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viernes, 27 de noviembre de 2020

El providismo y su afán de seguir cabeceando la pared - Augusto TorchSon


Mañana sábado 28 de noviembre del año de la encerrona global, se realizará una marcha más en contra de la legalización del aborto, que es oficial y oficiosamente practicado por diferentes medios, todos estos promovidos y apoyados por los últimos gobiernos hasta el día de la fecha ininterrumpidamente con o sin ley.

La respuesta una vez más, es mostrar que "somos muchos", "somos más", que la "verdadera Argentina" es provida, y con una descomunalmente grande muestra del poder del número y la "fuerza" de la masa, hacerle entender a los gobernantes, que tienen que cambiar de rumbo y que están equivocados. "!Qué hermoso poder manifestarse libremente en democracia¡".

Lo absolutamente claro y empíricamente demostrado hasta el hartazgo, es que los gobiernos del mundo entero, no promueven todas las perversiones habidas y por haber por ignorancia, por "estar equivocados", sino por seguir las eugenésicas y endemoniadas políticas impuestas por el verdadero poder detrás de los gobiernos del que tanto y tantas veces hablamos en este portal.

La experiencia también nos demostró claramente que nunca una manifestación, por más multitudinaria que sea en la Argentina, y ahora lo vemos en el mundo en contra de la Plandemia, cambiaron las políticas genocidas y orwellianas para someter o aniquilar la población, especialmente a la de verdadero riesgo, es decir, la que pone en peligro el bienestar o estabilidad del verdadero gobierno oculto (y ocultista) del mundo. La lógica también indica que es una necedad intentar convencer al necio, o lo que es peor, pretender hacer recapacitar o reflexionar al que tiene su voluntad absolutamente dirigida hacia el mal. 

Seguir confiando en la fuerza del número, mayormente embozalado y cuidadosamente distanciado como lo dicta las normas cívicas de "resistencia aborregada", es hacer cada vez más fuertes a los gobernantes que saben que pueden ir a fondo con cualquier plan genocida o de absoluto control de las mentes y las almas, porque comprobaron que nunca va a haber una resistencia proporcional y adecuada, así quieran esterilizarnos, lobotomizarnos, matarnos o pervertirnos (en especial a los niños).

En las marchas globeras lo que reina es el espíritu de alegría, jolgorio por la "celebración de la vida", cuando deberían ser concentraciones amenazantes, a cara de perro y vestidos de luto.

Con esto no solo no pretendo convencer a nadie (todavía no me pegó el providismo), sino que además no me caben dudas que más probablemente voy a aumentar la cantidad de los odiadores del "odiador" TorchSon, incluso perder algunos de los pocos seguidores de estos escritos. Menos mal que ni el número (ni los likes) me interesan, para que mis móviles sigan siendo los mismos que fueron desde el principio, a pesar de mis muchas flaquezas.

Una vez más cabe la pregunta retórica que tantas veces se hicieron muchos de los que mañana van a ir a la marcha: ¿Qué hubieran hechos nuestros héroes en esta situación? Sabiendo la respuesta, quienes en otro momento intentaron ser coherentes, hoy sin embargo, cuando casi inequívocamente estamos en el principio de fin de la Historia, de la inminente aparición de Hombre de Iniquidad; se deciden por convertirse en apóstoles del "algo hay que hacer", no importa qué, ni para qué, ni en compañía de quién. Lo importante es unir fuerzas, que como mencionamos precedentemente, nos hacen cada vez más débiles ante los cada vez más poderosos; todo esto gracias al pusilánime accionar de los "cruzados del amor". Mi pregunta sería ¿Qué pensarían Carlomagno, San Luis Rey de Francia o San Fernando de Castilla, al ver a estos "guerreros" con globos por estandartes y cartelitos de "salvemos las 2 vidas" por escudos?

Yo por lo pronto, prefiero quedarme en casa rezando un Rosario por los miles de niños que se abortan "sin ley" o con contraceptivos y por millares en fertilizaciones asistidas ante la indiferencia globera, los que perdieron el trabajo y están cada día más cerca de la desesperación, los que están aterrados hasta de su sombra cuidándose hasta de respirar, los que murieron sin ser atendidos de enfermedades comprobables en una autopsia, o los que fueron "protocoleados" sin atender a sus existentes patologías, y a los cada vez más acechados jóvenes y niños por las perversiones mediáticas, que hoy son la única alternativa que tienen de contacto con una "realidad" cada día más distópica. Pero por sobre todas las cosas, para pedir que se acorten los tiempos, y como bien aconseja un amigo, al mismo tiempo y no menos importante, voy afilando el cuchillo.

Trabajando para que Cristo Reine y vuelva pronto

 

Augusto Espíndola

  

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domingo, 4 de octubre de 2020

Bill Gates, enemigo del género humano - Alejandro Sosa Laprida

 Miles Christi - 01/10/2020

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En al menos cuatro ocasiones distintas, Bill Gates declaró públicamente que su objetivo es reducir la población mundial, a través de sus campañas de vacunación y la promoción de la “salud reproductiva” (es decir, la contracepción y el aborto). Pueden comprobarlo en este breve video: https://gloria.tv/post/hJGMsNPzgzhs4UTwerc9v6W2n

 

Este es el hombre que maneja la salud de la población mundial, a través de la OMS y de GAVI[1]

. Este es el hombre que en abril decretó que toda la humanidad debe recibir su vacuna contra el Covid-19, sin lo cual no habrá un retorno a la normalidad. Este es el hombre que en octubre del año pasado organizó una simulación a escala planetaria de una pandemia de coronavirus[2].

. ¿Cómo es posible que la gente sea tan crédula, indiferente y pasiva ante esta situación inaudita y completamente surrealista?

Es necesario conocer la historia de Bill Gates y sus objetivos para comprender mejor el origen y la finalidad de esta “pandemia” artificial, concebida y lanzada desde la cúspide del poder mundial, y ejecutada al unísono por la cadena de mandos intermedios que responden a la élite global que los remunera, cuya meta es reducir la población mundial, alcanzar la unificación del planeta y obtener el control absoluto de la población a través del terror sanitario y la imposición del carnet de vacunación digital obligatorio.

