San Juan Bautista

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lunes, 24 de agosto de 2020

General León Degrelle: “Caudillo del Valor, la Fidelidad y el Honor” (I) - Luis Alfred Andregnette Capurro

 


El Dr. José Luis Jerez Riesco ha entregado, hace algún tiempo a la causa de la Verdad Histórica, uno sus importantes trabajos, centrado en la singularísima figura de General León Degrelle, que fue hombre de Fe Católica, Guerrero sin par, y Escritor de espíritu exquisito. El título de la obra es “Degrelle en el Exilio 1945 1994”. La Edición fue realizada por la Editorial Wandervogel. El tomo consta de 617 páginas divididas en seis capítulos. Dieciocho páginas de papel satinado reproduciendo fotos inéditas del Caudillo en diversas actividades.

 

En la primera página, encontramos la dedicatoria que, definiendo al guerrero reza: “A León Degrelle Caudillo de Europa. A la Legión de los Caídos y Mártires que, Defendiendo la Cultura y la Civilización Tradicional de Occidente, Lucharon Heroicamente...”.

 

Iniciamos pues, este comentario con nuestro corazón rebosante de admiración por el Héroe, que nos presenta, con documentación indubitable, la gran pluma del Caballero cuyo objetivo es, destruir las falsedades impuestas. Por eso elevamos un ruego como punto de partida. Éste se debe al espíritu hispanoamericano y dice así: “Que aquel que reparte misteriosamente excelencias nos otorgue el privilegio de privilegios que es el de dar”. Al conjugar el verbo final del pensamiento transcripto, está el resumen de la vida del General en su más que honrosa vida terrenal. Darse constantemente por su Fe Católica, por su Patria chica y grande, amén de nuestra Civilización Greco-Romana Germana y Cristiana, que impregnó al mundo con la Verdad Revelada por Cristo Jesús.

 

El espíritu del Cruzado está reflejado en sus libros. Uno de los más hermosos es, “Almas Ardiendo”, que fuera traducido al español y prologado, nada menos que, por don Gregorio Marañón. Estamos frente a un trabajo con páginas de paz, guerra y exilio, redactadas por León Joseph Marie Ignace Degrelle nacido el 15 de junio de 1906, en Walonia (Bélgica) exactamente en la Villa Noble de Bouillon, la misma del medieval Cruzado Godofredo quien adoptó, el apelativo del burgo de las Ardenas. Milagro, dispuesto por Dios N.S., que marcó los días del Guerrero como lo reflejan sus pensamientos y accionar. 

 

He aquí una perla del riquísimo collar de las almas que, como la de Degrelle, arden en la marcha hacia Dios.  Del poema “Cimas” unos versos en los que se exaltan la perseverancia imbatible:

 

“Entonces la victoria será tuya

días después de haber dado

hasta el último esfuerzo,

caer con los brazos en cruz desde la gran cima

y rodar con los guijarros,

hasta el fondo del lejano abismo

todo habrá terminado.

La victoria será tuya,

volver a bajar ya no tendrá importancia;

habrás dejado la vida con el último esfuerzo

¡canta!¡que tu voz resuene en los valles profundos

¡no te arrepientas de tus lágrimas,

lo más duro ya está hecho,

¡ahora, resiste y resiste!

¡aprieta los dientes!

y pon una mordaza en tu corazón…

¡y sube!”

 

El Dr. Jerez Riesco, comenta en memorable página: “Es una visión portica de la ética, de su forma de vivir, un canto a toda virtud, que un hombre ha de tener la bondad, la paciencia, la obediencia, la renuncia, el llevar una vida recta ,el tener bondad y misericordia, pero sabiendo también cuando toca ser duro y recto… la felicidad se ha convertido en un fruto que  devora ávidamente… sin embargo la única felicidad es: el dar, el darse”.

 

También nuestro Héroe llevaba en las campañas anti-bolcheviques un “Diario Íntimo” en el que se refiere a la muerte, amén de estampar, en uno de sus cuartillas frases para meditar: “Debería decir: vamos, es todo, yo pongo en orden mis recuerdos en líneas de colores y marcho hacia la muerte ahogando mi corazón”.

