, os dejaremos en paz; si accedéis a pagar el impuesto de capitación, os
protegeremos si necesitáis nuestra protección. De otro modo, será la guerra”. Estas tres opciones se estaban convirtiendo
en el ofrecimiento usual en las negociaciones entre los musulmanes y sus
adversarios”. (“Las grandes
conquistas árabes”, p. 127)
Otro enviado mahometano se expresó en estos
términos:
“Y si necesitáis nuestra protección, entonces
habéis de ser nuestros esclavos [abd] y pagar la jizya con humildad, porque de
otro modo será la espada.” (“Las grandes conquistas árabes”, p. 128-129)
Estas propuestas no dejan de ser un
desvergonzado chantaje de matones de barrio, más propio de la mafia china o siciliana. Sin embargo,
esto es el Islam real en sus consecuencias prácticas de expansión.
Otros principios que quedaron fijados, en el
curso de posteriores “hazañas” de Mahoma fueron la justificación, en virtud del
primer principio: del asesinato, la venganza, el engaño, y en el curso de un
incidente particular, el principio general de que solo se puede aceptar treguas con el objetivo de que las fuerzas
mahometanas vuelvan a fortalecerse.
Esta doctrina del principio de la Tregua, está extraída de un suceso de la vida del
falso profeta Mahoma, “la Tregua de
Hudaibiya”. Dicha tregua está
“Entendida
como un pacto basado en la astucia y el engaño de los más débiles, como el que
estipuló el profeta Mahoma en febrero de 628 con los enemigos de La Meca
cuando, desde una posición de inferioridad, constatando la imposibilidad de
conquistar su ciudad natal, se comprometió a no volver durante diez años. En
cambio, dos años después, en enero de 630, Mahoma, después de haber violado la
tregua, conquistó La Meca, hizo destruir todos los ídolos paganos [menos el
pedrusco negro de la Ka´aba] y la transformó en la ciudad santa del Islam.”
(“Vencer el miedo”, p. 213)
Teniendo en cuenta lo expuesto más arriba, en
el ejemplo de la doctrina de la
abrogación y la yihad, retomemos el asunto, y veamos como se las gastan las
fuentes de la revelación mahometana con los “infieles”.
CORÁN
Existen más de cien aleyas en el Corán que
exhortan a los creyentes a emprender la yihad contra los INFIELES: CRISTIANOS,
judíos o paganos:
PROHÍBE TAXATIVAMENTE LA AMISTAD CON
CRISTIANOS Y JUDÍOS: “¡Oh los que creéis! No
toméis a judíos y cristianos por amigos. Los unos son amigos de los otros.”
(Corán 5,56)
Y lo de perseguir cristianos no está indicado
sólo para los integristas:
CONTRA INFIELES: “A quienes no creen en nuestras aleyas, los quemaremos en un fuego,
y cada vez que su piel se queme les cambiaremos su piel por otra nueva, para que paladeen el castigo.” (Corán
4,59)
CONTRA INFIELES: “Combatid en el camino de Alá a quienes os combaten.” (Corán 2,186)
CONTRA INFIELES: “Matadlos donde los encontréis, expulsadlos de donde os
expulsaron.” (Corán 2,187)
CONTRA INFIELES: “Matadlos hasta que la idolatría no exista y esté en su lugar la
religión de Alá.” (Corán 2,189)
GUERRA A TODA COSTA: “Se os prescribe el combate aunque os sea odioso.” (Corán 2,212)
CONTRA INFIELES, POR SER AMIGOS DEL DEMONIO:
“Quienes creen combaten en la senda de Alá; quienes no creen combaten en la
senda de Tagut [el Demonio]: matad a los
amigos del demonio.” (Corán 4,78)
CONTRA PAGANOS: “Y entonces, una vez
transcurridos los meses sagrados, matad
a aquellos que atribuyen divinidad a otros junto con Alá donde quiera que los
encontréis, hacedles prisioneros, sitiadles y acechadles desde cualquier lugar
que se os ocurra. Pero si se arrepienten, establecen la oración y pagan el
impuesto de purificación, dejadles en paz: pues ciertamente, Alá es indulgente,
dispensador de gracia” (Corán 9,5)
CONTRA JUDÍOS Y CRISTIANOS, HASTA QUE PIERDAN
LA VIDA O SE SOMETAN AL TRIBUTO DE LA DIMNITUD: “Matad a los que no creen en Alá ni en el último Día, y no prohíben lo que Alá y su Apóstol han
prohibido, y a todo aquel que no practica la religión verdadera entre los
que han recibido el Libro, hasta que
hayan pagado el tributo con sus propias manos y estén humillados.”