Y esto, a la espera de la implantación, a corto o a mediano plazo, del microchip que unificará toda la información confidencial de cada uno -sanitaria, financiera, profesional y

administrativa-, y que concretará el control totalitario absoluto del Estado sobre cada ser humano. Sin ese microchip no se podrá renovar el DNI ni el pasaporte, ni por tanto viajar -pues será exigido universalmente- ni “comprar ni vender” -pues todas las transacciones se efectuarán de manera digital- y será, muy probablemente -a menos de que vaya a haber “ensayos provisorios” antes del definitivo-, la “marca de la bestia”, acerca de la cual nos advierte el apóstol San Juan en el Apocalipsis en estos términos:

“Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre” (Ap. 13, 16-17).

 

Información adicional:

https://www.youtube.com/watch?v=LmzeYYWntxw

https://www.youtube.com/watch?v=2BOTS9GAjc4

https://www.youtube.com/watch?v=o7A_cMpKm6w&list=PLN6xa7kD9dZ_6_GzGjZGlKKElb6ceOq0p

https://www.youtube.com/watch?v=YoRzGvg1XBg

https://gloria.tv/post/EHgHkto9KbE21ZsE6jy8hMwUY

https://gloria.tv/post/zkvNs6Qtr2Jc2gNEfucorvBCm

https://www.corbettreport.com/gates/

https://www.weforum.org/agenda/2020/06/now-is-the-time-for-a-great-reset/

 

La “pandemia”, ocasión soñada para establecer el NWO a través del pánico: “COVID-19 lockdowns may be gradually easing, but anxiety about the world’s social and economic prospects is only intensifying. There is good reason to worry: a sharp economic

downturn has already begun, and we could be facing the worst depression since the 1930s. But, while this outcome is likely, it is not unavoidable. To achieve a better outcome, the world must act jointly and swiftly to revamp all aspects of our societies and economies, from education to social contracts and working conditions. Every country, from the United States to China, must participate, and every industry, from oil and gas to tech, must be transformed. In short, we need a ‘Great Reset’ of capitalism”.

https://www.youtube.com/channel/UCaYPEP4en3RHlvC5r34YR2g

 - Censura totalitaria en las “redes sociales” al servicio del “relato oficial” de la OMS: New from Remnant TV - “Dear Friends: Well, no surprise here, but YouTube has begun removing some RTV videos. Why?

Here's what they told me this morning: It's because “YouTube doesn’t allow content that explicitly disputes the efficacy of the World Health Organization (WHO) or local health authorities’ recommended guidance on social distancing and self isolation that may lead people to act against that guidance.” The handwriting's on the wall, obviously, which is why we're working hard this week on updating and launching our own independent RTV video platform.”

Considerando la situación completamente aberrante que padecemos, si no somos capaces de colocar en perspectiva el relato oficial, buscando formar nuestra propia opinión con espíritu crítico y prestando realmente atención a las incontables voces que llevan meses lanzando alertas de todo tipo sobre las múltiples incoherencias y contradicciones en las que dicho discurso se basa, llegará un momento en el que habremos perdido toda capacidad de análisis independiente y no seremos más que autómatas, incapaces de discernir lo verdadero de lo falso, la realidad de la ficción, tristes cajas de resonancia pasivas del relato monolítico, espurio e ideológico, machacado 24/7 por todos los medios de desinformación masiva.

De ahí al estado de sumisión servil, consentida aunque inadvertida, respecto del poder totalitario mundial que se está gestando, no hay más que un paso: el que lleva de la libertad

interior a la esclavitud mental y emocional más absoluta. Cuando el sistema global esté definitivamente consolidado será muy difícil poder escapar del engaño, pues la presión exterior -mediática, social, administrativa y económica-, distorsionará cada vez más fuertemente la percepción de la realidad. Este es el tiempo propicio para ver y para comprender, antes de que la telaraña del engaño universal al que asistimos se haya desplegado totalmente...

 



[1] GAVI, officially Gavi, the Global Alliance for Vaccines and Immunization, is a public-private global health partnership with the goal of increasing access to immunisation in poor countries. GAVI brings together developing country and donor governments, the World Health Organization, UNICEF, the World Bank, the vaccine industry in both industrialised and developing countries, research and technical agencies, civil society, the Bill & Melinda Gates Foundation and other private philanthropists. GAVI has observer status at the World Health Assembly. - https://en.wikipedia.org/wiki/GAVI

 [2] centerforhealthsecurity.org/event201/ - Los que están detrás de la “pandemia”: “The Johns Hopkins Center for Health Security in partnership with the World Economic Forum and the Bill and Melinda Gates Foundation hosted Event 201, a high-level pandemic exercise on October 18, 2019, in New York, NY. The exercise illustrated areas where public/private partnerships will be necessary during the response to a severe pandemic in order to diminish large-scale economic and societal consequences.” https://www.bloomberg.com/news/audio/2020-03-04/event-201-preparing-for-a-pandemic-audio - Pero todo esto no es más que una simple “coincidencia”, naturalmente: “As the coronavirus outbreak approaches a pandemic, global leaders and health officials are scrambling to contain the fallout. That has sparked quarantines and other emergency action around the world. It’s a scenario that was planned for, in one case just months ago, at a gathering of leaders in global finance, policy and healthcare. Bloomberg’s Janet Wu was there and brings us this report.”


SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN VOS CONFÍO.

INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, RUEGA POR NOSOTROS.

 

Para mayor información:

https://gloria.tv/user/PsqnxVeozUAb11SRjPVhdKjWu

https://gloria.tv/Miles%20-%20Christi%20-%20English


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jueves, 27 de agosto de 2020

La epidemia de egoísmo en el nuevo orden virtual – Augusto TorchSon

 


El escenario que se nos presenta en los próximos meses, puede considerarse humanamente desolador. Una crisis económica con miles de millones de empresas fundidas, con cantidades nunca vistas en la historia de personas desempleadas, con gente aterrorizada y capaz de todo con el ánimo de salvarse a cualquier costa; nos lleva a avizorar un panorama verdaderamente apocalíptico de caos y descontrol nunca antes vivido en el globo.