 

 Sin duda Charles Maurras tuvo una premonición, cuando sin  conocer la existencia de un Héroe al estilo Degrelle, en esos días todavía niño, escribió en la dedicatoria de uno de sus libros que obsequiaba a un arquitecto combatiente en 1914:  “Al insensato que se cree mortal” El General Degrelle debió haber engarzado  como divisa lo que estampara en acero: ”¡Los que titubean en el esfuerzo  es porque tienen adormecida el alma!”. En Verdad que, el redivivo Godofredo de Bouillon nunca titubeó.

 

Entre 1926 27 ,28, estuvo en México donde vivió peligrosamente, actuando como corresponsal de los “Cristeros” en esos momentos en lucha, contra el endemoniado masón con sangre deicida, Plutarco Elías Calles. Santos mártires y guerreros fueron abandonados poco después al enemigo… por su “hermanos “en la Fe.

 

Degrelle regresó entonces a su Patria, para graduarse como Doctor en Leyes en la Católica Universidad de Lovaina. Comenzada la década de los años treinta, acompañado de Monseñor Picard, Jefe de la Acción Católica, fundó el “Movimiento Rex “(Cristo Rey). En pocos años, obtenía un sonado triunfo electoral, luego de dura lucha. Su convencimiento era que, Europa debía unirse en pro de la herencia cultural común. De ahí que, fuera invitado por Churchill para conversar en Londres y poco después, convidado a Berlín, para entrevistarse con el Canciller Hitler. Luego viajó a Roma, donde fue recibido por Mussolini Duce de Italia.

 

Estudioso de los problemas internacionales generados en Versalles, por la insania de Wodrow Wilson quien se imaginaba ser un “mesías” y que, teniendo de los problemas europeos un desconocimiento enciclopédico, “ordenaba” aquella rica cultura con normas que salían de su masónico y obtuso cerebro. Por el sistema que hizo vigente Versalles, los 19 Estados que formaban Europa en 1914, se convirtieron en 27. Era la pulverización de Europa, y el aumento de los conflictos raciales y limítrofes. A ello se agregaba, la crisis incomprensible, estallada en New York en 1929 cuando, en la Bolsa, los bonos alcanzaban cotizaciones muy altas.

 

Degrelle en esos meses, llegó a la conclusión que, la guerra era inevitable en pocos años. Por ello se puso en contacto con los movimientos que sintetizaban la tradición y lo nuevo, como la Falange Española acaudillada por la personalidad extraordinaria de José Antonio Primo de Rivera quien le concedió la ficha de afiliación número 1 destinada para los extranjeros.

 

Luego, la “Guardia de Hierro” rumana, encabezada por su egregio Jefe Cornelio Codreanu le dio, la bienvenida. Degrelle, era en esos tiempos, la personalidad más joven de los Conductores que perfilaban la Nueva Europa. Su presencia y oratoria, galvanizaba a las juventudes. Su lucha tenaz era franca y leal. Nunca dejó de asistir, sin ninguna compañía, a las reuniones marxistas para discutir con todos los presentes. Sus planteos se fundamentaban en la Doctrina Social Católica.

 

Enfrentó con dureza a la herética Democracia Cristiana, a la hipócrita Social Democracia y al Marxismo resumidero del deicidio. El ascenso Rexista era imparable, cuando el 21 de febrero de 1936, la Santa Sede rompió sus relaciones con el Rexismo recomendando votar contra Degrelle.  El mundo político verdaderamente católico, quedó paralizado. ¿Qué fuerzas misteriosas se habían movido en el Vaticano, para golpear a Degrelle que estaba por dar jaque mate al marxismo en Wallonia y Flandes? ¿Se repetía la puñalada trapera asestada al movimiento Cristero? Quien esto escribe, no ha encontrado explicaciones válidas para ninguna de las resoluciones políticas citadas.  