(Corán
9,29)
CONTRA INFIELES: “Combatidlos (...) hasta que no haya otra religión sino la de Alá”.
(Corán 8,39)
CONTRA INFIELES: “Matad (a los infieles) donde
los encontréis, apresadlos, asediadlos y tendedles emboscadas”. (Corán 9,5)
CONTRA INFIELES: “Y cuando os enfrentéis [en
combate] a los que se empeñan en negar la verdad, golpeadles en el cuello hasta derrotarlos por completo, y luego apretad
sus ligaduras.” (Corán 47,4)
CONTRA INFIELES: “¡Oh, vosotros que habéis
llegado a creer! Combatid contra
aquellos que niegan la verdad que estén cerca de vosotros, y que hallen en
vosotros dureza; sabed que Alá está con los que son conscientes de Él”
(Corán 9,123)
DIRIGIDA CONTRA INFIELES Y CONTRA CREYENTES
TIBIOS: “¡Oh Profeta! Combate duramente
a los que niegan la verdad y a los hipócritas, y sé inflexible con ellos. Y
tendrán por morada el infierno, ¡qué horrible punto de destino!” (Corán
9,73)
TIENE COMO PREMIO EL PARAÍSO: “Alá ha
comprado a los creyentes sus vidas y sus bienes, prometiéndoles a cambio el paraíso, [y así] luchan por la causa de Dios, matan y son matados: una recompensa cierta
que Él se ha impuesto.” (Corán 9,111)
Esta, y no otra, es la verdadera cara del
Islam: la fe que ellos profesan.
El Islam: Fanatismo anticristiano - Rodericus
Didaz Campidoctoris
Unido al Papa
Francisco, que tanto ha deseado este momento, el Patriarca Bartholomaios I de Constantinopla y todos los presentes,
los Presidentes Shimon Peres y Mahmoud Abbas se van a unir a esta
invitación, proclamando el deseo de sus respectivos pueblos de invocar a DIOS
el anhelo común de paz.
1) Jesucristo puso a Pedro como Cabeza de la
Iglesia para confirmar en sus errores a los herejes que la desgarran y a
los infieles que la rechazan.
El encuentro de esta tarde se dividirá en tres partes,
seguidas de una conclusión. Cada parte se dedicará a una invocación por parte
de cada una de las tres comunidades religiosas, en orden cronológico: judaismo,
cristianismo e islam. Cada parte se desarrollará en tres momentos. El primer
momento consistirá en la alabanza de DIOS
por el don de la creación y por habernos creado como parte de la familia
humana.
2) La Santísima Trinidad desea ser invocada y
alabada junto a Shekinah, Allah y otra "trinidad" distinta en la que el "espiritu
santo" no procede del "hijo".
En el segundo momento, pediremos perdón a DIOS por las veces que hemos sido
incapaces de actuar como hermanos y hermanas, y por nuestros pecados contra ÉL y contra nuestros hermanos y
hermanas. En el tercer momento, le pediremos a DIOS que otorgue el don de la paz a Tierra Santa y que nos convierta
en constructores de la paz.
3) Jesucristo, Shekinah, Allah y El-jesus-de-quien-no-procede-el-espiritu-santo
son idempotentes: Todos ellos pueden otorgar dones y perdonar los pecados de
sus respectivos fieles.
El
gallo ha vuelto a cantar tres veces. Pero, esta vez, Pedro no se arrepiente. Quiere que le imitemos.