 

Si creyésemos que se puede sostener un mundo con teletrabajo, sin oficios verdaderamente productivos que suelen ser los manuales y que requieren indispensablemente de contacto y cercanía con otros, de “exposición al aire libre”, si pensáramos que hay que adaptarse a esta nueva normalidad con relaciones virtuales y sin projimidad; no dejaríamos asimismo de considerar que el panorama sería igualmente desolador, ya que se busca destruir lo creado por Dios, la naturaleza social del hombre, la necesaria manifestación de aprecio y cariño entre los seres humanos, la necesidad de demostrar empatía en una forma real y no a través de dispositivos electrónicos, y, llegando al extremo, hasta la consideración de que la actividad más peligrosa es "respirar". Dios no puede haberse equivocado tanto.

 

Pensar que los pedófilos y abortistas que hoy lideran la dictadura global son más atendibles en sus compulsivas propuestas y argumentos que Dios y su providencia, va a hacer de este mundo no solamente sería un lugar terriblemente maligno y caprichoso, sino que, además, tendríamos que repensar la forma de existir y relacionarnos, considerando a la supervivencia personal como el valor supremo. Atrás quedarían definitivamente, el ya muy vapuleado sentido patriótico, el rebajado sentido religioso, incluso el amical y hasta el familiar. Lo importante es ahora que no me muera, aún a costa de quedarme sin Dios, sin Patria, sin amigos y hasta sin familia.

 

Y en estas desnaturalizaciones, los sacerdotes requieren para asistir a Misa el uso obligatorio de bozal (mascarilla o barbijo para los gustosos de lenguaje moderado), además de la sacrílega práctica de la comunión en la mano; por lo que lógico resulta considerar que el próximo paso va a ser para poder asistir a las misma, el tener puesta la terrible vacuna con la que pretenden cambiar nuestro ADN y como dijo el Vil Gato (“creador” de Microsoft), hasta reducir la población. En definitiva, se termina trocando completamente el sentido profundo del culto a Dios, para terminar, siendo un culto de vasallaje al Anticristo.

 

El hedonista hombre moderno, se jacta de denostar las posturas paranoicas, anacrónicas, oscurantistas y medievales (las que no conoce y sin poder argumentar su rechazo) de los escépticos respecto a la “Plandemia”. Cuando se habla de la importancia de no perder su libertad con estas ridículas medidas aislacionistas globales, responden diciéndonos sin empacho que lo importante es mantenerse a salvo, cuidarse y “cuidarnos”, aunque poco les interese los que se quedan sin trabajo, los que no pueden asistir a un hospital con graves patologías por no corresponderse las mismas con la “emergencia Covid-19”, los viejos solitarios abandonados por sus hijos “por su propia seguridad”, los niños y jóvenes traumatizados por la falta de aire libre y necesario contacto con sus amigos y compañeros. Ya vendrán tiempos para ser libres de nuevo, dirán. Y es así como se cambia la libertad por seguridad, que como ya dijimos en otros artículos, es el presupuesto necesario para el reinado del Hombre de la Iniquidad.

 

Si los perversos pudieron avanzar hasta el punto en que lo hicieron, esto se debe a que contaban con dos importantes e indispensables presupuestos para su accionar. En primer lugar, con la increíble estupidez del hombre moderno; ese hombre que sabe opinar, le gusta discutir de lo que no estudió, no le gusta leer, pero se siente increíblemente calificado, y los conocimientos implantados en su open-minded cabeza por la caja boba, lo autorizan para asentir en los criterios pseudocientíficos transmitidos en los Mass Media, considerando a los mismos como verdaderos dogmas.

 

Cuando uno trata de establecer algún silogismo básico y hacerles entender que no se puede confiar en un test que está comprobado que da falsos positivos, que si los infectados fueran reales tienen un ridículo porcentaje de mortalidad en relación a la gripe común y a otras enfermedades por la que no se esclavizó a la humanidad anteriormente, que según se reconoce, muchísimos casos ante la duda se tratan como “infectados” aunque no exista comprobación, y lo que es peor, que muchos de los tratamientos son más peligrosos y mortales que el dejar que evolucione “la infección”; se nos responderá inmediatamente que algún doctor, científico, o “autorizado” personaje de traje o delantal en la pantalla sostuvo que dudar del dogma plandémico implica desconocer criterios epidemiológicos, los cuales no se nos explican, no se nos refuta nuestro razonamiento, más se nos ridiculiza por no creer, a esta altura de la civilización en el axioma del nuevo milenio de “confíe en nosotros, somos especialistas”. Entonces, si no podemos establecer razonamientos lógicos, si no podemos negar lo invisible e incomprobable y argumentar desde los hechos y la realidad, ¿cuánto menos podremos hacerle entender a la humanidad lobotomizada por el cientificismo del siglo XXI que tienen que confiar en la Providencia Divina?

 

Y este globalismo judeo-masónico que considera “neo-nazi” oponerse a la encerrona (aquí) se aprovecha no solo de la estupidez humana.

 


Y aquí llegamos al segundo y más importante presupuesto en el que se apoyan los perversos para subyugarnos: la maldad misma de las masas; maldad que proviene del rechazo de esa humanidad autosuficiente que ya no necesita confiar en Dios sino en sus propias fuerzas y su limitada ciencia para mantenerse viva y a flote, sin importar que pase alrededor. El virus narcisista le dirá el israelita escritor Sam Vaknin, considerando que el castigo de la falsa pandemia, es auto-infligida por las sociedades carentes de empatía en los que la armonía y los lazos familiares son relegados por el excesivo y psicótico sentido de autopreservación.

 

No importa cuan aterrorizado se viva, cuan aislado, cuan aburrido y hasta infeliz; lo importante es “no morir”, y más específicamente, no morir a causa del virus narcisista. Es así que se pueden padecer y aguantar los más terribles dolores y enfermedades a fin no concurrir a un hospital donde puedo contraer el virus cuyo contagio informan los medios como el peor de los males actuales, a pesar de la ínfima tasa de mortalidad del mismo y hasta de los generalmente comunes y poco dolorosos síntomas.