 

A esta altura del artículo, cambiemos la posición para asomarnos un instante en las posiciones económicas de los bloques políticos europeos. El cometido es dejar en claro las diferencias que separaban a los países que componían el Pacto Anti Komintern, conocidos como el Eje Roma Berlín, con las llamadas democracias del Occidente. Estas, herederas de Calvino, mantenían el préstamo a interés, el espíritu de lucro, el Patrón Oro, y sus redes bancarias internacionales. El general inglés J.C. Fuller en su trilogía titulada “Batallas Decisivas del Mundo Occidental” (Editorial Caralt Barcelona) expone las posiciones de la Alianza Fascista. Así las define, en el aspecto económico: “Mientras el sistema internacional se basara en el oro, las naciones que hacen acopio del metal amarillo podrán imponer su voluntad sobre las que carecieran de él, dejando exhaustas sus fuentes de intercambio y obligándolas a aceptar préstamos con intereses, con el fin de encarecer destruyendo su producción… La comunidad de la Nación no vive gracias al ficticio valor de la moneda-expresaban, sino en base a la producción real que, a su vez, presta valor a la moneda. La producción es la verdadera garantía y no un banco o cajas con oro. Las potencias del Eje comenzaron en el campo internacional promoviendo basar la moneda en la producción y NO en el oro. La manera de obtener importaciones, se debía realizar por intercambios de géneros”. Aquí va un ejemplo, que los Orientales del Uruguay sentimos muy hondamente. En 1937, durante la Presidencia del ilustre Dr. Gabriel Terra (1931- 38), en un sector de nuestro caudaloso Rio Negro, el Señor Presidente citado, puso la piedra fundamental de la que, hasta hace unos años, fuera la primera y más grande de las represas uruguayas, Ella se concretó, firmando, el gobierno de Montevideo con el de Berlín, un acuerdo sobre la base del intercambio de géneros. Ejemplo de colaboración, que enorgulleció a la República Oriental del Uruguay. Sólo los cipayos anglófilos, apretaron las mandíbulas con ira.

 

Pero, continuemos leyendo al General Fuller: “Si llegaba el tiempo en que los gobiernos no provistos de oro, intercambiaran géneros por géneros, cesaría el préstamo de oro y éste perdería su poder... Era evidente que esta política financiera, se equiparaba a una pistola que apuntaba a los norteamericanos como dueños del grueso del suministro mundial de oro”.

 

He aquí un episodio narrado por el autor inglés citado: “Hitler había provocado la animosidad de los judíos norteamericanos. Siete meses después de haber sido nombrado Canciller (enero de 1933) el entonces presidente de la Asociación Mundial Económica Judía, Samuel Untermeyer le lanzó un desafío proclamando una “Guerra santa” al Nacional Socialismo y exigiendo el boicot económico contra las mercaderías alemanas. La fórmula de los contra revolucionarios, era un pavoroso enemigo para las plutodemocracias. El presidente Delano Roosevelt o Rosenfeld o Rosacampo (apellidos cambiados en el correr de siglos) que sentía correr por sus venas sangre del becerro de oro de los tiempos de Moisés, dijo a su correligionario y consejero Bernard Baruch: “Si rebajamos nuestros precios no existe razón por la que no consigamos atraernos a los clientes perdidos por los beligerantes, en tal caso, el sistema alemán de intercambio quedará destruido.” 

 

 

La guerra santa invocada, por el zelote mercader al estilo shylock empujando a Polonia a la confrontación contra Alemania. El objetivo era utilizarla como el peón de un gran ajedrez, para un conflicto generalizado. La conflagración estalló extendiéndose. En el segundo semestre de 1941, se convocaba a cientos de miles de voluntarios contra el bolchevismo que no podía quedar al margen. La doctrina de Lenin así lo indicaba cuando decía: “¿Hay algún ejemplo en la historia de que una gran revolución que estalle por sí misma no esté ligada a una guerra? Por supuesto que no.