 

Ciertamente la frase atribuida a Mark Twain, de que es más fácil engañar a la gente que convencerlos que ha sido engañada, es más actual que nunca. Pero la raíz del engaño tiene que ver antes que con la ignorancia, con el oscurecimiento de la inteligencia producida por haberse alejado la creatura de su Creador, como ya dijéramos, por buscar la seguridad mundana antes que la Providencia, por preferir vivir aun perdiendo las razones para vivir, por invertir las prioridades hasta el grado de rechazar el sentido último de nuestra existencia, mismo que, como bien enseñaba San Luis Rey de Francia a su hijo en su hora postrera,  consiste en cumplir la voluntad de Nuestro Señor para que reciba de nuestra parte servicio y honor, y después de esta vida llegar a verlo, amarlo y alabarlo sin fin.

 

Pero se nos imponen incluso entre los católicos los “criterios prudenciales”, término bastante utilizado para justificar la tibieza, y la estulticia del que prefiere no razonar ni comprometerse.

 

¿Es nuestra propuesta pesimista? Por supuesto. Como bien decía el Padre Castellani que debíamos serlo humanamente ya que la historia de Cristo y de la Iglesia está signada por derrotas terrenas. Pero sobrenaturalmente nos anima la esperanza, esa virtud teologal que nos hace levantar nuestra vista al Alto, la que nos hace apoyarnos no en nuestras fuerzas sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo, confiando en el autor de la promesa que es fiel, como bien enseña el Catecismo (CIC 1818). Y si hablamos de la gran esperanza, la que subyace cuando todo parece perdido, esperamos con ansias y alegría la que va a implicar la liberación definitiva, la del regreso con toda gloria y majestad de Nuestro Señor Jesucristo. Pero antes sabemos que tenemos que transitar por la Pasión de la Iglesia. Pidamos entonces a la Santísima Madre de Dios que nos cubra con su manto y nos asista en estos tiempos para dar el testimonio para el cual fuimos creados.

 

¡Ven Señor Jesús!

  

Augusto Espíndola


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miércoles, 15 de abril de 2020

El miedo y rechazo al regreso de Cristo (Repost) - Augusto TorchSon


Imagen tomada de Radio Cristiandad

Cada vez es más frecuente encontrar en el ambiente católico conservador y hasta tradicionalista, un rechazo rotundo y una inocultable molestia al considerar como posible la cercanía de la Parusía. El padre Leonardo Castellani decía que creer que Cristo regresaría en miles de años, es lo mismo que considerar que no regresará nunca. Y así empeñó una gran cantidad de su producción literaria a demostrar cómo los tiempos que se viven pueden adecuarse perfectamente a las previsiones divinas para el retorno de Nuestro Señor.


Si los católicos conservadores, es decir, los que defienden el “status quo” de la falsa iglesia hoy gobernante, se lamentan del mundo actual al que equiparan con una nueva Sodoma y Gomorra; y los católicos tradicionalistas que reniegan de la apostasía reinante en toda la jerarquía eclesiástica actual, pero coinciden en la última consideración; entonces ¿por qué rechazar con tanta vehemencia la cercanía del Regreso glorioso de Nuestro Señor Jesucristo, único remedio al humanamente invencible Nuevo Orden Mundial hoy reinante?

Si la esperanza máxima y repetida por los católicos en cada Padrenuestro es la Venida a nosotros del Reino, ¿por qué seguir anhelando esperanzas puramente mundanas y contingentes, y no la trascendente por excelencia?

Muchas veces repetimos en ésta página el sinsentido de considerar que Dios al tener el poder, va necesariamente a suscitar guerreros o apóstoles que venzan el actual poderío de los medios publicitarios, políticos y represivos de la elite judeomasónica que domina a todos los gobiernos del mundo, ya que esto implicaría una intervención Divina que tuerza las corrompidas voluntades de casi toda la humanidad, haciendo del milagro una situación de regla y no de excepción; y de ser así, volcada la humanidad por coacción divina hacia el Creador, y no por la voluntad libre; ¿Cómo no considerar que a lo que se está aspirando es un verdadero paraíso terreno?

He ahí la más absoluta de las victorias judaicas en la mentalidad católica. La búsqueda de la cristalización de las promesas mesiánicas solamente en lo material y en el orden temporal.

El judaísmo no aspira a un sentido trascendente de la vida sino a esa victoria temporal y material sobre sus enemigos, que de hecho por el poder de la usura están consiguiendo. Quieren ese paraíso terreno en el cual los “goyims” (no judíos o ganado según ellos) sean sus esclavos, y esto lo esperan confiando en su código sagrado, el Talmud. Pero promueven el sentido materialista de la vida a esos mismos “no judíos” a fin de atarlos a bienes de los cuales ellos son dueños y así poder subyugarlos.

El Islam por su parte, considerado justamente como “espada de Israel”, fue adoctrinado para buscar en el Paraíso, goces puramente mundanos, como el goce sexual de vírgenes que después de ser “usadas” regresan a esa condición anterior para mayor placer del beneficiado por Allāh, y así son capaces de los más terribles crímenes en la búsqueda de tal recompensa supuestamente “divina”.

Volviendo a la cuestión parusíaca, se aduce para confrontarnos que sólo el Padre sabe el día y la hora del regreso de Cristo, y se nos acusa de pretender profetizar el momento preciso, cosa que nunca hicimos. Sin embargo, dicho argumento puede ser usado perfectamente para quienes lo esgrimen, ya que ellos tampoco pueden asegurar que faltan miles de años o muchísimas generaciones para ese liberador acontecimiento, y si decidimos estar preparados, y esto sucede en miles de años, de cualquier manera nos veríamos beneficiados, al contrario de lo que podría suceder a los incautos que se relajan ante un tan probable panorama esjatológico.

Castellani, para aclarar la situación, enseñaba que las profecías contenidas en la Revelación Pública no podían ser tan oscuras hasta llegar al punto de ser indescifrables; porque, en dicho caso, no habría ninguna necesitad de que estuvieran en las Sagradas Escrituras; y de darse dicha situación, solo podrían considerarse estas profecías como una humorada de Dios que estaría transmitiendo a los hombres lo humanamente indescifrable.

Pero supongamos que éste mundo puede seguir evolucionando técnica y “espiritualmente” como supuestamente lo hace hasta éste momento, según nos dicen los optimistas, ¿qué podríamos esperar para dentro de 50 años? Teniendo en cuenta el actual grado de perversión de las sociedades, el progreso de la ciencia para ofrecer mayores posibilidades de extremar el hedonismo, el nihilismo, ¿cómo podemos pensar que pueda existir la gracia en donde la pornografía sea mostrada en las escuelas públicas a los niños? Tengamos en cuenta que hoy ya se enseña como parte de lo que se denomina eufemísticamente “derecho sexual de los niños” y “educación en ideología de género”, y está actualmente en progreso en las curriculas escolares promovidas en el mundo entero por la UNESCO; pero imaginemos esa evolución en 50 años. Si hoy en todas las tapas de los diarios “conservadores” encontramos a mujeres (y sodomitas) mostrándose impúdicamente, o contando cual prostitutas, sus más vergonzosas intimidades, ¿qué podríamos esperar que suceda en ese sentido en 10 lustros? Eso por no hablar de la TV. Si hoy se anuncia la construcción de muñecas (o muñecos) sexuales, con una similitud increíble con una persona real, ¿qué podríamos esperar cuando la ciencia siga avanzando en ese sentido? Si hoy se considera un “gran avance científico” a las técnicas de fertilización artificiales en las cuales se descartan la mayoría de los embriones utilizados, o se los mantienen congelados por tiempo indeterminado, ¿cómo creer que las prácticas multiabortivas pueden generar una sociedad más justa y sana?

Probado está, que la ciencia hoy ayuda al hombre en sus posibilidades a pecar más fuertemente, por lo que en ese pretendido “avance espiritual”, que hoy se predica especialmente en la neo-iglesia bajo forma de tolerancia misericordiosa, la dirección a seguir por el neocatolicismo debe dirigirse necesariamente hacia el protestantismo de Lutero, ya que de ese modo se podría seguir el consejo del monje maldito al decir: “Peca fuerte, pero ten fe más fuerte todavía”. De esa forma se puede conciliar el considerarse una persona “católica” manteniendo la conciencia tranquila. Y es así que hoy como resultado tenemos, como proféticamente lo predijo Castellani, al cristianismo sin Cristo de la época del Anticristo. Cristianismo filantrópico antes que espiritual, antropocéntrico antes que Cristocéntrico.

El tema es que, si realmente creemos en el dogma fundamental de “Extra Ecclesiam nulla salus” (fuera de la Iglesia no hay salvación), y sabemos que el catolicismo está en franco e irreversible retroceso, especialmente en los países que se consideran a sí mismos civilizados y del “primer mundo” (ejemplo son los países nórdicos que tienen un grado casi absoluto de ateísmo), si es que de la cada vez más escasa cantidad de católicos se cuentan como practicantes a una cantidad muy inferior al 20%, y de ese porcentaje sabemos que quienes acuden a Misa dominical, no consideran como pecados mortales la contracepción, las relaciones sexuales fuera del matrimonio, la masturbación, la homosexualidad, el aborto, y un largo etcétera de cuestiones que quedan libradas a la consideración subjetiva del “fiel” o las torcidas enseñanzas del párroco, el obispo, cardenales y hasta del “Papa”; y si es cuestionado el mismo dogma antes mencionado, ya que el Concilio Vaticano II lo hizo ambiguo para estirarlo o interpretarlo “inclusivamente” para dejar atrás la supuesta “rigidez preconciliar” ¿Cuántos entonces estarían en condiciones de salvarse? Conviene repasar el trabajo de San Leonardo de Porto Mauricio: “El pequeño número de los que se salvan”, donde, como el título lo indica, es ínfima la cantidad de “católicos” que se salvan, y eso teniendo en cuenta que este santo realizó dicha prédica en el siglo XVII, donde no sólo la corrupción moral era inmensamente menor, y todavía existía la Cristiandad, sino que además se conservaba, a diferencia de hoy, el orden natural en las sociedades.

Como sostuvimos, las hodiernas sociedades están descompuestas por lo mismo que siguen buscando en mayor medida “libertades”, “derechos”, pero sin las correlativas obligaciones y límites en su ejercicio. Y esto solo se consigue con la democracia, satánico régimen por el que abogaron hasta los Papas del preconcilio, sin entender (queremos creer) que la misma implica la radical negación de la existencia de un Dios que al ser Creador también es Legislador; ya que en dicho régimen, son los hombres quienes deciden lo que es bueno y lo que es malo por la fuerza del número, más no de la verdad misma, o sea, por mayoría de votos; reeditando el atroz pecado de Adán y Eva de querer ser como dioses. Y hoy el mundo democrático podría expresar como lo hizo el personaje de la obra de Gustave Thibon que pretendía la inmortalidad terrena del hombre: “El Dios del Génesis sabía lo que hacía al prohibirle al hombre probar del fruto del conocimiento, para así impedirle ser señor del cosmos”.

Entonces, si tenemos el convencimiento de que lo que realmente importa en la vida de cualquier persona es salvarse, y esta situación resulta indiferente a la inmensa mayoría de la humanidad; para los pocos creyentes que tienen que vivir oprimidos por esta dictadura de la búsqueda interminable de los goces sensuales, que es hasta coactivamente impuesta por los estados como promoción de “derechos humanos”, ¿cómo no considerar como liberadora a la Parusía? ¿Cómo no anhelar el retorno en majestad y gloria de Nuestro Señor para rescatar a nuestros hijos del ambiente tan perverso en el que les toca crecer?

La respuesta parece ser, que el miedo a los dolores de parto que son previos al mayor y más maravilloso acontecimiento de la Historia después de la Encarnación del Verbo, esto es, su regreso, es mucho más grande que su anhelo a la restauración definitiva del Reino de Dios. Esto tiene que ver específicamente con el miedo al sufrimiento y a realizar grandes sacrificios, aunque sea en pos de un bien mayor. Ese miedo parece ser incluso mayor que el simple temor a la muerte, ya que el evitar el sufrimiento lleva a los hombres a cometer todo tipo de atrocidades, incluso en la hora de la muerte misma.

Pero lo cierto es que así como la Biblia tiene un Génesis que marca el inicio de la Historia, tiene un Apocalipsis que marca el fin, por mucho que lo rechace el “catolicismo” moderno. Y el mundo es finito; así como tuvo principio, tendrá un final. Y a pesar que muchos vean esto como una terrorífica noticia o posibilidad, en el contexto que antes mencionamos, nosotros la consideramos como liberadora, como el fin de la esclavitud del pecado, del peligro constante de la condenación para quienes perseveran no sin cierto temor, en un mundo hasta jurídicamente hostil a la práctica de la fe.