 

La guerra estimula y ocasiona la revolución, sino que un tipo de guerra se precipita inmediatamente en otro. “Stalin buscando el caos soviético ya había atacado a Finlandia, a Estonia, Letonia y Lituania con el silencio cómplice de las democracias. Esperaba el momento para dar el golpe contra las naciones Fascistas, por lo que tejía secreta connivencia con el capitalismo anglo yanqui y su planteo de oro. Alemania se le adelantó, y golpeó a la bestia de Moscú en junio de 1941. Europa se puso de píe.

 

El joven Caudillo de Bouillon, y es un ejemplo, formó la Legión Wallona y la de Flandes, integradas por decenas de miles de jóvenes que seguían a Degrelle.  Éste, anotado como soldado raso, quiso ser siervo de los más humildes. Así, conquistó los grados hasta el Generalato, cuando ya solo se luchaba para impedir el avance, de la horda capitalista bolchevique. En el sector a cargo de Degrelle, el enemigo solo avanzó 30 kilómetros en 35 días. Así lo expresó el Caudillo, en una carta cuando estaba prácticamente paralítico, en el Hospital “General Mola: “No he sido ministro ni jefe de gobierno, he sido un soldado contra el bolchevismo ¡eso es todo! He ganado mis ascensos. He llegado a General únicamente por méritos de guerra. Estoy en posesión de las Hojas de Roble y la Cruz Alemana de Oro, así como la Medalla de Oro de los Heridos que se recibe al haber sido herido al menos 5 veces. Pero además, y esto prueba mi papel de verdadero combatiente, he recibido de manos del Führer la Insignia de Oro de los Combates Cuerpo a Cuerpo con la que se honra luego de haber participado en cincuenta de ellos por lo menos...” (Párrafo de la carta de León Degrelle, redactada en 1945, y transcripta en forma íntegra por el magnífico Historiador Dr. José Luis Jerez Riesco) Esta misiva es realmente patética.

 

La situación de sus padres ancianos de 78 años y 17 veces abuelos, encerrados en una mazmorra social comunista por el delito de ser padres del Caudillo. Allí los dejaron morir. El asesinato de su hermano con cuatro tiros en la espalda, y la desaparición en campos de concentración de su esposa Marie Paule Lemay con sus 5 niños pequeños, incluso uno de 8 meses.

 

La derrota mundial lo encontró en Oslo, resistiendo a la canalla comunista (7 de mayo de 1945) En un aeródromo libre, por milagro del Altísimo, consiguieron un Heinkel 111 con el que sobrevolaron Holanda, Bélgica y parte de Francia, a menos de 3000 metros de altura llegando a la playa española de San Sebastián. Allí tuvieron que poner el aparato en forma vertical para utilizar las últimas gotas de combustible. Luego capotaron en las arenas y siguieron hasta el mar donde “La Benemérita Guardia Civil” los rescató. El heroico piloto fue Alberto Duringer quien, emigrado a la Argentina, e incorporado a la Compañía Aerolíneas Argentinas, cobró fama por sus excelentes dotes como aviador y hombre de consulta.

 

Considerando al Eje derrotado, en Bretton Woods, (julio de 1944), se restableció como divisa el Patrón Oro. Estados Unidos debía mantener el precio del oro a equis valor que se establecería, después a tantos dólares la Onza Troy, teniendo además, el privilegio de cambiar dólares billetes por oro sin restricciones.  Fort Nox utilizaba en provecho propio, de lo que se había apoderado de mala fe: la propiedad del oro del mundo.

 

Se establecieron los criterios, para arrasar los capitales nacionales. Como tributo al dólar, las monedas nacionales fueron reducidas a la condición de ser, una proporción del dólar. Ésta, por lógica, sería por   siempre   considerada como moneda de referencia. Se crearon, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para controlar las finanzas de los Estados sedicentes soberanos.   Las economías nacionales cayeron así, en el volcán del mercado mundial con su oferta y demanda. Por el momento y como falta algo por decir… cerramos, por algunos días con las tajantes Verdades del Caudillo Cruzado León Degrelle:

 

“Tuvimos Razón, Tenemos Razón, Tendremos Razón”

 

Luis Alfredo Andregnette Capurro

 

Desde el Real de la Muy Fiel y Reconquistadora Ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo

 

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