Si las advertencias de la Virgen en Fátima, en su primeras apariciones, solicitaba esencialmente la conversión de la humanidad para evitar una guerra peor que la que acababa de finalizar, cosa que de hecho no sucedió y las consecuencias fueron las predichas por Nuestra Madre Celestial; resulta ridículo creer lo que el Vaticano reveló en el año 2000 al sostener que el tercer secreto se refería al extraño atentado a Juan Pablo II, y que la Virgen había aceptado las consagraciones hechas a su Inmaculado Corazón, aunque las condiciones puestas por Ella misma no tienen nada que ver con lo que se hizo. Además de que esta situación no coincide para nada con la visión del obispo vestido de blanco muerto en medio de muchos sacerdotes asesinados (según la previsión de la Virgen); e incluso consideramos esa cuestión como absolutamente secundaria en cuanto al requerimiento principal realizado por la Santísima Virgen María: “la conversión de la humanidad”.

Y por más que se quiera contextualizar, justificar, atenuar lo dicho por el Cardenal Ratzinger, lo corroborado por Juan Pablo II o lo escrito por el cardenal Sodano, lo cierto es que la interpretación vaticana del tercer mensaje, resultó una inmensa mentira. No se puede sostener racionalmente que el mundo actual (o el del año 2000), en el cual es legal la sodomía, el adulterio, la pornografía, el genocidio de niños por nacer, y por sobre todas las cosas, el rechazo a la fe católica, única y verdadera; sea un mundo “convertido”.

En definitiva, quienes realmente se esfuerzan por vivir como buenos católicos, no deberían preocuparse ante la posibilidad de un pronto retorno de Cristo, sino todo lo contrario. La Parusía debe esperarse como consuelo ante las espantosas tribulaciones que nos tocan, y si es que no estamos turbados por los tiempos que vivimos, por la pasión de la Iglesia ante la descomunal apostasía; es que algo anda mal en nosotros. Y realmente debe considerársela como una buena noticia desde que Cristo fue quien dijo: “Más cuando estas cosas comiencen a ocurrir, erguíos y levantad la cabeza, porque vuestra redención se acerca” (Lc. 21: 28).

Si solo Dios basta, significa que todo lo demás sobra, es contingente o tiene una importancia relativa o acotada a las circunstancias y representan un simple medio; y si Cristo vuelve y estamos en las condiciones debidas, ya no tenemos que esperar nada más porque no vamos a necesitar nada más. Por eso, si creemos que, “donde está tu tesoro, está tu corazón” (Mt. 6: 19-23), debemos dejar de amontonar tesoros donde hay polilla y herrumbre que corroe, y de poner nuestra confianza en la ciencia, la técnica, o la buena voluntad de los hombres, para ponerla completa y absolutamente en nuestro Creador. Si estamos viviendo los últimos tiempos en sentido estricto (y así lo esperamos), la única previsión que nos debería preocupar sería (como también decía Castellani) es que Dios nos agarre confesados.


Augusto Espíndola



Nacionalismo Católico San Juan Bautista


viernes, 3 de abril de 2020

Cuando no hay que ver para creer - Augusto TorchSon


Intento de reflexión ante amenazas invisibles


Ante la situación que vivimos, se nos ocurre algún paralelismo con la película “Idiocracy” estrenada en el año 2006, la cual, sin dejar de tener los elementos propios de la maldad Hollywoodense, permite hacer algunos interesantes paralelismos referidos a la estupidización mediática poblacional y su consecuencia inmediata de poner en jaque el destino mismo de la humanidad por esa causa. Si no tuviéramos una mirada sobrenatural de la historia podríamos creer que esta situación apunta a eso.

En dicha película, dos mediocres personas, un militar y una prostituta, son contratados para un experimento en el cual se los criogenizaría para ser despertados a los dos años. Todo se complica y son devueltos a su estado animado 500 años después. El mundo en el que se encuentran, a base de propaganda y TV basura, fue haciendo involucionar a la humanidad hasta llegar a un grado de estupidez que lo pondría al borde de la extinción, resultando ser los protagonistas, en ese momento, los más inteligentes del planeta. En el mundo del futuro, el presidente, Dwayne Elizondo Camacho, es un ex luchador y actor porno, la gente ve durante horas programas entre los cuales el más popular es un hombre al cual se le golpean constantemente los testículos. El influjo estupidizante de la sociedad por medio de las pantallas es patente en ese tiempo, el cual produce una inevitable involución de la especie humana.

En nuestro anterior artículo (Common Sense Virus) mostramos como proceden los medios para generar la pérdida de la respuesta racional ante las imágenes para dar lugar a la simple respuesta emocional e irreflexiva.

Con esta crisis global generada mediáticamente ante el coronavirus, además de las medidas increíblemente restrictivas de las libertades individuales, sin precedentes en historia de la humanidad, se logró la adhesión completa y sin reparos de las masas teledirigidas, quienes hasta criticando a los gobernantes y globalistas detrás de todo esto, aceptan como necesarias dichas medidas.

El experimento pandémico demostró la absoluta y voluntaria sumisión de la población mundial a una propuesta tan poco elaborada, que nos pone definitivamente en una situación humanamente irreversible ante los próximos pasos de los propiciadores del Nuevo Orden Mundial anticristiano.

Analicemos simples hechos para reforzar nuestra afirmación respecto a los endebles argumentos mediáticos y gubernamentales que tienen aterrorizado al planeta.

Hasta el día de la fecha llevamos 52863 muertes en el mundo entero, en el “mapa del coronavirus” de Google con fuente de Wikipedia. Según la misma enciclopedia del N.O.M. la “pandemia” tuvo inicio el 1 de diciembre de 2019 con lo que llevamos 4 meses del comienzo de la misma.

Repasando un informa de la Oxford Institute titulado “Causes of Death”, publicado en Diciembre de 2019 sobre las causas de muerte en el mundo en el año 2017, nos encontramos con que 17 millones murieron en el mundo por enfermedades cardiovasculares, 9 millones y medio por cáncer, y en lo relacionado más concretamente con la forma de transmisión de este virus, se informa que por enfermedades respiratorias, se murieron casi 4 millones de personas y por infecciones respiratorias menores 2 y medio millones de personas en dicho período. Ahora, si suponemos que el número de muertos por coronavirus va a crecer exponencialmente y estos casi 53 mil muertos en este cuatrimestre podrían darse en un mes, y hasta el doble, o el triple, o sea, 150000 muertos por mes, no llegaríamos en un año a la cantidad de muertos por enfermedades respiratorias o por infecciones de esa misma índole. Y nunca se decretó ante estas cifras de años anteriores una pandemia universal, cerrando fronteras nacionales, estatales, provinciales, municipales, comarcales, etc etc.

Vamos a un caso más cercano para los argentinos. Según las Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud del 2018 las muertes por enfermedades respiratorias ascendieron a 61668 y las específicamente referidas a Neumonía e Influenza, fueron de 31916, cuando al día de hoy tenemos encarcelados a los argentinos y paralizada la actividad económica por 32 muertos. Aunque se pretenda hablar de que gracias a estas medidas preventivas es que el número es tan bajo, aún en las más disparatadas proyecciones, difícilmente se lleguen a esos números o al de muertos ocasionados por otras causas que tampoco llevaron a tan ridículas, extremas y perniciosas medidas.

Nadie niega que exista el virus, ni que el mismo sea contagioso, lo cuestionable es lo perverso de las medidas adoptadas con el pretexto de frenar su avance, que ya está dejando en una situación de pobreza y necesidad a millones de personas y hasta sin atención médica, ya que ésta se está limitando a las de "extrema urgencia" y por supuesto, a las tan necesarias para alimentar la psicosis, por coronavirus. 

Ahora, vamos al caso que más terror genera y se pone de ejemplo con caravanas de ataúdes, supuestamente con cadáveres del tan temible virus: Italia. El primer dato a tener en cuenta es que Italia es después de Japón, el segundo país en el mundo con población más vieja de la tierra. Partiendo de esa base, veamos lo que dice uno de los mismos diarios que aportan su cuota de terror a la gente, respecto a quienes y como murieron los coronavirus sufrientes en dicho país: La Nación en su artículo “Quiénes murieron a causa del coronavirus en Italia, el país más golpeado por la pandemia”.

Además de señalar que la edad promedio de los fallecidos es de 78 años y más de la mitad tenía al menos tres patologías preexistentes, continúa informando que el 95% de los muertos tenían más de 60 años y la edad promedio de las mujeres es de 82 años. El cuadro muestra que “NINGUNO” de los fallecidos tenía menos de 30 años, y los otros datos los dejamos en el cuadro.


Más interesante resulta el análisis de las patologías previas, resultando que el 21,4% tenía 1 patología previa, con 2 patologías previas el 26,1% y con 3 o más el 51,2%, con lo que los que contaban con una enfermedad anterior suman un 98,2% de los fallecidos. 

En este aspecto es importantísimo señalar lo que mencionó el especialista argentino Dr. Pablo Goldsmith al que referimos en nuestro artículo anterior, hay que tener en cuenta que una cosa es morir “con” coronavirus y otra cosa es hacerlo “por” coronavirus, supuesto no detallado en estas estadísticas. Y a todo esto tenemos que sumar que hasta ahora los casos mortales son en el más terrible de los informes del 5% de los infectados (BBC Coronavirus). Si los aterrorizados médicos, apagan por una semana los televisores y dejan de recibir los mensajes de whatsapp con incomprobables informes e imágenes de muertos en los pisos de desconocidos hospitales, tal vez puedan llegar a analizar racionalmente la cuestión y sacar las conclusiones adecuadas. Obsérvese que hablamos de médicos y no de simples ciudadanos como para mostrar que si los profesionales de la salud no son capaces de analizar los datos con objetividad, mucho menos podríamos esperarlo de quienes no lo son.

Ahora veamos la lógica de muchísimos católicos con cierta formación, hasta académica. Nos dicen que el Nuevo Orden Mundial es cierto, los planes de dominación igualmente lo son, que la Organización Mundial de la Salud, es abortista y asesina y los medios mentirosos, pero hay que hacerles caso en esta ocasión porque la TV no puede mentir respecto al desfile de ataúdes en Italia, y la O.M.S. tampoco puede ser que mienta tanto a pesar de ser los principales genocidas de niños en el vientre materno (estadística que no figura en ningún informe de muertes de estos organismos en el mundo).

Después están los que dicen: “todas estas medidas son una exageración de la elite gobernante para dominarnos, pero por las dudas me pongo un barbijo y me quedo en casa”.

Ahora nos toca entender el porqué de las medidas tomadas y para eso necesitamos repasar algunos hechos de dominio público por lo que la acusación de “conspiranoicos”, solo podría hacerla un necio ya que no vamos a opinar, sino que vamos a hacer hablar a los causantes.

Primero señalar el “Evento 201”, llevado a cabo el 18 de octubre del año pasado por la Fundación de Bill y Melinda Gates, el John Hokins Center y el masónico “World Economic Forum” cuyos miembros son mayormente empresarios y corporaciones pertenecientes al Club de Bilderberg. Según su propio sitio web fue un ensayo sobre una posible pandemia global con los siguientes objetivos: “El ejercicio ilustra las áreas en las que serán necesarias alianzas público / privadas durante la respuesta a una pandemia severa para disminuir las consecuencias económicas y sociales a gran escala”. Ahora, resulta que se proponen “alianzas” que tienen mucho que ver con una gobernanza global, y para ensayar el escenario de una catástrofe mundial, no pudo ocurrírseles mejor idea que llevarla a cabo en base, nada más y nada menos, que a una supuesta pandemia de “CORONVAVIRUS”. Como si los masones globalistas hubieran tenido una iluminación profética 2 meses antes que estalle esta “descontrolada (mediáticamente) pandemia”.

La principal salida que nos proponen los mismos que ejercen el terror psicológico sobre la población con esta supuesta pandemia, es la esperanza de una vacuna que tendría que ser inoculada a todo el mundo. Ahora compartimos el video del mismísimo Bill Gates aterrando a la gente con el peligro de la superpoblación, sosteniendo que, con ayuda de vacunas se podría reducir la población en un 10 o quizás un 15%.

Imposible no mencionar a continuación al israelita Yuval Harari, denominado “gurú futurista” en una nota publicada en el “Financial Times” y reproducida por Infobae, refiriéndose a la crisis que sobrevendrá a la pandemia. En dicha publicación Harari afirma que en el futuro, los gobiernos y corporaciones, para evitar futuras pandemias, podrían implementar “una dramática transición de vigilancia ‘sobre la piel’ a vigilancia ‘bajo la piel”. Es decir, con nanotecnología y a través de vacunas podrían implantarnos dispositivos de rastreo y vigilancia. Señala que esto sería autoritario por lo que lo ideal sería que la gente coopere voluntariamente para lo que se requiere que confíe en “las autoridades y en los medios”. Y termina hablando de la necesidad de un plan global. Nuevo Orden Mundial servido “a piacere” próximamente. Advierte consecuentemente Harari de los peligros de los “nacionalismos”.
El “gurú” en el World Economic Forum continuando con las “coincidencias”

“Casualmente” nos informaba el Jerusalem Post que científicos israelíes tendrían una vacuna para el coronavirus en unas pocas semanas. Ante la información de la comunidad científica internacional que refiere que una vacuna para lanzarse al público requiere mínimamente de 18 meses de experimentaciones y comprobaciones, el artículo israelí nos hace la hipercasual aclaración de porqué ellos tendrían la vacuna en tan poco tiempo diciendo: “'Digamos que es pura suerte'. 'Decidimos elegir el coronavirus como modelo para nuestro sistema solo como prueba de concepto para nuestra tecnología'. Traduzcamos en cristiano: estaban aburridos y decidieron experimentar con una vacuna y entre miles de posibilidades virósicas, y al igual que la epifanía pachamámica del “evento 201”, eligieron experimentar con coronavirus unos cuantos años antes que surja la pandemia.

Para ir sumando casualidades en niveles cuasi alquímicos, tenemos que el periódico “The Economist” de la familia más poderosa del globo, los israelitas Rothschild, publicaba en dos de sus portadas: “La medicina adecuada para la economía mundial” mostrando al planeta con forma de coronavirus; y en la otra portada “Todo está bajo control” el gran gobierno, la libertad y el virus.
 

Lo concreto es que lo conseguido, con este inmenso aparato propagandístico global, es un actual Estado policíaco que se perfila mucho más opresivo en un futuro cercano, instalación de redes 5g con una tecnología de vigilancia al instante sobre toda la humanidad, las vacunaciones masivas, la centralización del poder, la pérdida de millones de puestos de trabajos con la consiguiente dependencia absoluta de los gobiernos, el supuesto dilema ético respecto de elegir quien debe vivir con recursos insuficientes, y por sobre todas las cosas, el hacer que los mismos compatriotas se vean entre sí como enemigos y potenciales asesinos portadores de virus apocalípticos.

Volviendo al principio de este escrito, se puede concluir que los "mass media" realizaron una increíble demostración de poder. El hombre moderno, al igual que el de la película “Idiocracy”, no quiere procesar la información, es absolutamente impaciente. Y los medios aprovechan esa situación para inundar su imaginación con imágenes que no requieren análisis porque simplemente impactan en el cerebro. Por eso sabemos que un articulo como el que ahora proponemos, requiere tomarse un tiempo y además invita no solo al análisis sino a la constatación por medio de la propia investigación. Pero el hombre mediatizado prefiere la vieja y confiable pantalla que piensa por ellos, agregando una buena dosis de morbosidad y dramatismo para hacer más atractiva su propuesta, manteniendo el grado de tensión adecuado para seguir alimentando la histeria colectiva.

En “Idiocracy” los programas televisivos eran grotescos, pornográficos y morbosos, alimentando las más bajas pasiones y haciendo consecuentemente irreflexivos a sus televidentes, cautivos de las más básicas emociones. Algo absolutamente comprobable, hoy más que nunca, es que las masas democráticas actúan y reaccionan igual ante el mismo estímulo transmitido por sus pantallas. Pero esa masificación mediática tiene un alto grado de responsabilidad en sus víctimas, porque la renuncia a la investigación, a la reflexión y a la meditación se da por propia voluntad, cuando no por desidia y hasta pereza.

No esperamos mucho de lo aquí expuesto porque coincidimos con Mark Twain que “Es más fácil engañar a la gente, que convencerla de que han sido engañados”.

Lo cierto es que con todo este inmenso engaño se revelaron algunas cuestiones inquietantes y esjatológicas. Repasemos las palabras de Nuestro Señor respecto a las señales de su regreso: “Muchos padecerán entonces escándalo, se harán traición unos a otros, y se odiarán recíprocamente. Y aparecerá un gran número de falsos profetas que pervertirán a mucha gente. Y porque abundará la maldad, se enfriará la caridad de muchos” (MT. 24 10-12).

Mientras se nos pretende imponer una fraternidad y colaboración global sin fronteras y con debida distancia de nuestros “prójimos” como modelo de prevención y responsabilidad ciudadana, preferimos seguir amando la Patria que Dios nos dio, así como a nuestros compatriotas que van a necesitar más que nunca de nuestra cálida y fraternal presencia y asistencia en estos tiempos aciagos. Mientras se nos prohíbe darle el debido culto a Nuestro Creador, vamos a seguir exigiendo que se respeten los derechos de Dios, así como la exaltación de nuestra Santa Madre Iglesia, aún en contra de la jerarquía apóstata de la misma, hoy servil a la gobernanza global. Cuando se nos exige la rendición total en busca de un confortable estado de bienestar, preferimos atenernos al deber cristiano de la lucha. Y cuando las humanas posibilidades de éxito son escasas y nulas, preferimos confiar en Dios y en Su victoria y no en la nuestra, que será para nosotros derrota terrena, pero con recompensa eterna.

Es tiempo de estar atentos y sacudirnos la somnolencia y relajación intelectual y espiritual propuesta por los medios. Nos advierte Nuestro Señor en la continuación del Evangelio antes citado respecto a una tribulación “que no la hubo semejante desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”, y no parecen estar lejanos esos tiempos.   

Augusto





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